Una cincuentena de elegidos tocaron ayer el cielo con sus propias manos. La bóveda celeste, las estrellas, e incluso la Luna. Son las personas que se acercaron a la Carpa Científica, ubicada en la Plaza del Humilladero, donde la Feria del Libro desarrolla sus actos científicos, en este caso de la mano del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).

La actividad, titulada El Universo en tus manos, estuvo dirigida por Enrique Pérez Montero, científico titular del CSIC en el IAA en activo y autor de multitud de publicaciones de su especialidad. Pero Pérez Montero también es afiliado a la Once, porque una enfermedad degenerativa congénita de la retina le ha provocado una ceguera que sin embargo no le impide continuar con su trabajo en el IAA.

Con la pasión por su trabajo, y la "casualidad" de su ceguera, Pérez Montero dedica desde hace unos cuatro años parte de su tiempo a la divulgación científica para personas con discapacidad visual, aunque, como destaca, en la actividad de ayer de las cincuenta personas que estuvieron en la carpa, sólo una era ciega.

"La gente piensa que si una persona no ve no puede ser astrónomo, y eso no es verdad", asegura. De hecho, está convencido, por la experiencia de su labor divulgadora, que los videntes entienden mejor la astronomía con el material en tres dimensiones que él utiliza para los ciegos que si se les explica de la forma tradicional, porque "hay conceptos que se entienden mejor tocando".

Este material -una bóveda celeste, una maqueta de la Luna y otros objetos- es el que diseñó para celebrar en 2009 en Año Internacional de la Astronomía, al que "nosotros le damos más uso que sus creadores", apunta. "Me gusta mi trabajo en el IAA, pero también me gusta enseñar mi profesión a gente que no ve como yo", resume Pérez Montero.

Una vez terminado el taller, pronunció la conferencia La Astronomía, ¿una ciencia visual?, junto con su colega Antxon Alberdi, que disertó sobre Agujeros negros: observando lo invisible.