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Tomatito, el patriarca de la guitarra flamenca

  • El Patio de los Aljibes acogió anoche el espectáculo 'Soy flamenco', una declaración de raíces y principios

Si algún adjetivo se puede atribuir a Tomatito es flamenco. De pura cepa, de los buenos, de los que son tan parte del género como el género de ellos. El convertido ahora en patriarca de la generación encabezada por Camarón y Paco de Lucía llevó anoche al Patio de los Aljibes, lugar convertido en hito de la historia del flamenco desde la celebración en 1922 del primer concurso de cante jondo, el duende y la esencia del género.

Los palos más conocidos como alegrías, rumba o soleá, se alternaron con algunos géneros menos puros, como el bolero o el tango argentino. Pinceladas de inglés en títulos como Two much o Our Spain también se encontraron, aunque los momentos de oro los alcanzó con las diferentes bulerías, el palo que ha conseguido hacer más suyo y en el que más brilla. El concierto de Tomatito abogó por el flamenco de siempre, el enraizado en él, el que no muere y del que es estrella.

No faltaron los recuerdos al talento ausente, tanto por parte del guitarrista como del público. La figura de Paco de Lucía, la pérdida más reciente para el mundo del flamenco, parecía estar más cerca que nunca a través de los dedos ligados a la gloria de Tomatito. El guitarrista fallecido, que estuvo el año pasado en las mismas fechas tocando en el Generalife y dejando en Granada una de sus últimas improntas, se dejaba sentir entre los artistas y los asistentes. También, aunque haga ya más de su partida, la huella de Camarón quedó presente en estilo, raíz y resultado. Que Tomatito viene de Camarón es una reivindicación hecha por el propio artista, que entró en el hall de la fama del flamenco junto a él para quedarse y crearse un nombre propio, siendo ahora embajador del arte jondo.

Junto al gran Tomatito, las voces de María Ángeles Fernández, Simón Román y Kiki Cortiñas rodearon las cuerdas del maestro, arropado también por El Cristy y José Israel Fernández como segundas guitarras, así como con el toque de Israel Suárez Piraña a la percusión. El baile de Paloma Fantova terminó de embellecer al conjunto flamenco, llemando de aplausos y olés un Patio de los Aljibes completamente abarrotado con un público absolutamente entregado que pedía una y otra más más y más Tomatito.

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