200 folios
Los Ulen en la cola del INEM
El actor granadino Pepe Quero y Paco Tous vuelven a reunirse como Los Ulen para presentar mañana 'Dos idiotas' en el Isabel la Católica
Un hombre deprimido acude a la consulta de un psiquiatra. Al ver su tristeza, este le recomienda ir a la actuación de un payaso hilarante que, precisamente, actúa esos días en la ciudad. "Ese payaso soy yo", responde el paciente. Con este cuento resume Pepe Quero el que ha sido su oficio en los últimos 30 años. "El payaso tiene una profundidad política, ética, social y estética que hay que seguir reivindicando", afirma el actor granadino y cincuenta por ciento de la compañía Los Ulen. Junto a la otra mitad, Paco Tous, actúa mañana en el Teatro Isabel la Católica (21:00 horas) con la obra Dos idiotas, una suerte de 'grandes éxitos' en el que la pareja de cómicos repasa sus mejores piezas y rinde homenaje a sus maestros, de los Hermanos Marx a Chaplin o Buster Keaton pasando por la familia Ozores, Alfredo Landa o Pepe Isbert. "Imagínese si en su momento alguien va a ver Lina Morgan y no termina cantando el Gracias por venir, hay artistas que tienen un sello y eso hay que respetarlo, tú no puedes quitarle por la cara el puro y las cejas a Groucho y molesta que Chaplin no lleve bombín", señala Pepe Quero, para quien ser payaso es "una cosa muy seria" por lo que tiene de compromiso con el público.
Así que Pepe Quero y Paco Tous recuperan historias memorables como la del hombre que intenta convencer a otro de que, literalmente, se coma una mierda. Y lo consigue. También el skecth La frontera, donde un señor va a trabajar y, a la vuelta, ha surgido un nuevo país y para regresar a su casa le piden el pasaporte. "Tiene tanta actualidad con todo esto que está pasando en Cataluña que te da hasta coraje", comenta.
Los Ulen, a los que la crisis del sector estuvo a punto de hacerles perder hasta sus narices de payaso, serán en el Isabel la Católica dos parados de larga duración que salen a buscar curro, "pero son tan idiotas que los echan de todos sitios". "Son números basados en un tratamiento clásico y fundamental de nuestros primeros padres, con trozos de Buster Keaton, Chaplin, Paco Gandía... Hacemos humor inteligente y en blanco y negro", continúa el actor, pese a que en España existe una cierta sensación de superioridad moral de los seguidores de Buster Keaton sobre los que celebraban las "historias verídicas" de Paco Gandía o atesoran como reliquias las películas de Mariano Ozores. "Pero Adriana es ya la octava generación de cómicos en esa familia, evidentemente Chaplin llegó a la gloria porque tuvo unas recursos maravillosos, pero yo veo el skecth del teléfono de Gila y es insuperable", continúa el actor, consciente de que, a día de hoy, es impensable que un sketch puede aguantar tantas décadas en prime time. "Hay una cultura de lo inmediato, con una persona con un micro y sentado en un taburete hablando de peleas de faldas... La comedia es algo muy elevado y películas como El gran dictador son poesía, la obra de un gran payaso que está en la sociedad".
Y aunque no figure en la larga lista de homenajes de Dos idiotas, el Federico Fellini de películas como Amarcord sigue presente en el esperpento que plantean Los Ulen en el escenario, donde la caricatura es una suerte de análisis moral de la sociedad que les ha tocado vivir. "Él era un enamorado de los cómicos y de las expresiones grotescas de un poder hipnótico, pero también Buñuel o Berlanga. ¿ Por qué no se estudia La Escopeta nacional como algo obligatorio? Todos a la cárcel se adelantó 25 años a lo que hemos vivido y si quieres un alegado contra la pena de muerte no tienes que irte muy lejos, ya está El verdugo", señala el cincuenta por ciento de un grupo que, en 2006, recreó en Cum Laude un colegio de inútiles cuando tuvieron la certeza de que "los idiotas estaban llegando al poder". Después llegó una crisis brutal. "No hubo un parón de la industria teatral, hubo un parón de las instituciones, nosotros teníamos más de cuarenta funciones contratadas del espectáculo Zona Cero que no se hicieron, una obra en la que un hospital se caía a pedazos y se iba matando poco a poco a los pacientes. Era un aviso y había que expresarlo porque la herramienta de Los Ulen es el humor con una carga de realidad, tenemos que contar lo que estamos viendo".
De hecho, Pepe Quero protestó recientemente dentro de unos contenedores de basura de la calle Feria de Sevilla para criticar satíricamente la situación española y, concretamente, la penuria de los actores teatrales. Metido en uno de ellos, realizó ¡una parodia caracterizado de mendigo y con una pancarta: "Si todo el mundo tuviera huevos no habría hambre en el mundo".
Su próximo espectáculo juntará a Los Ulen con Adriana Ozores, se llamará El Pequeño salvaje y mostrará a dos rocieros que se van de cacería y aparecen tomando leche de un lince en el Coto de Doñana. "Hacemos el remedo de la película de François Truffaut sobre esa reflexión de Rousseau de que el hombre es bueno por naturaleza, pero aún no hemos comenzado ni los ensayos", avanza.
Pepe Quero, el barbero de Águila Roja y Paco Tous, que en la actualidad se las tiene que ver con una horda de zombis patrios en Rabia, son conscientes de que son dos rostros reconocibles, aunque se niegan a tomar al espectador por "palurdo". En Sevilla, donde reside, Quero afirma que existe una fiebre por el teatro grecorromano, "¿Es qué no hay nadie que esté escribiendo? Sheakespeare y Molière eran contemporáneos, hacían teatro de su época, lo que nosotros decimos, desde la ética, es que ya está bien de tanta revisión casposa, que está todo el mundo con una espalda y una lanza", concluye Quero con una de esas poderosas imágenes con la que Los Ulen retratan sin piedad lo que acontece a su alrededor.
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