Vamos a rodar una película a la plaza del pueblo

El director de cine Cesar Ríos, granadino afincado en Madrid, escoge la Villa de la Costa granadina para ambientar su último corto, en el que cuenta con la participación de Xenia Tostado, de 'Camera café'

Vamos a rodar una película a la plaza del pueblo
Rosa Fernández

23 de septiembre 2013 - 05:00

En la plaza del pueblo, dos jubilados sentados en un banco observan a dos jóvenes: una tendida en el suelo se lía un porro, mientras otra, sentada, se asoma a un lienzo en blanco para comenzar a pintarlo. Este fotograma forma parte del último cortometraje del director granadino, Cesar Ríos, que con el título de Lienzo en blanco ha rodado en Júzcar, el 'pitufipueblo' de la Sierra de Ronda en Málaga, conocido por sus casas azules, y en Salobreña, que sigue manteniendo la cal de sus fachadas como una seña más de identidad. Las localizaciones en el municipio de la Costa granadina se sitúan en el casco antiguo de la Villa, en lugares tan emblemáticos como la Bóveda, la plaza del Museo o la iglesia del Rosario.

El cineasta granadino afincado en Madrid ha elegido los rincones del casco antiguo, puesto que se confiesa un entusiasta de Salobreña, de manera que en su cabeza el guión nació con este municipio como escenario: "Tengo un apartamento, así que todos los veranos de mi vida los he pasado aquí, cada rincón de esta parte del pueblo es un lugar pintoresco en sí mismo, por lo que me encanta, desde el principio había pensado que iba a rodar aquí, no tenía los lugares concretos pero cuando estaba escribiendo el guión sabía que iba a ser aquí".

En el reparto, tres jóvenes actrices cuyos rostros son conocidos por el público, ya que han protagonizado diversas series televisivas: Xenia Tostado, Ana Ruiz y Lucía Guerrero. "Había seguido sus trabajos anteriores y me encanta cómo lo hacen, pensé que encajaban bien en el perfil que yo quería".

Las tres jóvenes califican la experiencia como "única", ya que "no nos conocíamos las tres personalmente, así que es la primera vez que trabajamos juntas y nos hemos reído mucho y nos lo hemos pasado muy bien", comenta la sevillana que participara en Camera Café. "Cuando trabajo en mi tierra estoy feliz, porque estoy más cerca de mi casa", confiesa."Hemos tenido la oportunidad también de conocer pueblos de AndaLucía como Júzcar o Salobreña, que antes no conocía", añade Tostado.

Al elenco de actores se suman vecinos anónimos de la Villa, como Andrés Vidoy o Mariano Navas, que también hacen de manera aficionada teatro. "Me llama la atención cómo se implican rápidamente en hacerlo de la mejora manera posible", indica Ana Ruiz.

El proyecto surgió en el verano del 2012 cuando Ríos escribió este guión, entre tanto tenía otro en el cajón El ascensor de Romeo, que rodó con José Sacristán, y del cual adelanta que espera estrenar pronto.

"En este escenario actual de crisis económica, en la que se han perdido los viejos oficios, los valores culturales e incluso el acceso a la educación, en definitiva, la identidad del pueblo, y en momentos en los que que mucha gente se está quedando sin empleo, me apetecía sacar pecho y que no fuera todo tan gris, expresar que es posible el cambio, que se pueden cambiar las cosas", explica Ríos. "El blanco del lienzo representa eso, empezar de nuevo, limpiar las cenizas, derribar los edificios que construimos con demasiada altura y poner nuevos cimientos, dibujar partiendo de cero y que a veces una idea simple o absurda puede cambiar el futuro de una sociedad".

Este corto es también una producción eminentemente granadina, Ríos felicita el trabajo de su equipo técnico: "Son gente con mucho entusiasmo, que han trabajado como jabatos para sacar este proyecto adelante, en especial reconoce la labor del también cineasta Pedro Pérez Martí, que ha dirigido asimismo varios cortometrajes y que en este proyecto ha realizado tareas de producción. También agradece la colaboración de Salobreña, "que ha puesto todo tipo de facilidades, ha sido una pasada cómo nos han tratado, por lo que ha sido fácil rodar aquí".

César Ríos reconoce que es la primera vez que rueda cinco días seguidos: "siempre lo he hecho en fines de semana", por lo que reconoce que ha sido "un poquillo duro", y comenta que "ahora mismo no tengo ganas de más cortos, me voy a dar un respiro". Espera, sin pillarse los dedos, poder estrenarlo en Navidad, en Salobreña, en Júzcar, Granada y en Madrid.

El rodaje se ha desarrollado en un ambiente relajado, porque para un corto no es habitual que se dediquen cinco días, pero al mismo tiempo agotador. Así, en la escena final, Lucía Guerrero, fruto del intenso trabajo, después de estar tantas horas al sol y con una temperatura cercana a los 30 grados, sufre un ligero desmayo, sus dos compañeras de reparto acuden a su ayuda para alentarla con palabras de ánimo a la actriz madrileña, que con 19 años tiene una de las carreras más prometedoras del cine español.

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