La alargada sombra española en el cine cubano
Virgen Gutiérrez. Profesora de cine
La investigadora cubana presenta esta tarde en la librería Picasso la obra 'Piel de toro mambí', un análisis sobre la presencia de lo español en la cinematografía isleña
Piel de toro mambí: presencia de España en la cinematografía cubana es el título del último libro de Virgen Gutiérrez Mesa, la primera incursión en el ensayo de la escritora e investigadora cubana. Esta obra, que la profesora presentará esta tarde en la librería Picasso acompañada por el responsable del área de audiovisual de la Diputación de Granada, José Luis Chacón, es un completo repaso de todo 'lo español' en las cintas cubanas.
El libro recibió una mención en los premios UNEAC Enrique José Varona por su análisis de lo que, el jurado señalo calificó, como "un tema de notable interés dentro de la cinematografía cubana y que, en este caso, proyecta sus consideraciones al ámbito más general de la cultura como componente de la nacionalidad", a la vez que destacaba el valor de su "prosa amena que sortea la gran profusión de datos aportados, subyacentes como investigación preliminar".
Profesora de cine en la Universidad Tecnológica de Cuba desde hace años, cuenta que fue la misteriosa presencia de una mujer en la primera película del cine que se hizo en la isla lo que motivó este estudio. "Gabriel Veyre, un operador del cinematógrafo de los hermanos Lumier, viajó a México primero y luego a Cuba en enero de 1897. Allí filmó la primera película cubana, que se llama Simulacro de incendio". Durante poco más de un minuto, "los bomberos, que estaban formados por voluntarios españoles y algunos criollos adictos por supuesto al régimen español, apagan un incendio. En ese minuto hay un personaje femenino que está mirando lo que hacen los bomberos y es María Tubau, una actriz española que estaba en Cuba en esa fecha".
La investigadora señala que la visita de la intérprete no era casualidad. "Estaba dando un espaldarazo al régimen porque en esa época se encontraba en el gobierno Valeriano Weyler, que fue el más cruel que ha habido en Cuba".
"Cuando uno estudia un poco el cine cubano se da cuenta que hay mucha influencia del cine norteamericano y, en determinados años, del cine neorrealista italiano, pero del cine español no hay influencia, hay presencia".
Esa presencia está vista en tres planos: físico a través de actores, como María Tubau, pero también técnicos y directores; la presencia temática y la económica.
Atendiendo a esos tres aspectos realiza un repaso en orden cronológico desde aquella cinta de María Tubau y todas las películas de principios del XX de Enrique Díaz Quesada, considerado el padre de la cinematografía cubana, pasando por los trabajos de otras actrices españolas como la canaria Pituca de Foronda, que se encuentra en la intersección entre el cine mudo y el sonoro, hasta llegar al año 2010.
"Pituca de Foronda interviene en la primera película sonora cubana, Siete muertes a plazo fijo. Antes hubo también muchos directores españoles que hicieron documentales. También hubo directores de fotografía o la primera mujer productora, Margarita Alexandre, que codirige una película para hablar de la situación en Cuba", resume la profesora de cine sobre algunos de los nombres más destacados.
Esa presencia física, temática y económica llega hasta el cine actual hasta, cuando comienzan las coproducciones. Así, directores figuras como Mario Camus visitaron la isla para trabajos conjuntos, como la cinta Gallego. "Esta película tiene todos los aspectos que yo estudio: presencia temática porque es la vida de un español -al que interpreta Sancho Gracia- en la isla; física, tanto del actor como de Camús, que fue guionista; y económica, porque es una coproducción".
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