La Alhambra, un escenario histórico para los rodajes

Durante años, la ciudad palatina ha servido como ambiente para rodar películas, series incluso documentales

La oficina de rodajes del Ayuntamiento de Granada ayuda a más de 50 producciones en lo que va de año

Amr Waked en ‘Los constructores de la Alhambra'.
Amr Waked en ‘Los constructores de la Alhambra'. / GH

Desde su posición privilegiada, la Alhambra será testigo de la gala de los Goya que acogerá la ciudad el próximo sábado. A faltar de saber si algún invitado, o nominado, se escapará para hacer una visita al complejo monumental, la programación de la 39ª edición de los premios del cine español no tendrá en cuenta la Alhambra. No hace falta, pues la historia del cine y de l monumento se han encontrado en infinidad de ocasiones.

El primer capítulo de esa historia comienza en 1905, cuando la directora francesa Alice Guy-Blaché aparece, en la película Espagne, rodeada de niños en un mirador del Albaicín y se observan los palacios nazaríes a través de un único plano secuencia obtenido con una cámara manual. Pero no es hasta 1916 cuando se realiza el primer rodaje de ficción en el monumento. Fueron las cámaras del director Gérard Bourgeois las que grabaron la película La vida de Cristóbal Colón.

A estos trabajos le seguirían rodajes, nacionales e internacionales, como la adaptación de la novela Sangre y arena (1916), llevada a cabo por su autor, Vicente Blasco Ibáñez; la experimental El Dorado (Marcel L’Herbier, 1921), o Curro Vargas (José Buchs, 1923).

Habrá que esperar hasta los años 40 para encontrar las primeras tomas de la Alhambra en color, que tendrá una de sus destacadas apariciones en la ficción con Violetas imperiales (Richard Pottier, 1953), con Carmen Sevilla como la emperatriz Eugenia de Montijo. Poco después, en 1958, los palacios nazaríes se convirtieron en la corte del Bagdad de Las mil y una noches en la cinta Simbad y la princesa, que puso al monumento en el radar de Hollywood. El destino impidió que en esta lista se incluyese el nombre de Steven Spielberg, que pensó en la Alhambra para rodar la tercera entrega de Indiana Jones, pero finalmente no pudo ser y el director solo pudo grabar en Guadix.

Volviendo a los rodajes que sí fueron, en los 90, el bosque de la Alhambra aparece en Días Contados (Inmanol Uribe, 1994), ganadora de ocho premios Goya. Aquí, puede verse a Carmelo Gómez y Ruth Gabriel, protagonistas de la historia, cuyo coche circula por Cuesta de Gomérez en dirección a un hotel el Alhambra Palace.  También en esa década se estrena la coproducción euroamericana Muerte en Granada (Marcos Zurinaga, 1996), centrado en el asesinato de García Lorca.

En el nuevo siglo, destaca Morente sueña la Alhambra (José Sánchez-Montes, 2005). El rodaje se prolongó durante un año y además del cantaor participaron su hija Estrella, los guitarristas Tomatito y Juan Habichuela y el bailaor Israel Galván, entre otros muchos.

Una de las últimas producciones en posar sus ojos en la ciudad palatina fue Isabel, que se trasladó a Granada para grabar la segunda temporada. La entrada triunfal de los Reyes Católicos en la Alhambra, la expulsión de los judíos y el entierro de Muley Hacen, fueron algunas de las escenas que se rodaron en diversas localizaciones en 2013, causando gran alboroto entre turistas y granadinos, que vieron cómo de pronto el monumento regresaba atrás en el tiempo.

Más atrás aún volvió con el rodaje de Los constructores de la Alhambra (Isabel Fernández, 2022), que se ambienta en el siglo XIV, cuando Yusuf I, sultán de Granada, se embarca en la construcción de un edificio que refleje el esplendor de su civilización y desafíe al olvido.

Fue esta la penúltima aparición de la Alhambra en el cine, la última la protagonizaron Leonor Watling y Maribel Verdú en el primer anuncio de la gala de los Goya, donde el monumento fue testigo mudo, como lo será el próximo sábado, de su presencia.

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