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Las brujas vuelven a sobrevolar Soportújar

Dos turistas posan ante una estatua de Soportújar en una imagen de archivo.

Dos turistas posan ante una estatua de Soportújar en una imagen de archivo. / Pepe Torres (Efe)

En Soportújar es Halloween todo el año. En los últimos años, el pueblo de la Alpujarra ha sacado pecho de su gentilicio de 'brujos' y lo ha convertido en una especie de reclamo turístico, adornando todo el pueblo con elementos de magia y hechicería, todo ello pese a que no se le conocen oficialmente ningún caso de brujería, lo cual no le ha impedido celebrar, año tras año, la celebración de la Feria del Embrujo, que alcanza su décimo tercera edición esta semana.

Con apenas 250 habitantes, esta celebración, que arrancó el lunes y se prolongará durante toda la semana, prevé duplicar la población de Soportújar, especialmente con la llegada del fin de semana. El éxito de esta iniciativa es más que evidente, pues en la primera edición, en 2010, llegaron apenas 500 personas a la Feria, mientras que en 2019, antes de la pandemia, la cifra se disparó hasta los 20.000 turistas durante toda la semana 'maldita'.

Así, durante los siete días se ha preparado un mercadillo temático y talleres para los más pequeños, además de la Fiesta de los Colores, espectáculos de circo y teatro.. Uno de los días más destacados de esta feria será el jueves 10, cuando se celebre la Noche de las Brujas con comitiva y del espectáculo de brujas en la era de los aquelarres, acompañadas de un grupo de músicas celtas. Además este día actuará la orquesta Odysseus y ya el viernes será el turno de los más pequeños, con exposición de las obras realizadas en los distintos talleres, concurso de tortilla de patatas y el concierto de Ana González, finalista de La Voz.

Manuel Romero, acalde de Soportújar, ha invitado “a todos los vecinos de La Alpujarra y visitantes" a que se pasen por el municipio durante estos días y a que disfruten de sus fantásticas vistas así como "su tematización tan peculiar que ha hecho de este pueblo una avanzadilla en la vanguardia turística y como seña de identidad de sus raíces sobre la brujería”.

El regidor ha añadido que “invitamos a quienes lo deseen a que disfruten de este maravilloso pueblo y a que se sumerjan en esta semana del embrujo, especialmente el jueves, en el que celebramos un aquelarre de brujas para desearle a todos los soportujeros y soportujeras un fantástico año donde salga todo lo malo y entre todo lo bueno”.

Un pueblo temático 

La Feria del Embrujo es la última de las cinco grandes fechas marcadas en el calendario de este municipio alpujarreño y, también, la más grande. Pero antes, tienen lugar otras festividad entorno al mito de la bruja, que comienzan con el aquelarre de brujas de la primavera, que se celebra el fin de semana siguiente a la fiesta de las cruces, la feria de primavera, los chiscos de San Antón en enero y la noche de difuntos.

Todo ello se combina con una serie de esculturas temáticas, que adornan todo el pueblo, así,  nada más entrar en el municipio a los visitantes les recibe la Cueva del Ojo de la Bruja, un lugar en el que se encuentra la morada de una de sus brujas. Cuenta con una decoración muy singular ya que está llena de arañas, calderos y escobas, elementos característicos de este imaginario.

Llegando al propio pueblo, una gran cabeza de la Bruja Baba Yagá espera al visitante. Según la leyenda esta bruja se dedicaba a comerse los niños que no tenían buena conducta. Entrando en el propio pueblo podemos encontrar cientos de elementos decorativos por todas sus calles.

Otro lugar curioso es la Fuente del Dragón, en el que la escultura de este ser mitológico preside este lugar en el que su agua es capaz de estimular la fertilidad gracias a las propiedades afrodisiacas que contiene. Y así calderos mágicos, esculturas y estatuas de brujas, serpientes, la fuente del chorro y su acertijo y hechizos mágicos adornan el callejero de Soportújar.

Más allá de esto, Soportújar cuenta con un Centro de Interpretación de la Brujería y, también, con diversos senderos por los que adentrarse un poco en la sierra. Uno de ellos lleva, tras un recorrido de ocho kilómetros, a la Atalaya de Soportújar, donde se encuentra ubicado el centro Budista O’Sel Ling, un lugar construido a unos 1.500 metros de altura. Está a 8 kilómetros del centro de Soportújar, con lo que es aconsejable, si no se cuenta con demasiado tiempo, hacer parte del trayecto en automóvil. Fue el primer centro budista de España. Lo fundó el Lama Yeshé en el Cerro de Atalaya y posteriormente fue consagrado por el propio Dalai Lama.

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