"El cantante de musical es un atleta del escenario"

Con permiso de David Bisbal es el cantante con los rizos más famosos del país. Daniel Diges, el intérprete que se ganó al espectador con su Algo pequeñito se mete en la piel de Jan ValJean en el musical Los miserables, que llega la próxima semana al Palacio de los Deportes del 28 al 30 de noviembre. La obra de Víctor Hugo, con la partitura de Claude Michel incluye clásicos como Soñé una vida, La canción del pueblo o Estrellas, tiene el récord de ser la producción que más años lleva en cartel en Londres, donde se estrenó hace 29 años y donde sigue llenando el Queens Theatre cada noche. De hecho, la obra que llega a Granada es un montaje de la misma productora, un calco en el que sólo cambian las voces de los protagonistas.

-¿Le ha servido de inspiración el papel que hizo Hugh Jackman de Jan ValJan en la última adaptación al cine de la novela de Víctor Hugo?

-Cuando se estrenó yo ya había participado en el montaje, pero en el papel del revolucionario. Después de la película me llamaron para hacer de Jan ValJean y es verdad que hay cosas de su personaje en las que me he podido inspirar, porque es un gran actor. Pero también hay retazos de Los miserables que he visto en Londres. Yo me preparé con la productora inglesa que también hizo la película, así que hay unas líneas comunes, aunque también se le puedan dar matices diferentes al personaje.

-En su caso, ¿qué peculiaridades tiene su interpretación?

-Es difícil concretar esto, aunque creo que, en la primera parte, cuando el personaje sale de la cárcel, le doy un tono muy efusivo, con mucha energía, quizás en la línea de Hugh Jackman. Jan ValJean es el protagonista, aunque hay otras historias paralelas. Quien haya leído el libro sabrá que es un ex convicto de la novela de Víctor Hugo que se escapa de la cárcel y le tratan como si fuera una mierda. Le da una vuelta a su vida por circunstancias de la vida y se convierte en alguien muy poderoso.

-Liam Neeson, que también interpretó a Jan ValJean, le dio un cambio un tono melancólico a su interpretación...

-Exactamente, cada uno le da su aire, cuando se convierte en alcalde intento aportarle un aire de dignidad, de ocultar el sufrimiento pero, al tiempo, transmitir esta zozobra en los ojos. Seguramente quien lea el libro se imaginará a otro ValJean.

-Cuando le ofrecieron el papel, ¿descorchó una botella de champán?

-Para mí, que me dedico a los musicales, es lo mejor que me ha podido pasar. Fíjese que este papel lo han interpretado los mejores actores de musical del mundo. Está considerado como uno de los mejores personajes que se pueden interpretar en este mundillo.

-Por otro lado, se estaba labrando una carrera como cantante en solitario. ¿Ha tenido que aplazar sus proyectos como solista?

-Yo voy a lo que me da de comer, y el mundo de la música todos sabemos que no está en su mejor momento. Sinceramente, tengo una gran trayectoria en los musicales, estoy muy bien posicionado y es algo que no voy a dejar nunca. Seguiré con mis discos, que los hago para la gente que me sigue, no porque se gane dinero, porque yo vivo de los musicales.

-En los tiempos que corren, cantante más que consagrados como Serrat están actuando en auditorios de no más de 2.000 personas. Usted en cambio se permite el lujo de cantar ante miles de personas cada noche; en el caso de Granada hay una previsión de 18.000 espectadores para las funciones del Palacio de Deportes...

-No te paras a pensarlo, pero es verdad. Acabamos de actuar en Valencia y hemos metido a más de 16.000 personas... Yo he actuado con mi disco en plazas y he metido a 10.000 personas, pero en un teatro y pagando, con el precio de los musicales, es algo increíble.

-Los precios de los musicales son razonables por el montaje que conllevan pero, en cambio, tampoco son accesibles para todos los bolsillos...

-Pero también se gastan mucho dinero, bastante más, en comprar una entrada para el fútbol. Yo estoy enamorado de este musical y le puedo decir que el que entra a ver Los Miserables sale siendo otra persona por todos los principios que tiene. Todo el montaje y la escenografía es igual que el que tiene la obra en Broadway, vamos con once trailers y somos unas cien personas trabajando en el espectáculo. Es el mismo montaje que se ofrece en Londres, teniendo en cuenta lo que supone porque los intérpretes de musicales somos atletas del escenario.

-¿Y si Jan ValJean tiene fiebre una noche tiene preparado un sustituto para que no se caiga la función?

-Claro, tengo dos covers, al igual que el personaje del inspector. Son actores que hacen otros personajes dentro del musical y que están preparados para sustituirnos llegado el momento.

-¿Le persigue todavía el 'Algo chiquitito' que cantó en Eurovisión?

-Era un tema muy pegadizo y en los conciertos de este verano casi siempre he terminado con esta canción. Desde el primer momento supe que era algo especial, así que tuve que pelear porque había gente que pensaba que era muy ñoña, pero yo la he tratado como la canción que me ha cambiado mi vida.

-¿El musical en España peca de conservador?

-El musical se renueva constantemente, ahora hay uno que se llama Once que es increíble. Lo que pasa es que en el extranjero hay mucha más cultura de musical que en España, donde hay cosas que todavía no se pueden traer. En este país se programa El Rey León, La bella y la bestia, pero hay títulos increíbles que las empresas no se atreven a traer porque son desconocidos para el gran público. Pero vamos avanzando, se está haciendo Priscilla o 50 sombras de Grey, se está apostando por otros musicales.

-¿Para cuando unos premios como los Goya dedicados en exclusiva a los musicales?

-Es muy necesario, como los Tony en EEUU. El algo que falta en España, porque los Max sólo se dan a musicales españoles, no se da al actor que ha hecho Los Miserables, lo que es muy injusto porque estamos vendiendo un género que está comprando el público español. El Max sólo lo puede ganar un determinado tipo de espectáculo, lo que deja fuera a muchos artistas.