El ciclo ‘Balcones al Flamenco’ continúa con la actuación de Rubén Campos y Estrella de Manuela en la Casa de las Chirimías

Este lunes, el ciclo de los conciertos gratuitos Balcones al Flamenco celebró su segunda jornada desde la Casa de las Chirimías, en pleno Paseo de los Tristes, con las actuaciones de Rubén Campos y Estrella de Manuela. La Bienal de Flamenco de Granada sigue dando protagonismo a los rincones históricos de la ciudad. El balcón del edificio del siglo XVII, concebido originalmente para acompañar celebraciones populares con música de viento, se transformó en escenario abierto al cante y al baile.

Aunque en el cartel inicial Rubén Campos y Estrella de Manuela estaban anunciados para el último concierto del ciclo, previsto para el 22 de septiembre, finalmente adelantaron su actuación a esta segunda cita. Los cambios de fechas no han sido explicados por la organización y será el 22 de septiembre cuando suban al balcón de la Casa de las Chirimías El Poti y Abraham Campos, en el cierre del ciclo.

El público pudo disfrutar de dos pases durante una hora en los que la cercanía y la sonoridad del espacio crearon una atmósfera muy particular.

La explanada frente a la estatua de Mario Maya se llenó de público que buscó asiento en los bancos, en las barandillas junto al río e incluso en el suelo, formando un mosaico espontáneo de espectadores atentos al concierto nocturno. Entre ellos destacó la voz de Estrella de Manuela, joven cantaora granadina de solo 19 años, procedente de una familia artística. Su figura frágil contrasta con un timbre poderoso, capaz de sostener con fuerza y sensibilidad el peso del escenario, lo que sorprendió a muchos de los presentes.

Estrella de Manuela acompañada a su familia y Rubén Campos apostó por un cante sobrio y profundo, con especial presencia de soleás y seguiriyas que hicieron vibrar al auditorio improvisado. Su voz se proyectó con claridad hacia la explanada, reforzada por la acústica del lugar. Estrella de Manuela aportó frescura con un repertorio variado en el que no faltaron alegrías y bulerías, que levantaron aplausos espontáneos entre los asistentes. La complicidad entre ambos se reflejó en cada intervención, generando momentos de emoción compartida.

La atmósfera de la noche granadina acompañó el recital: el aire fresco de septiembre, el rumor del Darro y la silueta iluminada de la Alhambra crearon un marco único que subrayó la fuerza de cada cante. El flamenco se integró en el paisaje urbano como un eco natural de la ciudad.

La propuesta, organizada por el Ayuntamiento dentro de la Bienal, busca recuperar la tradición de vivir la música desde la calle y acercar el flamenco a vecinos y visitantes de forma accesible y gratuita. En esta ocasión, los artistas granadinos llevaron su arte al aire libre, reforzando el carácter participativo y popular del ciclo.

Balcones al Flamenco continuará en la Casa de las Chirimías con nuevos nombres del panorama flamenco local, consolidando este espacio como un punto de encuentro cultural y como escaparate de la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura 2031.