La conexión de C.Tangana con la Costa Tropical tiene nombre y apellido: Iván Floro

Destaca el trabajo que realiza la organización del festival de arte urbano para crear comunidad entre los artistas y los propios vecinos

Salobreña se convierte en un gran lienzo al aire libre

Iván Floro posa para Granada Hoy delante de su mural / Alba Feixas

Sentado en un banco y observando con detenimiento el que hasta hace unos días era un gran lienzo en blanco y que ahora permitirá a muchos decir aquello de que en ese rincón de la Costa Tropical hay algo que los une con C. Tangana, Iván Floro (Mataró, 1993) no pierde detalle de todo lo que pasa por la plaza Alcalde Juan Venegas de Salobreña, mientras le da varias vueltas a la forma de terminar la rueda del gran mural que está haciendo en una de las paredes y varios niños juegan al fútbol. Es uno de los artistas que este año ha participado en la segunda edición del festival de arte urbano Artepeazos aportando uno de los murales que forman ya parte de ese gran museo al aire libre, gratuito y accesible para todo el mundo que tanto desde la organización del festival como del Ayuntamiento, se han propuesto formar.

El de Salobreña está muy lejos de parecerse a una de sus obras más conocidas: el retrato de Antón Álvarez para el disco El Madrileño, y es que aunque uno de los rasgos característicos de los murales que hace es el costumbrismo con imágenes del presente, teñidas de referencias a la contracultura, el flamenco y la cultura pop contemporánea, ha querido rendir un homenaje a los críticos que tendrán que ver su trabajo día tras día: los más jóvenes del municipio.

Van Vuu, como se le conoce artísticamente, explica que no llega de nuevas a este festival, ya que el año pasado participaron varios compañeros del muralismo. "Desde dentro el festival me parece estupendo, nos han tratado muy bien y lo bonito es que nos juntamos entre colegas del gremio y hacemos comunidad. Alguna vez me ha pasado de hacer muros y estoy solo, esto es otra cosa. Además, también es muy bonito ver cómo se implica la gente del pueblo. En un rato he tenido tres visitas guiadas y la gente llega entusiasmada por ver que estás haciendo o por conocer tú forma de trabajar. Me parece muy bonito e idílico el gran apoyo que se respira al arte urbano, al muralismo y todo", explica a Granada Hoy Floro.

Su mural está dedicado a los mismos niños que aprovechan la tarde para jugar en la plaza a la pelota, o como el propio artista reconoce, a su yo de 13 años. "Es una referencia al manga de One Piece que sigo desde crío. Se puede ver a Luffy y Nami en una bicicleta, como si estuvieran en una curva o haciendo un caballito. La gente me ha preguntado bastante si era una cosa u otra y puede ser cualquiera. Realmente lo planteé así porque creo que era la que mejor funcionaba en la composición del muro para abarcar más espacio y sortear la multitud de ventanas que hay en todo el medio de la pared, que ahora están prácticamente invisibles", añade.

Varios niños juega en la plaza con el mural de fondo / Alba Feixas

Indagando en otros trabajos que ha realizado se podría pensar que el de Salobreña está muy alejado de su línea; sin embargo, el artista indica que siempre le ha gustado el trabajo de línea, y aunque normalmente se centra más en el trabajo de mancha, sus inicios y con lo que realmente se introdujo en el mundo del arte ha sido el dibujo a línea y el cómic y con los años he aprendido a base de la mancha haciendo retratos, pintura del natural, paisaje. Mi obra está bastante en esa línea, pero eso no quita que también disfrute esto y en un muro de gran formato muchas veces es muy satisfactorio hacer grandes planos de color, unas líneas, centrarse más en el diseño". Y agrega que en el caso de este mural se centra más en el diseño, en cada tornillo, cuadro de la bici, el piñón, la maneta y los pequeños detalles. "A veces, cuando trabajas en mancha y gran formato tienes un tiempo limitado y casi no puedes terminar los detalles, acabas sacrificando un poco el diseño".

Cambiando un poco de tercio y sobre su obra más universal, Iván Floro cuenta que todo surgió tras recibir un mensaje directo por Instagram de Pucho, "me dijo soy un fan, me gustaría que hiciéramos algo, me lo dijo así en plan cercano y tiempo después nos pusimos a trabajar en lo que sería esa portada icónica del Madrileño. Para mí fue una colaboración que funcionó muy bien porque me dieron libertad, confiaron un montón". "A veces me gusta hacer una coña cuando alguien me pregunta que si pinto y que si le puedo enseñar algo, me intento tirar el triple de decir no, pero es que tú ya has visto una pintura mía. Y me suelen contestar lo mismo: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué dices?".

Al hilo, recalca que "mola" que a la gente le guste y se haya hecho tan popular uno de sus trabajos porque "al final es un retrato y es él. Mi trabajo se centra en no hacer dibujos que se parezcan a la persona en cuestión, sino que sea un retrato. Y creo que en el caso de Pucho le gustó bastante y es un retrato fiel porque a pesar del tiempo que ha pasado lo sigue teniendo de foto de portada".

Además, adelanta que tiene la idea de montar en el futuro una exposición con todos los cuadros que hicieron porque "los cuadros son para verlos en directo, no solo por internet, y en esa colaboración hicimos unos cuantos".

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