"No conozco a nadie que esté haciendo reír las 24 horas del día, excepto Sarkozy"

En los últimos tres años no han dejado a celebrity con cabeza, han inaugurado un museo propio y han conseguido que toda España sepa que 'a cascoporro' también es una unidad de medida. Julián López y Raúl Cimas, dos quintas partes de Muchachada Nui, se vestirán esta noche de ellos mismos para quitarle un poco de hierro a las preocupaciones del público y revitalizar las mentes 'viejunas' con su actuación en la discoteca Granada 10.

-En todas las parejas clásicas de humoristas y payasos siempre ha habido un guapo y un feo, un gordo y un flaco, un listo y un tonto... ¿Cómo se reparte los papeles con Raúl Cimas?

-Yo soy el guapo, el alto, el atractivo, el superior, el síberet... Al menos me veo así siempre que me comparo con personas u objetos.

-¿Quién lleva los pantalones en Muchachada Nui?

-Nadie. Joaquín usa falda, Carlos usa shorts, Ernesto utiliza leggins, Raúl bermudas con notas musicales y yo voy desnudo.

-¿Cambia mucho el concepto o la forma de hacer humor de la televisión a los monólogos, con el público mirando cara a cara?

-Mucho. En el directo hay elementos intrínsecos que no se encuentran en una grabación televisiva, como el feedback del público. Por eso, nuestra nueva aventura televisiva la queríamos con público, para sentir que estás en un teatro, que es algo muy satisfactorio.

-¿Y alguna vez se les ha quedado el público con cára de póker ante un chiste que creían que era buenísimo?

-A veces pasa que la gente no se ríe con algo que crees que es la monda y también se da el caso de que dices algo casi convencional, o una frase de tránsito, y se descojona, que es algo que produce gustico y descoloque a la vez.

-¿Qué es lo que más cuesta a la hora de buscar la risa del público?

-Todo. Todo cuesta muchísimo. Pero lo más difícil es caer bien al público, de primeras.

-Llegados a este punto, ¿se atreverían a decir de qué nos reímos los españoles?

-Del otro. Los españoles nos reímos del ajeno, en general.

-¿Y qué no nos hace ni puñetera gracia?

-Que se rían de nosotros. Y nos iría mejor si supiésemos reirnos más de nosotros mismos.

-Después de meterse en la piel de personajes muy diferentes y de tantas celebrities, ¿se llega a perder un poco la propia personalidad?

-Esta pregunta te la puede responder mejor mi psicólogo, Alfredo.

-¿Ha habido algún famoso que se haya molestado más de la cuenta por sus imitaciones?

-Sánchez Dragó no "entendió" su Celebrity, pero a Rosa León le encantó el suyo.

-¿Y hay alguna celebrity que les gustaría llevar a la pantalla pero con la que aún no se atreven?

-A mi me hubiese gustado que Joaquín hiciera a un director de orquesta como Baremboin o Rattle, pero claro, no sabía quién eran. Una buena bofetada a mi amor por la música clásica.

-¿Tanto arte tenían guardado que necesitaban crear ahora un museo propio?

-Qué pregunta más bonita y poética... Nos gustaba la idea de que ocurrieran cosas graciosas en un museo, ya que suelen ser sitios con un ambiente muy encorsetado.

-Los culturetas se están convirtiendo en un pozo sin fondo para meterse con ellos...

-Bueno, no nos metemos con nadie, sino que provocamos situaciones cómicas con perfiles de gente distinta, nada más.

-Ahora es moderno quien lleva las gafas más raras, los auriculares del iPod más grandes y la ropa que ya le parecía anticuada a nuestros abuelos. ¿Lo friki se está revalorizando?

-Friki es una palabra ya un poco manida y devaluada. A mí me gusta comportarme como friki si hago o tengo algo que verdaderamente me gusta y me realiza, no porque esté de moda.

-¿Qué tiene el cine que les está tentando tanto últimamente?

-El cine es un arte maravilloso. Si eres cinéfilo, te hace una ilusión tremenda hacer una película.

-¿Creen que con el nuevo formato más largo de programa se puede perder parte del público de internet que sigue los sketches?

-No creo. Nosotros hacemos una serie para la televisión, igual que Muchachada también era para televisión. Si luego lo ven en internet a trozos es elección suya. Además, Museo Coconut dura igual o menos que Muchachada.

-Imagino que en su vida diaria mucha gente espera que estén haciendo chistes continuamente... ¿Sienten mucho la presión de estar a la altura de esas expectativas?

-Precisamente de ello hablo al principio de mi monólogo. La gente te pone el listón muy alto porque ven que haces comedia y piensan que cuando estás "de normal" estás serio. Yo no conozco a nadie que esté haciendo reír las 24 horas del día, excepto Sarkozy.