Coro El León de Oro, crítica musical

Espiritualidad y belleza renacentistas

Espiritualidad y belleza renacentistas

Espiritualidad y belleza renacentistas / Antonio L. Juárez/ Photographers (Granada)

El grupo vocal El León de Oro, dirigido por Marco Antonio García de Paz, vuelve a Granada con el programa Margarita Pretiosa, en el que rescataron tesoros poco conocidos del Renacimiento español junto con otras obras más difundidas de autores consagrados, tales como Francisco Guerrero o Cristóbal de Morales.

***** V Festival de Música Antigua de Granada: León de Oro. Programa: Obras de Francisco Guerrero, Juan Navarro, Melchor Robledo, Alonso Lobo, Diego Ortiz, Cristóbal de Morales y Tomás Luis de Victoria. Coro el León de Oro. Director: Raúl Mallavibarrena. Lugar y fecha: Carmen de los Mártires, 10 de octubre de 2020.

Esta formación vocal ya se dio a conocer en nuestra ciudad en el II Ciclo La Voz Humana que organizaba el Ayuntamiento de Granada. En esta ocasión vuelven en el marco del Festival de Música Antigua en un registro muy bien conocido por su director, y del que dieron toda una lección interpretativa tanto en la limpieza de las distintas líneas melódicas que forman la compleja y contenida polifonía hispana como en una perfecta dicción del texto, que fluyó cristalino entre los múltiples contrapuntos vocales de los cantantes.

El concierto se abrió con dos motetes de Francisco Guerrero: Ave  virgo sanctissima, del que extrajeron el precioso título del programa, y el menos conocido pero sutil y hermoso Hei mihi Domine a seis voces. Esta polifonía encierra numerosos giros expresivos puestos al servicio del texto, una especie de madrigalismo religioso que a menudo no era evidente al público de la época, pero que representan el profundo conocimiento de los textos bíblicos de los compositores españoles del siglo XVI, derribando el mal entendido concepto de austeridad  aplicado a este repertorio y posicionándolo al más alto nivel europeo.

Marco Antonio García de Paz comprende a la perfección estas páginas de la polifonía hispana, y supo potenciar las líneas vocales y motivos de imitación para que el discurso fuese claro en lo musical y diáfano en lo semántico. Así también podemos afirmarlo en la interpretación de las Lamentaciones del profeta Jeremías a doble coro de Guerrero, todo un ejercicio de virtuosismo interpretativo dentro de la música antigua, o en el breve y contenido O Domine Iesu Christi. Pero, sin duda, la obra de este autor que más brilló en el programa fue su Magnificat quarti toni a doble coro, perteneciente al rico corpus dedicado a este canto que Guerrero legó para la posteridad.

El programa incluyó así mismo obras de varios autores antecesores o coetáneos a Guerrero, como fue el Regina Coeli de Cristóbal de Morales a seis voces, que anticipa en cierto modo la línea compositiva de cantos marianos a la que tanto interés dedicaron los autores hispanos del Renacimiento. Otro ejemplo, poco conocido, es el motete Sancta et Inmaculata  de Diego Ortiz, un bella obra también a seis voces de mediados de siglo; este autor se está poniendo en valor últimamente, y a juzgar por la delicadeza de su polifonía, maravillosamente recreada por el León de Oro y su director, es merecedora de situarse junto a los autores más renombrados. Otra joya del repertorio que pudimos escuchar fue el Laudate Dominum a cinco de Juan Navarro, que duplica la línea intermedia de las altos para dotar de más densidad su polifonía, o el espléndido motete Versa est in luctum de Alonso Lobo, lamento fúnebre a seis voces que ha dado carta de identidad a su autor, si bien todavía conocido solo parcialmente.

De este modo se recuperó en Granada la mejor polifonía hispana en una espléndida interpretación. Las voces del León de Oro se caracterizan por su buen empaste y claridad de emisión, cualidades que a menudo han puesto al servicio de diversos repertorios desde el siglo XV hasta nuestros días. No siempre es fácil modular el instrumento vocal en función del repertorio histórico que se trabaje, así como el estilo. Por este motivo hay que reconocer a este conjunto y a su director Marco Antonio García de Paz como uno de los de mayor proyección internacional dentro del panorama español actual. Es todo un lujo tenerlos en Granada y disfrutar de su propuesta artística, siempre acertada y coherente. Así lo entendió el público asistente en el Carmen de los Mártires, que aplaudió efusivamente al final del concierto, propiciando que director y coralistas ofrecieran como obra fuera del programa el magnífico Regina Coeli para doble coro de Tomás Luis de Victoria, culmen de la polifonía española del siglo XVI.

 

 

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