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Los cotillones no son lo que eran

  • Sólo se han concedido cuatro permisos este año para organizar fiestas de Nochevieja en locales

El cotillón está de capa caída. Al menos eso parece si se compara con alguna Nochevieja de un par de años atrás. Los altos precios y el hecho de que algunas fiestas no cumplieran con lo que prometían son los dos principales sospechosos de haber desbancado al cotillón del puesto de honor que ocupaba. Quizás también que otras opciones más económicas o más originales tientan cada vez más a los granadinos, como pueden ser celebraciones privadas o incluso las escapadas fuera de la capital a casas rurales, por ejemplo.

Sea como sea, el caso es que los cotillones no parecen recuperarse este año de la "crisis" que ya se dejó notar el año pasado. Este ejercicio, de nuevo, se pueden contar con una mano el número de permisos concedidos por el Ayuntamiento para este tipo de celebraciones, que se mantienen en cuatro, cuando en la Nochevieja de 2005 fueron doce y un año antes, trece. Y es que cada vez son menos los locales que lo piden. En concreto, este año, siete, de los que uno no presentó toda la documentación requerida y otros dos acabaron desistiendo de la solicitud.

En este caso, para el próximo día 31, entre los cuatro establecimientos autorizados suman un aforo de 1.019 personas -muy similar al del año pasado que era de 1.080 asistentes-. Tres de los locales que han obtenido el permiso son pubs o cafés y el cuarto es un restaurante. Ninguna discoteca ha pedido esta clase de autorización.

Eso sí, se hace necesaria una aclaración: que no cunda el pánico entre los amantes de este tipo de fiestas. Estos permisos hay que tramitarlos cuando el establecimiento carece de licencia de apertura o cuando se van a modificar las condiciones habituales, es decir, si se va a aumentar el aforo o se van a cambiar los horarios o los equipos de música. Los locales que van a organizar fiestas sin modificar ninguno de estos puntos no precisan este trámite. En el caso de las discotecas, por ejemplo, que ya tienen licencia para abrir hasta tarde, no tienen necesidad de pedir una ampliación de horario, que sin embargo a los pubs les sirve para poder echar el cierre esa noche hasta dos horas más tarde de lo habitual, es decir, a las 6.00 horas, en lugar de a las 4.00. Para que a nadie le sepa a poco la primera noche del año.

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