El despertar de un alma del rock

El letargo, la analgesia inyectada en los rincones inexactos del cuerpo. La sensación que define Jorge Manrique de esta manera: cuán presto se va el placer/ cómo, después de acordado/da dolor/cómo, a nuestro parecer/cualquier tiempo pasado/fue mejor. De estasletras salidas de las Coplas a la muerte de su padre, el músico granadino José Ignacio Lapido ha sacado la sangre que fluye por su nuevo trabajo, El alma dormida.

El octavo disco en solitario del exvocalista de 091 verá la luz a finales del mes de octubre y para tranquilidad de sus fans, la fecha concreta del lanzamiento llegará en los próximos días. La historia de El alma dormida es larga, su periodo de gestación comenzó desde la publicación del anterior trabajo Formas de matar el tiempo, aunque fue inexorablemente interrumpida por la gira Maniobra de Resurrección de 091 del pasado año. "Estuve dudando de si merecía la pena meterme a grabar un disco que iba a salir en medio de la gira de los Cero y preferí postponerlo", explica Lapido.

Con el huracán provocado a todos los niveles por el regreso de la banda granadina, era de esperar que este nuevo trabajo también se viera empapado por la experiencia: "La gira ha influido en el resultado final del disco, ha habido canciones de las que tenía que me ha dado tiempo a recomponer", además de haber visto nacer algunas nuevas durante el año 2016 y que han acabado colándose en el disco.

A la pregunta de si el espíritu de los Cero influyó en esos retoques, el cantante apela a su experiencia como compositor y responde que sobre todo ese año de tiempo extra ha sido lo que ha permitido que llegaran los nuevos temas. "Si lo hubiera grabado antes muchas de las canciones que están dentro no hubieran estado", sentencia.

Desde 2013, año de la publicación de Formas de matar el tiempo, el espíritu Lapido ha pasado de un estado 'nervioso' a uno con tintes de anestesia en El alma dormida. El título es una referencia clara a las Coplas por la muerte de mi padre de Jorge Manrique, "un poema que todos los niños hemos aprendido en el colegio y me parecía que venía al pelo con la temática del disco, muy sugerente". Aunque, matiza, el disco es "muy variado musicalmente".

Ese poema aúna el espíritu que ha quedado soldado en el ADN del disco: "la melancolía, o no sé si llamarlo así, ha estado siempre flotando en todos mis discos", dice. "Nunca he sido amigo de los bandazos estilísticos, siempre he creído en la madurez como compositor. No hago un disco blanco y otro negro". Y es que el granadino es de los que piensan que el estilo se fragua a fuego lento, como mejor se crean las historias.

Este Alma dormida comenzó a grabarse en primavera, en el estudio habitual de Lapido, Producciones Peligrosas, en el municipio de Peligros, y desde el principio se planteó de una manera distinta a los anteriores. La producción esta vez viene de la mano de cinco mentes: los músicos de su banda, Ramón Bernal y Víctor Sánchez, además de la de Pablo Sánchez, el técnico de la grabación.

Para esto Lapido partió con una premisa: "libertad, ahí están las canciones y vamos a meterle mano todos". "Digamos que hacer esta producción colectiva ha abierto distintos focos" y es que cuando las canciones llegan a más oídos "la aportación es mucho más enriquecedora".

Ahora mismo, con un recién nacido entre los brazos, el músico aún no puede dar una percepción sólida de lo que será. Y es que hace solo un par de semanas que el disco se acabó de masterizar por lo que aún necesita "un tiempo de asimilación" pero en principio el solista ve "sonoridades distintas a otros discos".

En cuanto al single adelanto, llegará en un par de semanas, así como las primeras fechas de una gira de presentación que comenzará previsiblemente en noviembre, y en la que una de las primeras citas, aún no se sabe si la inaugural, será cómo no en Granada.