"La música cubana es una parte muy importante de mi desarrollo humano"
Entrevista Pepa Niebla | Cantante
La artista malagueña presentará este sábado su primer trabajo con composiciones propias en el Jazz en la Costa donde también estará la trompetista Andrea Motis
Granada/Pepa Niebla (Antequera, 1979) es conocida por su versatilidad vocal que le ha permitido participar en una gran variedad de proyectos: desde el blues, el soul y el jazz hasta el sonido cubano y la música popular. Sus experiencias de vida en Granada, La Habana, Londres y Bruselas le han dado la oportunidad de crecer, aprender y experimentar en diferentes géneros. Ahora establecida en Bélgica, la cantante y compositora malagueña ha encontrado su sonido y dirección como artista, dando vida a sus propias composiciones y arreglos con su nuevo proyecto: Renaissance (2020), su primer trabajo con composiciones originales, con letras en inglés, español y portugués; demostrando un estilo único que marca el comienzo de un nuevo capítulo en la carrera de la cantante andaluza.
La música de Niebla refleja una influencia del jazz neoyorquino contemporáneo que ha combinado con historias de amor, familia e inmigración para crear un trabajo sincero y personal, con una escritura fresca y original, y refleja su serio estudio de la armonía del jazz, el canto y la composición. La artista actuará este sábado en el Jazz en la Costa junto a Toni Mora (guitarra); Alex Gilson (contrabajo); Maxime Moyaerts (piano); Rodrigo Ballesteros (batería). También dará un concierto la cantante y trompetista Andrea Motis, que estará acompañado de Joan Chamorro (contrabajo); Ignasi Terraza (piano); Josep Traver (guitarra); y Esteve Pi (batería).
-¿Cómo lleva el nuevo renacimiento?
-Pues dentro de lo excepcional del momento tengo receta china. Sabor agridulce. Estoy sin duda viviendo uno de los momentos de mi carrera más dulces pero a su vez un tanto tristes e inciertos. No obstante gana la belleza.
-Porque ya tiene práctica en renacer. Ha sido / es cantautora, cantante de jazz, de blues, de rock, ha cantado punk, musical...
-Eso no eran renacimientos. Eso era crecimiento y búsqueda. Me enorgullece mirar atrás y tener cultura musical extensa tras haber experimentado y explorado muchos estilos. Es lo bueno de la apertura mental, que te permite disfrutar y descubrir tu identidad. Cuando digo renacimiento, digo cambio de piel, catarsis, liberación y expansión de uno mismo.
-¿Cómo ha llevado el confinamiento en Bélgica?
-Pues lo mejor que se podía sin duda. No creo que pueda tener una idea de cuán bien o mal lo he llevado adelante. He aprovechado las capacidades que he tenido lo mejor que mi salud mental me ha permitido. No volverse loco en una situación así es todo un logro. Y no puedo negar que he aprovechado muy bien todo este periodo no dejando que me anule la situación ni que ponga freno al nacimiento de mi nuevo trabajo y la consagración de esta nueva primavera que con virus o sin él. Representa un ciclo vital importante en mi vida profesional y vital.
-¿Y ha sido productivo?
-Sí, dentro de las limitaciones, he hecho frente con dignidad. Sin embargo, no ha sido para mí creativo o inspirador. No quería cantarle a la tristeza ni a la nostalgia. Sólo quiero escribir para recargar pilas, y los ánimos no estaban en mi caso en modo quiero contar. Era época y momento de festejo de este nuevo trabajo y he hecho todo lo que ha estado en mi mano para salir a flote con él. Me ha salvado la vida.
-Aquí, en Granada, recordamos titulares como 'Pepa Joplin'. ¿Qué le queda de aquella briosa cantante novel?
-Nunca me inspiré en Janis la verdad. Otra cosa es que no supiese cantar de una forma más contenida. Sí me inspiraba James Brown y el funky de pata negra. De aquella época no sé muy bien qué queda. Quizás la tranquilidad de saber que hoy tengo ese bagaje y que gracias a ello tengo una perspectiva de la música popular del siglo XX bastante rica. Siempre un extra. No todo es jazz.
-Usted ha actuado en el mítico Ronnie Scott's Club. ¿Cómo es por dentro esa meca del jazz europeo?
-Un lujo. He actuado de una forma desenfadada. Vamos, que era parte de un evento no oficial. Participé de ello pero no era mi concierto. Formé parte de la plantilla del club durante un año, y la emoción de contemplar aquellas imágenes históricas en la pared de los grandes maestros y maestras del jazz era muy inspirador. Además de haber tenido acceso a innumerables conciertos diarios en la sala. Los mejores conciertos de jazz sin duda. Me fascina esa sala. Creo que el sonido y la distribución es simplemente perfecto.
-En breve se editará en Granada un disco de mujeres cantantes de jazz. Y han grabado 28... ¿Qué me dice?
-Pues todo un éxito. Granada siempre ha tenido mucho que decir en su cantera musical y jazzísitica en particular. La pena es que clubs como el Secadero no hayan podido seguir y proliferar. Pero así es el jazz... Es una célula en constante ósmosis.
-¿Tendrá algo que ver la enseñanza que mujeres como Celia Mur o usted han impartido?. Porque sus clases magistrales se llenan.
-No sé si en la metodología. Sí en la mera existencia y resistencia en este mundo tan filosófico que llega a ser el jazz. Hay algo de lo que ha estado aconteciendo a lo largo de estos años que parece haberse hecho bien ya que parece estar inspirando y motivando a los / las cantantes a poner cartas sobre su formación.
-Excepto Toni Mora, con el que lleva ya bastante tiempo al lado, el resto de la banda es importada.
-Importada, multinacional. Una manera muy enriquecedora de nutrir la música. Resido fuera de España desde 2006. No lo puedo remediar. Me encanta viajar y me encanta intercambiar formas de entender la estética musical.
-Su periplo mundial comenzó en Cuba. ¿A qué fue, qué esperaba y qué se trajo?
-Me fui a realizar las prácticas de Magisterio cuando estudiaba educación musical en Granada. Fui a conocer el sistema educativo cubano, a experimentar en primera persona qué significaba decir Cuba y fui a traerme toda la sabrosura y el son musical que pude en tres meses. Me traje todo eso y mucho más. Una experiencia que me cambiará para siempre y que harán que la música cubana sea una parte muy importante de mi desarrollo musical y humano.
-Canta en castellano, inglés y portugués. ¿Cada idioma lleva un groove propio dentro?
-Diría que sí, aunque en realidad la lengua no debe ejercer un cambio en la música. La música es la música. El texto es la historia que se usa para contar a través de la melodía y el idioma no debe modificar digamos la calidad de la misma. Sin embargo, cada lengua tiene su tímbrica y es como cambiar de cuerdas un instrumento. El instrumento es el mismo pero la cuerda puede darte una tímbrica y un color distinto. Y es por ello que cantar en diferentes idiomas es muy musical y enriquecedor en el carácter interpretativo.
-Y ya por último, envolviendo la música cuida mucho la imagen y hasta el estilismo. ¿Acaso por ser fotógrafa de segundo oficio?
-Puede ser... El mundo de la moda me gusta. Me divierte muchísimo. Todo lo que conlleva la expresión artística. Me encanta combinar otras artes a la música. Y creo que el jazz se centra tanto en la música que a veces nos olvidamos de mezclarnos con otras disciplinas artísticas y creativas. Lo primero y único importante es la música. Luego todo lo demás.
-Actúa con Andrea Motis. Unas palabras sobre ella, por favor.
-Es una suerte y una alegría poder compartir cartel con una compañera como ella. Tiene mucho gusto interpretativo. Y respeto muchísimo la labor pedagógica de Joan Chamorro.
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