Alfonso Salazar, escritor

Alfonso Salazar: "La copla servía a muchas mujeres como vía de expresión"

Alfonso Salazar: 'La copla servía a muchas mujeres como vía de expresión'

Alfonso Salazar: 'La copla servía a muchas mujeres como vía de expresión'

El emblemático local de La Tertulia acogió, ayer miércoles, a un Alfonso Salazar que volvía treinta años después al que fue su lugar de trabajo y ocio habitual con un nuevo libro bajo el brazo y con José Javier León como acompañante. Los géneros del dolor y el abandono, título que bautiza su último proyecto, culmina un profundo y laborioso trabajo que comenzó allí mismo, a la luz de sus velas, entre los chasquidos de su parqué y los brindis de sus copas. No podía presentarse en ningún otro lugar.

Entre sus páginas se intercalan unos pequeños, pero muy interesantes artículos que el que otrora fue su barman ha venido redactando a lo largo de las últimas décadas y publicando aquí y allá, y las letras de las coplas, los tangos y los boleros más emblemáticos del español. En estos géneros a los que se dedica la obra, el dolor y el abandono, según el propio Alfonso, “son dos constantes” que hicieron del título una de las primeras ideas en tomar forma, en tanto “que tratan sobre las dificultades de las relaciones amorosas y cuentan con una herencia romántica con la que aún cargan”.

El origen

Fue entre algunas de estas borrosas noches en La Tertulia cuando coincidiría con algunos teóricos de estos géneros que además los reivindicaban a pesar de su condición de música popular, un hecho atípico por aquel entonces y que “por suerte” hoy por hoy se trata de una costumbre mucho más extendida. “Tuve la oportunidad de hablar con Mariano Maresca, Juan Carlos Rodríguez… y de alguna manera empecé a interesarme por esos géneros. También había leído el trabajo de Manuel Vázquez Montalbán, que consiguió que el pueblo se reapropiase de un género como la copla, que había sido de alguna manera secuestrado o sometido a una absurda identificación con el franquismo”. A partir de ahí, se fueron sucediendo los artículos que hoy se recopilan en este volumen que, gracias al amparo de Fundación SGAE y Ediciones Sonámbulo, llega a ver la luz del día.

Alfonso también agradece el esfuerzo de los fotógrafos que han participado en la impresión, pues su trabajo va de la mano de cada capítulo, ilustrando cómo se respira aún hoy esta música en las calles de Granada y dan del mismo modo un aire explícitamente moderno al proyecto, que también va acompañado de un vocabulario propio y de un código QR que redirige al lector a una playlist en Spotify ordenada tal y como se presentan las canciones en el índice. Aunque no es un libro musical, sino más bien un libro sobre “las letras de las músicas", el fin no es otro que el de acompañar la lectura a modo de banda sonora: “Imagínate publicar esto con los maletines de casettes que acompañaban a los cursos de idiomas, o aquellos vinilos recopilatorios…”.

El legado

A la hora de hablar de géneros, no sólo interesa al autor la cuestión de los géneros musicales, sino también “lo masculino y lo femenino, esa dualidad que siempre está presente en estas canciones”. Se trata de una cuestión que también lo ha acompañado a lo largo del viaje, pues hace treinta años “no nos dábamos cuenta de determinados aspectos” que hoy día están muy vigentes. “Todo se basa en una hipótesis: el tango es masculino, la copla es femenina y el bolero es la primera persona del plural”, y uno de los objetivos de los artículos es, precisamente, someter esto a debate y sacar a relucir cuestiones tan interesantes como el cambio de género de una u otra canción según si fuera copla o tango y según si su intérprete fuera hombre o mujer.

“La copla servía a muchas mujeres como vía de expresión. Para muchas cantantes, como una vía de lo que hoy llamaríamos empoderamiento”. No solo se contempla la realidad de estas mujeres, de grandes nombres como los de Lola Flores o Rocío Jurado, sino de los rostros menos amables de estos géneros por la realidad que los amparaba: “También, para muchas mujeres transgénero, se emplearía como vía de escape”. Salazar no deja nada en el tintero, y también se aproxima a los submundos de estas músicas, a los antros y los cabarets, para dar a conocer la multiplicidad de visiones y trasfondos que ya se daban entonces, así como cuestiones más sórdidas pero de gran interés como la violencia machista, el maltrato o el abandono según se reflejaban en las letras de sus canciones.

José Javier Cano y Alfonso Salazar en la presentación del libro José Javier Cano y Alfonso Salazar en la presentación del libro

José Javier Cano y Alfonso Salazar en la presentación del libro / (Granada)

Además, en el texto se habla de temas tan dispares como la emigración, la cárcel, el duelo y el enfrentamiento, la nostalgia... incluso tangos que hablan sobre otros tangos. A fin de cuentas, treinta años de descubrimiento, pasión y entrega a una música con tanta tradición da muchos frutos, perfilando así "un cancionero que recoge tres géneros que, aunque siempre han estado juntos, nunca se han presentado como tal".

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