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La erótica de los 'Cuerp@s'

  • La editorial Lápices de Luna publica una antología de poesía erótica en la que participan autores como José Manuel Caballero Bonald, Rafael Guillén, Luis Alberto de Cuenca o Luna Miguel

El erotismo es el descenso del tanga entre las piernas, justo ese momento antes de que caiga sobre los pies. "Dalí decía que lo que más le gustaba de Las Meninas era el aire, que es donde están los espacios, los paréntesis", señala Juan Luis Tapia, responsable de la antología poética Cuerp@s (Editorial Lápices de Luna, Colección El Tacón Rojo), sobre un trabajo que cuenta con poemas de autores más que consagrados como José Manuel Caballero Bonald, Felipe Benítez Reyes, Luis Antonio de Villena o Rafael Guillén, junto a voces emergentes como la de Sara Toro.

Con ilustraciones de Susana Román, la antología se sumerge en la erótica de los cuerpos, no sólo como territorio sexual, también como una reflexión sobre la identidad. De hecho, la antología recoge un texto sobre la maternidad de Luna de Miguel, que se adentra en la idea de cómo un cuerpo genera otro cuerpo. Tocando un hermoso culo de Daniel Vázquez, Rotación de cuerpos de Andrés Neuman, El hombre que sabe a chocolate de Ana Merino, Algo para perder de Rafael Guillén, Pornografía de Luis Antonio de Villena o Cinco Seguidillas fetichistas de Luis Alberto de Cuenca conforman el cuerpo poético reclutado por Juan Luis Tapia, donde los textos se suceden según el orden alfabético de los autores.

"La intención ha sido hacer un libro para acariciarlo, leerlo a fuego lento y que, sobre todo, quede algo en el poso de la mente, una emoción, un verso, una cita, el descubrimiento de un poeta, de un estilo o de simplemente las imágenes de algunos de estos poemas", señala Juan Luis Tapia sobre unos poemas que huyen del "topicazo" del "erotismo de mercadillo mediático" de 50 sombras de Grey o de la mirada carroñera del fauno masculino que más que amantes colecciona víctimas. "Hay una constante, a pesar de las diferencias generacionales y estilísticas de los antologados, no se encuentra nada de ese erotismo de tuppersex convertido en mercancía pasajera, en instrumento para esconder los tabúes, de risa avergonzada y mojigata, porque aquí hay seres emocionales", continúa Juan Luis Tapia.

En cuanto al uso de la arroba en el título, el periodista y poeta quiere matizar ese concepto asexuado del cuerpo para dotarlo de un significado más amplio y abierto, "porque también hay cuerpo en su misma búsqueda, en la necesidad de crearlo y de sentirlo". En este sentido, las ilustraciones de Susana Román trufan los poemas para transformarlos en una imagen limpia, en un aire de hombres y mujeres que quieren abrir esa rendija de lo oculto, "en personajes que vacilan entre pubis y falos, como niños que juegan en el sueño de esos cuerpos".

Tampoco es un manual poético de excitaciones sino de existencias, de maneras de relacionar la carnalidad con la emoción. Según Juan Luis Tapia, "la búsqueda nos ayuda a comprender y crear nuestra y otras identidades, nos hace reconocibles, y es que no hay nada más auténtico que un desnudo sin pelos en la lengua, sin bisoñez".

Así que, para empezar, pidió a los autores seleccionados tres poemas que hablaran del cuerpo como erótica, deseo, sexualidad e incluso maternidad. A continuación, para emprender la introducción, empezó a leer sobre erotismo y no encontró nada que captara lo corpóreo de esta antología. "Lo que hallé presentaba sesudos y freudianos análisis filológicos, textos que analizaban la evolución del erotismo y cómo se ha convertido en algo asimilado por esa capa social especializada en usar cualquier actividad humana en su provecho, pero a través de la manipulación, de la especulación, el travestismo de su significado y carácter auténtico, de su verdadera identidad".

Así que Juan Luis Tapia desechó la erótica plastificada para lanzase con frescura al análisis y de unos poemas, de unas propuestas que salen de voces independientes y libres. "La poesía no puede escribirse con una plantilla estilística o desde una cuadrícula ideológica, porque una vez escrita se convierte en otra cosa y la realidad, su realidad, se transforma, y la que no consigue este efecto no considero que deba llamarse poesía".

Así que los Cuerp@s reunidos por Juan Luis Tapia van desde los sentimientos que despierta en Andrés Neuman la pose de una mujer leyendo un libro al escueto resumen de una relación que hace Sara Toro: "Estando contigo se me endureció el carácter: a ti, la polla". "El tacto de los versos se desliza por los espacios del deseo, de la emoción, de la memoria y del instinto. El cuerpo sin género ni número, con sexo o simplemente como ensoñación, aquella que llena el hueco del ansia que se persigue, como el nadador, que a cada brazada busca ese cuerpo de agua que desaloja", concluye Tapia.

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