Un experimento musical

Pocas veces un escenario ha reunido a la vez a cinco pesos pesados del tango. La 23 edición del Festival Internacional de Tango de Granada, sin embargo, quiso despedir ayer a su público con un "experimento" sin antecedentes donde se escucharon diálogos y debates musicales protagonizados por los conocidos bandoneonistas Walter Ríos y Juan José Mosalini; los guitarristas Lucho González y Leonardo Sánchez; y el pianista Leo Sujatovich.

Poco antes de la gala de clausura en el Isabel la Católica -con todas las entradas agotadas como ocurrió el viernes y el sábado-, Tato Rébora, director del festival, contaba a este periódico que como él les llama: "Es como si pudieramos contar con la presencia de cinco miembros del Barça. Algunos de ellos, dos a lo mejor, sí que han coincidido tocando, pero nunca los cinco juntos".

Fue uno de esos momentos que denotan que esta ciudad puede ser ese espacio proclive a la evolución del tango. Para Rébora, "el Festival se convierte en un estímulo de cambio. Aquí ocurrirá este momento mágico y aquí también se han presentado cuatro nuevos discos (tres de ellos editados en Granada). El tango es siempre sensible a la evolución de la ciudad y ahora crece con mayor complejidad, alejándose en alguna medida de la tradición popular y acercándose más a la creación del artista". Lo hace, explicaba Rébora, desde Piazzolla y lo sigue haciendo ahora.

Cada uno de los músicos que participó ayer en la clausura del Festival de Tango es un artista reconocido. Ya se pudo escuchar juntos en la Casa de los Tiros a Leo Sujatovich, quien en su último trabajo discográfico, Tango brujo, que estrenó junto a Julio Bocca en Madrid, vincula el compás y la atmósfera del tango con clásicos españoles como Falla y Albéniz, y al prestigioso guitarrista Lucho González, quien ha tocado con artistas como Mercedes Sosa, Milton Nascimiento, Lito Vitale, Julia Elena Dávalos o Fito Páez...

Pero junto a ellos también estuvieron la voz de Mariel Dupetit, que grabó con Walter Ríos Tarde de julio, y la pareja de baile formada por Betsabé y Jonathan, que recibió en 2009 el título de campeones del mundo, y que anoche fueron los encargados de abrir la última gala del tango en Granada.

Un día más, el último, el Festival volvió a guardar en sus retinas una imagen inolvidable de Enrique Morente, quien en la VI Cumbre Mundial del Tango en Sevilla, acompañado por músicos como Rubén Juárez, recibió un bandoneón. "Su ausencia la hemos notado todos y cada uno de los días de este Festival", recordaba ayer Rébora, gran amigo del cantaor.