Acaba de ponerse a la venta un disco de la mítica banda granadina, una referencia de la música española de los años 60 y 70, Los Ángeles. En este disco/CD, además de algunas grabaciones inéditas hasta la fecha, también se incluye su mítica actuación en Varadero (Cuba) y algunos otros conciertos relevantes de los años 70. Es sin duda un disco imprescindible para coleccionistas, amantes de la buena música y, sobre todo, un motivo para rememorar cómo la Granada de hoy, llena de bandas y de fusiones musicales, no es un hecho creado de repente ni ningún producto de marketing cocinado en algún despacho. La Granada tan musical del presente hunde sus raíces en muchos momentos, asociaciones y grandes personalidades, y una de sus raíces más evidentes es la que bebe del legado de esta banda granadina.
Determinante resultó la muerte de Poncho, una figura preeminente en el grupo por su calidad humana y musical que perdió la vida en un trágico accidente de tráfico hace más de cuarenta años. Fue una pérdida irreparable, pero la vida sigue, por eso es vida, y nos ofrece momentos únicos como el que se produce esta semana, en la que el hijo de Poncho, Popi González, edita su primer trabajo en solitario. Es un momento que trasciende lo musical y tiene un sentido profundo, de justicia poética, de continuación y de recuerdo, de gratitud y de propuesta de nuevos caminos.
Popi González es seguramente de los músicos más inquietos de nuestra ciudad, y eso es ser muy inquieto. Es un reputado baterista y cantante, también guitarrista pero ahora, con toda una trayectoria a la espalda, se lanza a editar su primer trabajo. Lo titula Sentado en el filo del mundo. Once temas propios que recogen todo su universo creativo, y también interpretativo. Para degustarlos, lo mejor escucharlos, pero para sabe algo más de ellos, hemos conversado con él.
En una tranquila y afable charla en un rincón del centro de Granada, respecto al tema de la coincidencia entre sacar el disco de Los Ángeles y el suyo, Popi nos cuenta que la compañía discográfica entendía que era una coyuntura que podía reforzar ambas creaciones por esa misma vinculación tan evidente entre ambos trabajos musicales. Por lo tanto, se han editado paralelamente y, la verdad, es que parece salido de un guion.
La trayectoria de Popi, dilatada y rica en participar y liderar formaciones, ha sido intensa. Quizá ha podido ser uno de los aspectos por los que no se había “parado” a pensar en un disco completo. Ahora, con este problema pandémico sobrevenido, nuestras vidas han dado un sorpresivo parón y justo cuando parece que se comienza a disipar estrena disco. Al respecto nos dice Popi: “Llevo ya unos cuantos años de profesión y quizá podría haberlo hecho antes pero no encontré el momento o quizás la inspiración. Llegó un punto en el que necesitaba acabar y componer canciones casi por necesidad y creo que era el momento, después de lo vivido y aprendido en todo éste tiempo”.
Un retraso en la toma de esta decisión que le ha servido para coger perspectiva. Por eso al preguntarle era qué se ve desde el filo de su mundo la panorámica es más reflexiva: “El paisaje es variopinto, hay claroscuros, como en casi todos los paisajes, pero se divisa un claro de positivismo y algo de nostalgia, las experiencias , los aciertos y tropiezos conforman un paisaje desigual desde éste filo del mundo”
En este disco, Popi habla de sus miedos y de cómo se rebela contra ellos. No faltan tampoco el amor, el pasado y presente. Es un disco muy personal en todos los sentidos, también en el interpretativo, pues él es quien graba prácticamente todos los instrumentos, algo que no podrá hacer una vez comience a girar con este trabajo. “Tenía claro que quería tocar los instrumentos que pudiera en el disco porque quería que fuera lo más personal y orgánico en todos los sentidos. Me hace entender mejor lo que rodea instrumentalmente a cada canción y quería que fuera así. Es una especie de traje a medida”.
Antes de terminar nuestra tertulia con Popi, en la que hemos podido ir escuchando también fragmentos del disco, que son una auténtica maravilla, nos cuenta que el disco está tal y como él lo ha entendido perfecto, no le sobra nada, es más, algunos temas que no han pasado la normal criba quedan seguramente para el futuro, guardados. Con lo que sabemos estamos seguros que si bien este es el primer disco de Popi, también es seguro que no será el último.
Es bueno recordar que se ha grabado en uno de los lugares de confianza de la buena música, Producciones Peligrosas, grabado entre octubre y diciembre de 2020.Finalmente, citar que en el apartado musical la riqueza y variedad compositiva de Popi, que le ha llevado a contar con aportaciones en distintos temas de músicos como Miguel Martín, José Antonio Sánchez, Pablo González, Eva Penélope y Jimmi García.
Lo dicho, Popi reivindica sin complejos el estilo Pop para su disco, pero dentro hay un universo de matices que nos habla de una estirpe granadina de grandes músicos. Por lo pronto, padre e hijo juntos en nuestras tiendas de discos y demás plataformas.
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