Clásicos como Doctor Zhivago, Hasta que llegó su hora o Indiana Jones y la última cruzada, pero también películas recientes y series de televisión de éxito como Intemperie, Isabel o Black Mirror. Desde que en 1905 Alice Guy Blaché –primera directora de cine de la historia– grabase las vistas de la Alhambra desde el Mirador de San Nicolás para su película Espagne, Granada siempre ha ofrecido su mejor cara ante las cámaras y no han sido pocas las producciones que han elegido la capital y la provincia como sede central o secundaria de sus rodajes.

Gracias a sus zonas de gran valor cultural y arquitectónico, la provincia lleva décadas atrayendo la atención de productores de cine y televisión que buscan enclaves en los que ambientar sus series y películas. Ahora, la Diputación pretende con su nueva oficina Film in Granada atraer aún más rodajes a una provincia consciente de su tradición cinematográfica y de la necesidad de consolidar un sector audiovisual que supone una importante inyección económica para la zona.

Cartel de la película Intemperie.

La belleza de la ciudad sedujo hace ya más de un siglo a Alice Guy Blaché, cuyas tomas de la Alhambra hicieron las delicias del público parisino en 1905. Esta grabación es, posiblemente, el primer archivo cinematográfico en el que aparece el monumento. Ya en democracia, la primera producción destacada es Todo es posible en Granada (1982). En ella, Manolo Escobar es guía turístico y cantante en una cueva del Sacromonte.

Años después, el Hotel Alhambra Palace sería el escenario del thriller pasional Días contados (1994), dirigido por Imanol Uribe. Varias escenas de la película se rodaron en este emblemático y glamuroso hotel por el que anualmente pasan todo tipo de personalidades.

Como no podía ser de otra forma, Muerte en Granada (1997), que explora los acontecimientos que rodearon la muerte de Lorca, se rodó en la ciudad, cuyas calles del centro y los alrededores de la Facultad de Derecho ambientaron aquellos tumultuosos años. La luz prodigiosa de Miguel Hermoso, que ahonda en la relación del poeta con la ciudad, y Al sur de Granada, con Antonio Resines, llenaron de cine la Granada de 2003.

La serie Isabel inauguró en 2012 lo que podríamos considerar la Edad de oro de la producción audiovisual en Granada, pues supo transmitir el esplendor de la Alhambra y las intrigas durante la caída de Boabdil. En la ciudad se recreó el momento en que los Reyes Católicos toman Granada y los actores protagonistas, Michelle Jenner y Rodolfo Sancho, accedieron al Patio de los Leones para rodar algunas escenas.

La Carrera del Darro, por su parte, sirvió de escenario para mostrar la expulsión de los judíos. Un paseo que, por cierto, también ambientó Caníbal (2013), con Antonio de la Torre. Carlos Rey Emperador (2015), mostró el especial cariño del monarca por la ciudad, cuyo Cuarto Real de Santo Domingo fue elegido para grabar el enlace entre Carlos e Isabel de Portugal, mostrando la gran belleza de la qubba.

El rodaje de la serie Isabel fue en la Alhambra.

El auge continuó con El Príncipe (2014), que hizo una parada en la capital para grabar, entre otros lugares, en los jardines del Carmen de los Mártires o en el Palacio de los Córdova; y Black Mirror, la exitosa serie de Netflix que rodó un episodio de su reciente quinta temporada en la Casa de Cristal ubicada en el municipio de Gorafe.

El cine internacional también se ha fijado en la ciudad. Y es que incluso Bollywood escogió la céntrica Plaza Nueva para rodar una escena que contó con decenas de bailarines para su película Heart Attack (2014), cinta que también visitó Bib Rambla y la zona cercana a la catedral.

Por otro lado, el cine coreano también ha llevado la cultura granadina al continente asiático gracias a la serie de Netflix Memories of the Alhambra (2018). Junto al propio monumento, varias zonas de la ciudad, como el Mirador de San Miguel Alto, sirvieron como ambientación para esta peculiar serie.

Si nos abrimos a toda la provincia, el éxito comenzó mucho antes, concretamente en 1966, en la localidad de Guadix. Las escenas de ferrocarril de El bueno, el feo y el malo, el spaghetti western más famoso de la historia, fueron rodadas en la estación de La Calahorra, desde entonces un lugar mundialmente conocido. Allí también se grabaron escenas de Doctor Zhivago (1965) o la secuencia inicial de Hasta que llegó su hora (1968). Es un lugar evocador y fuente de inspiración para, por ejemplo, Ennio Morricone. El recientemente fallecido compositor romano tenía un gran vínculo con la comunidad tras el rodaje de varias de sus películas en Granada y Almería.

Un capítulo de Black Mirror se rodó en la Casa de Cristal de Gorafe.

Veinte años después, el arqueólogo más famoso de la historia del cine dejó la huella de su látigo en la misma localidad, que mantiene vivo el recuerdo del rodaje de Indiana Jones y la última cruzada (1989). Anualmente, la localidad celebra el acontecimiento recreando algunos escenarios de la película y los seguidores de Indy llegan desde los lugares más remotos del mundo buscando los auténticos tesoros que se muestran en la sala de exposiciones del pueblo.

La relación de Granada con el cine pasa por un buen momento después de que Intemperie (2019), cuyo rodaje dejó una huella imborrable en las estepas del noreste de la provincia, se alzara con dos estatuillas en la última gala de los Premios Goya. Pero el reto, sin embargo, será mantener los alicientes de la provincia en el cine post-Covid.