Hace un año, David Repullés Fernández vivía en Manresa, trabajaba en el periódico Ara como diseñador gráfico junto a su inseparable ratón y pagaba un alquiler. Ayer se presentaba ante los medios en Granada como el cantante -y el único español- del espectáculo Corteo del Circo del Sol. "Soy bastante novato. Llevo sólo medio año. Mi primera actuación fue el 3 de agosto en Miami. Un amigo me dijo que buscaban cantantes. Hice un casting online, que consistía en mandar cuatro o cinco vídeos. Si les gustabas ibas al casting de Barcelona", explica el artista mientras apaga la alarma que lo despierta de su siesta a las 17:00.

Repullés pasó la primera prueba de selección y fue a la siguiente, esta vez presencial en la ciudad catalana. Lo pusieron en una base de datos. "Esto fue en 2017. Yo me olvidé. Hasta que un día llegó un correo del Circo del Sol. Necesitaban un cantante y yo les encajaba. Tengo que montarme mi vida de nuevo. Tenía mi trabajo, mis proyectos musicales. Cantaba en una banda de versiones los fines de semana. "Tienes 20 días para pensártelo", me dijeron. Busqué sustitutos para los grupos y hablé con el periódico. Es una oportunidad genial", relata entusiasmado.

De las dos horas de montaje, David canta durante 50 minutos. "Me imagino que soy un buen amigo de Mauro, el protagonista de Corteo. Soy el que pone la música en el funeral y la banda sonora de su vida", señala el artista, que destaca que hay muchos temas en español en el espectáculo porque "su creador, el italiano Daniele Finzi, vivió en México una temporada".

Cuando se le pregunta por sus orígenes musicales se remonta a su abuelo, que tocaba el acordeón. "Lo mi abuelo es anecdótico. Somos tres hermanos y siempre hemos hecho música. Una vez subimos al trastero y había dos guitarras. Las cogimos y tocamos. De manera autodidacta. Años después me apunté a canto. Yo nunca tuve este sueño. Es tan grande esto que ni lo soñaba", reconoce David, que no tarda en nombrar la Alhambra y los Diamantes, a los que ya ha ido. "Nunca había hecho tantas fotos. Me ha parecido fascinante. Y el pescaito muy bueno", se despide.