La importancia de ser un objeto
Globos, lámparas y camisetas tienen en 'All-alone' la oportunidad de huir del resto para cobrar vida gracias a la cámara del madrileño Julio Galeote
Su reto ante un cubo de rubik sería darlo por terminado cuando sólo quedase una pieza por colocar porque entre lo común, lo múltiple y lo mecanizado, su objetivo siempre se queda con lo diferente. Las fotografías de Julio Galeote no dejan de ser un juego en el que trata de "encajar y desencajar las piezas continuamente", una declaración de intenciones que desarrolla en All-alone.
La galería Plano B expone hasta el próximo sábado 23 de enero un conjunto de fotografías de su última serie, en la que el madrileño vuelve a redundar en la idea que ya trataba en su proyecto titulado Inside-out. Galeote busca la esencia de las cosas en fotografías sencillas, claras y sin aditivos. Parece que, como quien no quiere la cosa, él consigue estar en el momento y lugar apropiados en que ocurre algo inesperado. Nada más lejos de la realidad.
Un globo que inicia el vuelo dejando atrás a sus iguales, varias escaleras portátiles que mantienen las distancias respecto a una estática, una camiseta descolgada de una percha llena de otras tantas, un trozo de pared que prefiere explorar el suelo, una estantería a punto de caer, un papel cerca de una papelera... El juego tiene sentido cuando todas las fotografías se contemplan al unísono y el espectador es testigo de una escena en la que todo parece idéntico pero hay un objeto, una sola cosa, que cobra vida de entre todos los demás. Un objeto igual pero diferente.
"Me interesan las relaciones que creamos con los objetos que usamos a diario", explica el autor. "El cómo y por qué los empleamos y la manera en que tienen una significación dentro del lugar y el orden físico que los contiene". De ahí que sea vital el escenario donde los presenta. "Mis proyectos se basan en la búsqueda de una mirada distinta, en la experimentación con estos elementos; cómo damos identidad a los objetos que nos pertenecen y cómo, en ese orden que tienen en el espacio, van formando la nuestra. Me atrae la idea de ver de manera distinta cosas que usamos mecánicamente sin plantearnos su uso". Objetos absolutamente solos, absolutamente libres y absolutamente misteriosos, porque tienen una historia propia que sólo el espectador es capaz de imaginar.
Galeote aísla así las posesiones. Lo que somos y lo que tenemos. Lo que un objeto tiene en común con otro, y lo que lo diferencia. "El globo", dice, "simplemente se intenta separar un poco de los demás, liberarse, diferenciarse del resto. Los objetos buscan su propia identidad. No busco en la imagen resaltar las ventajas e inconvenientes de ellos. Todos los objetos representados en la serie utilizan sus propias características para ver que existe una diferencia dentro de un grupo donde se supone que todos son iguales".En ese sentido, cada cosa tiene su papel y nada falta ni sobra.
Tiene su discurso algo de publicitario y esquemático, pero lo cierto es que posee un alto grado de reflexión en donde no deja nada al azar. De hecho, reconoce que no suele llevar nunca la cámara encima sino que primero piensa sus fotos y luego las realiza: "No hay nada que esté improvisado, nada encontrado".
Inside out /all alone
Julio Galeote explora en sus proyectos la relación que mantenemos con los objetos cotidianos, aportando una mirada distinta de la interacción de éstos con su espacio, haciéndonos reflexionar sobre el uso que damos a utensilios que manejamos diariamente de forma mecánica. Si en Inside-out prestaba atención a camas, lavabos o estanterías donde proponía una especial relación entre continente y contenido, en All-alone siempre hay un objeto que se salta la norma, que no sigue el orden; apelando directamente a la búsqueda de la individualidad y la necesidad de respetar la diferencia.
En Inside-out era la "transformación del espacio y la recolocación de los objetos la que llevaba a una reflexión sobre las relaciones personales que se dan en un lugar y la importancia de los elementos que lo habitan". ¿Qué es un frigorífico sin la comida que debe conservar? o ¿una cama sin la ropa que la viste y la desviste?
"En el conjunto All-alone queda más claro cómo el objeto actúa como sustitutivo del sujeto. Ambas series nos hacen ser conscientes del puesto que cada uno tenemos en un sistema", subraya Galeote.
Se refiere el fotógrafo a que aunque cada objeto tenga en la exposición su propia identidad, en cada una de las imágenes se nota la presencia de un sujeto anónimo. Una persona que ha tirado un papel arrugado a la papelera sin mucha puntería o alguien que ha elegido una lámpara de entre decenas para iluminar un rincón.
Tanta importancia tiene el espacio como los objetos que lo habitan, formando un núcleo que no se puede separar y, cuando esto ocurre, surge un cierto extrañamiento, algo que no encaja y que en numerosas ocasiones nos llama la atención. Ocurre a veces en el día a día y es justo la sorpresa que busca el fotógrafo en esta exposición.
¿Qué debe tener una fotografía para que de repente surja ese efecto? "No existen fórmulas que nos digan lo que tiene que tener una imagen para que atraiga. Depende casi exclusivamente del espectador". En su caso, todas las imágenes tienen algo de poéticas por su mensaje conciso, aunque parezca que no es la belleza su finalidad sino la extrañeza, como el propio autor explicaba.
Nunca fotografía a personas, confiesa. "Al hacer fotografías de objetos y espacios cotidianos, en casas o en el estudio, son escenarios y elementos que se pueden controlar a la perfección", por eso nunca se ha enfrentado a una pose o un objeto que se le haya resistido.
"Normalmente no hago fotografías con personas porque no llego a encontrarme del todo cómodo dirigiendo una sesión, me gusta tirarme horas en el estudio preparando el escenario a fotografiar y no depender de nadie a la hora de realizar mis imágenes".
Grupo Diz
Julio Galeote desarrolla además en la actualidad junto a otros tres fotógrafos (Paula Anta, Aleix Plademunt y Javier Martínez Bueno) una idea llamada Entrevistas, un proyecto colectivo que, cuenta, "va despacio. Los fotógrafos que lo realizamos solemos trabajar solos y ha sido complicado adaptarse todos a una idea y empezar a trabajar. Creo que saldrán unas imágenes muy pensadas". Habrá que esperar para ver su trabajo conjunto pero nos podemos hacer una idea del resultado.
De la unión de los cuatro nació hace cerca de un año el Grupo Diz, una generación de artistas fotógrafos, influenciados principalmente por la fotografía artística americana y alemana que pretende crear un sello identificativo a través de una estética cuidada y pensada que "camina entre el documento y el concepto, caracterizadas por imágenes pensadas y luego encontradas". Su único objetivo, como defienden en su web www.diz-grupo.com es la creación artística.
No recuerda Julio Galeote el momento en que empezó a gustarle la fotografía ni recuerda cuál fue la primera que hizo -sí la última, del proyecto Entrevistas-. Simplemente quiso ser ingeniero y terminó siendo fotógrafo porque "siempre" le gustó - "en mi casa siempre hubo mucha afición"- aunque "casi nunca" lleve la cámara encima.
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