Jorge Sanz: "He exprimido la vida... casi demasiado"

El actor visita Granada para participar en el Festival de Cine – Premios Lorca, donde recoge el Premio de Honor concedido a Antonio Resines y acompaña el pase especial de La reina de España

El Festival de Cine Premios Lorca arranca este viernes un concierto de bandas sonoras para llenar de estrellas el Auditorio Manuel de Falla

Jorge Sanz durante su visita a Granada para la proyección especial de 'La reina de España'. / B. Rico

Granada recibe estos días a Jorge Sanz, una de las figuras más queridas y reconocibles del cine español. El actor, que debutó en 1979 y ha crecido ante la cámara en todas las edades posibles, acude al Festival de Cine Premios Lorca para recoger el garlardón que el certamen ha otorgado a su amigo Antonio Resines, y para presentar la proyección especial de La reina de España, un reencuentro con el universo de Fernando Trueba y con aquel mítico elenco que marcó a toda una generación. En esta entrevista, Sanz repasa su amistad con el actor cántabro, su visión del oficio, su evolución personal y profesional y la metamorfosis de la industria audiovisual.

-Ha recogido el premio de Antonio Resines. Su amistad con él viene de muy lejos.

-Sí, de muy de lejos y además es muy intensa. Nosotros empezamos a la vez. Creo que empecé yo antes que él, pero vamos, más o menos empezamos al mismo año. Son muchos ya. Yo he hecho de Antonio de niño, de hijo suyo... Nuestra relación viene desde muy atrás.

—¿Recuerda aquella primera experiencia juntos?

-Creo que la primera que hicimos fue El huerto. Eran dos amigos que querían hacer un huerto y recordaban su infancia. Yo hacía de él de pequeño.

—Además de Resines, hay otros íntimos en ese círculo de amigos, como fue el caso Enrique San Francisco. ¿A veces el grupo funciona también como una red de apoyo?

-Sí, este oficio tiene altibajos muy grandes, y las facturas para la cabeza pueden ser muy duras. Los que somos de largo recorrido nos apoyamos mucho.

—¿Qué tenía aquel grupo de actores de su generación?

-Era una época distinta. Antes la personalidad del actor pesaba muchísimo en los repartos. Mucho más que ahora. Ahora se premia la eficacia. Antes se trabajaba con personajes irrepetibles, gente única como Kike.

—¿Qué ha cambiado en la elección de actores hoy?

-Que todo es inmediato y digital. Antes había más artesanía. Tenías que imaginar lo que estabas haciendo porque no lo veías hasta días después, cuando revelaban el material. Ahora lo ves en un monitor y repites si quieres.

—Empezó en el 79.

-Sí, estrenando La miel, de Pedro Masó, con López Vázquez.

—¿Qué consejo le daría a su yo de los 80?

-Que disfrute. Que se lo pase bien. Que no sufra. Que exprima la vida, que después todo eso te sirve como actor.

—¿Ha exprimido la vida?

-Demasiado. Casi acabo conmigo mismo.

—Ha presentado en Granada La reina de España. ¿Cómo vivieron el reencuentro con el equipo de La niña de tus ojos?

-Muy bien. Nunca hemos dejado de estar en contacto. Fernando Trueba usaba una frase como la de The Blues Brothers: “Jorge, estoy juntando a la banda”. Y allá íbamos todos otra vez.

—Por su personaje, Julián Torralba, ha pasado el tiempo pero fuera de la pantalla, ¿Cómo lo afrontó?

-Sí, tiene un arco muy chulo. Él se cree su personaje dentro del cine que hace… hasta que descubre que eso no va a ningún lado. En la segunda parte ya está de vuelta de todo. Es un personaje precioso, con un crecimiento muy rico.

—¿Cuál ha sido la fuerza secreta de esas dos películas?

-Que cuentan en tiempo real la historia del cine español: primero la Alemania nazi, luego el desembarco americano en España. Y ver que los mismos cineastas vivieron ambas épocas es muy potente. Te mete en la Historia sin dejar de ser ficción.

—¿Qué papel ha tenido el humor en su carrera?

-Todo. En mi carrera y en mi vida. El humor es un síntoma de inteligencia. Incluso en los dramas suele haber humor. Yo intento vivirlo todo con el máximo humor posible.

—Ese humor le permitió reinventarte con la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz?.

-Sí. Jugar con una versión de mí mismo me divierte muchísimo. Es salir de mí, convivir con un personaje. Eso solo puedes hacerlo cuando la gente ya sabe quién eres.

—¿Crees que aquel Jorge Sanz de los tiempos de Amantes o Belle Époque hubiese imaginado algo así?

-No. Las cosas salen cuando tienen que salir. Siempre he tenido personajes acordes a mi edad y a mi momento vital. ¿Qué fue de Jorge Sanz? salió en el momento perfecto.

—¿Las plataformas han sido un revulsivo?

-Sí. Enorme. La demanda de contenido es brutal. Para los actores ha sido una puerta gigantesca.

—Sin embargo, algunos directores o intérpretes son muy críticos. ¿Lo comparte?

-Eso pasa siempre. Cuando llegaron las sitcoms también hubo rechazo. Todo es trabajo, hay que saber estar en cada tono y en cada formato.

—¿Qué personaje te ha marcado más en lo personal?

-Julián Torralba. Me encanta en La niña de tus ojos y también en La reina de España por esa evolución maravillosa.

—También vivió el cine del “destape”, el cambio de los 70, el salto de lo analógico a lo digital… ¿Cómo recuerda esos comienzos?

-Era un cine muy concreto. Veníamos de la censura y se empezó a cocinar el cine español actual. Yo estaba en medio de todo eso y fue una etapa muy potente.

—Empezó muy joven. ¿Siente que le quitó infancia o que le dio otra distinta?

-Me dio una infancia paralela. Una educación complementaria. Entendí desde pequeño el lenguaje del cine, el comportamiento en un rodaje. Fui un privilegiado.

—¿Cómo compatibilizó estudios y rodajes?

-Mis padres me obligaban: yo hacía películas si aprobaba. Primero era estudiar y no volverme idiota. Y luego, si todo iba bien, rodaba.

—Ha dicho alguna vez que hubo una etapa en la que se volvió idiota por la fama.

-Es que con 18 o 19 años eres muy arrogante. Muy, muy arrogante.

—¿Eso influyó en su relación con Almodóvar, que lo descartó para 'Carne Trémula'?

-No se sabe. Pedro tiene una personalidad muy intensa. Es un genio. Yo creo que fue un error mío: tenía que haber hecho más por entenderle y entrar en su universo.

—Si tuviera que elegir una figura clave en su vida profesional, ¿cuál sería?

-Fernando Trueba. Hice El año de las luces con 16 años, mi primera película fuera. Ahí descubrí el mundo que quería. Me enamoré del cine.

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