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Los jóvenes flamencos pisan fuerte

  • La segunda edición del Concurso Jóvenes Flamencos de la Diputación de Granada ya tiene a sus nuevos ganadores: el guitarrista Jorge Espejo y el bailaor Agustín Barajas, de 26 y 22 años, respectivamente

La segunda edición del Concurso Jóvenes Flamencos de la Diputación de Granada ya tiene ganadores. Son el guitarrista Jorge Espejo y el bailaor Agustín Barajas, de 26 y 22 años, respectivamente. Ambos se hicieron con el galardón (2.500 euros) en una final muy reñida, en la que el jurado dejó desierto el primer premio de la categoría de cante, cuyos finalistas (Alicia Morales, Iván Vílchez y Christian Delgado) también obtuvieron el reconocimiento unánime del jurado, la diputada de Cultura de la institución, María Asunción Pérez Cotarelo, y el público asistente, que abarrotó el teatro municipal Pablo Neruda de Peligros.

Agustín Barajas empezó a bailar con 8 y con solo 9 años representó a España en el concurso internacional Bravo Bravísimo (el de Teresa Rabal), donde gano el premio revelación. Se ha formado con mucha gente y "muy buena" y no solo en baile flamenco, sino también en danza clásica y contemporanea, si bien su maestra ha sido Mariquilla aunque hay tenido distintos profesores aquí en Granada y en Madrid, donde ha completado su formación.

Pese a su corta edad, ha participado ya en varias compañías. Pero su primer espectáculo como primer bailarín ha sido un pequeño formato de unos 40 minutos pero que ha tenido un enorme éxito en Shangai, donde lo presentó en el pabellón de España de la Expo. Tanto gustó "y tan buena fue la aceptación" que se prolongo durante todo el verano (dos meses y medio). "Hay sido mi primera cosa en solitario y aunque no haya sido algo muy grande pero sí ha logrado meter en mi cabeza la creación propia, investigar sobre mi mismo".

Estudia Periodismo en la Universidad Juan Carlos I de Madrid. "Porque mi gente no para de repetirme que tengo que tener estudios. Así es que decidí elegir esta carrera porque me gusta mucho aunque me da miedo pensar qué va a pasar cuando la acabe". Ahora se cogido un año sabático porque con lo de Shangai mas otras actuaciones que tuvo durante el otoño, más la preparación para el concurso de Jóvenes Flamencos, pues decidió aparcarlos por este curso y volver a matricularse en cuarto el próximo año.

En cuanto al concurso, "tuve la oportunidad de ver la final en directo del año pasado pero no lo conocía hasta ese momento". Así, "me enteré por la publicidad de que se volvía a convocar la segunda edición y decidí llevar la documentación solicitado. Y aunque empecé muy pronto el proceso de preparación, lo cierto es que me lo tomé todo con mucha tranquilidad. Reconozco que me ha sido fácil prepararme para el certamen porque tengo la suerte de contar con músicos con los que trabajo con frecuencia y, por tanto, tenemos las creaciones mas pulidas. Pero eso no ha restado interés y esfuerzo por mi parte puesto que al ver que habia tan buen nivel, pues siempre lo intentas trabajar mucho más, pulir más detalles, quedar con categoría, dar la altura, con buen nivel. Al principio me lo tomé un poco mas relajado y no le dí tanta importancia porque pensaba que quedaba mucho tiempo hasta marzo, pero luego cuando se acerca el momento pues afloran todos los nervios, emociones, sentimientos, incertidumbre… y eso, en parte, hace que el trabajo sea mejor y más mejor a la hora de subirte al escenario".

La noche de la final (el pasado 26 de marzo en el teatro Pablo Neruda de Peligros), "salí al escenario con la piel de gallina y con los nervios propios de enfrentarte a un jurado. Pero tenía muchas ganas de salir. Fue una de esas noches que tienes ganas de bailar, que te sientes cómodo. Por eso lo disfruté mucho. Es más, creo que pasé más nervios después de la actuación que antes". Y cuando escuchó su nombre como ganador "pasó un cumulo de sensaciones inexpicables por mi cabeza. Me dio mucha alegría, una alegría desbordante. Primero, porque es una recompensa a tu esfuerzo y a tu trabajo, pero también porque has ganado después de haber competido con dos compañeros de un nivel excelente. Fue un soplo de energía, un subidón".

En cuanto a los proyectos más inmediatos, "me gustaría crear mi propio espectáculo en serio, con producción buena, pero también continuar con mi formacdión porque creo que es muy importante e imprescindible por la edad que tengo y el momento profesional que atravieso. Por lo demas, ir trabajando en los proyectos que vayan saliendo. Ahora se puede decir que es temporada alta en el sector, asi que iré realizando galas, festivales flamencos… pero tambien iré preparando mi actuación para este verano en los Veranos del Corral del Carbón, donde me estreno con mucha ilusión por lo que significan y por la gente que comparto cartel"."Elegí el baile porque es como mejor se expresarme y donde demuestro a la gente cómo soy por dentro y por fuera. Me da la facilidad de reflejar mi personalidad", concluye.

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