Juan Gris, Magritte, Botero y más: viaje gratis por la historia del bodegón con la última exposición del Centro de CajaGranada

A través de más de medio centenar de piezas de artistas de primer nivel, la exposición ofrece un recorrido por dos de los momentos clave en la historia de la naturaleza muerta en el arte: el siglo XVII y el siglo XX

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Un visitante contempla uno de los bodegones que pueden verse en la muestra.
Un visitante contempla uno de los bodegones que pueden verse en la muestra. / Francisco Neyra/ Picwild

El Centro Cultural CajaGranada abre este otoño al público la exposición Bodegón | La eternidad de lo inerte, una muestra excepcional con nombres de primera fila que invita a redescubrir uno de los géneros más antiguos y simbólicos de la historia del arte. A través de más de medio centenar de piezas, esta exposición, que podrá visitarse hasta el 11 de enero, ofrece un viaje por dos de los momentos clave en la historia de la naturaleza muerta, el siglo XVII y el siglo XX. En total, más de 58 obras llegadas de distintas colecciones que recogen objetos inanimados han servido durante siglos como espejo de las preocupaciones humanas, la espiritualidad y la belleza cotidiana. Organizada por CajaGranada Fundación en colaboración con CaixaBank, la muestra ofrece una visión única a través de las miradas de más de 40 artistas, entre los que se encuentran figuras como Juan van der Hamen, Juan Gris, Fernando Botero o Antonio López.

Del mensaje simbólico a la libertad creativa

La exposición traza un recorrido que va desde las composiciones moralizantes del Barroco flamenco hasta las naturalezas muertas cubistas de Juan Gris o María Blanchard, pasando por las visiones metafísicas de Magritte o las reinterpretaciones contemporáneas de Antonio López y Fernando Botero. En todas ellas, los objetos frutas, flores, instrumentos, utensilios…revelan su poder evocador de los grandes temás del arte, como el paso del tiempo, la fugacidad de la belleza o la trascendencia de lo cotidiano.

Varias de las piezas que pueden verse en la muestra.
Varias de las piezas que pueden verse en la muestra. / Francisco Neyra/ Picwild

En sus composiciones se revela un profundo simbolismo. Mientras que en el siglo XVII (Barroco), los opulentos bodegones utilizaban flores marchitas y relojes para evocar la fugacidad de la vida, la moral y la espiritualidad, en el siglo XX el género fue subvertido por artistas como Juan Gris o Magritte. En esta etapa moderna, el bodegón se convirtió en un campo de libertad creativa y experimentación formal, donde los objetos se despojan de su moralidad barroca para explorar las visiones metafísicas, el cubismo o la belleza de la composición cotidiana.

Los grandes maestros en la muestra

La exposición, comisariada por María Toral, ofrece un diálogo entre esa tradición y la contemporaneidad, revelando cómo los artistas han encontrado en los objetos inanimados un motivo de introspección, de goce estético y de reflexión filosófica. Abierta al público de forma gratuita desde este jueves hasta el 11 de octubre, puede verse en horario de mañana y tarde de lunes a sábados, excepto los domingos, que cierra sus puertas a las 14:00.

La nómina de autores de la muestra incluye a los siguientes artistas Juan van der Hamen, Pedro de Camprobín, Abraham Brueghel, Alexander Adriaenssen, Gaspar Peeter Verbruggen el Joven, Gabriel de la Corte, Maestro di Fiori Guardeschi, Hermén Anglada Camarasa, Raoul Dufy, María Blanchard, Albert Gleizes, José Gutiérrez Solana, Juan Gris, Jacques Lipchitz, Ismael González de la Serna, René Magritte, Óscar Domínguez, Rafael Zabaleta, Ramón Gaya, Pablo Serrano, Julio López, Fernando Botero, María Moreno, Carmen Laffón, Antonio López, Isabel Quintanilla, Manolo Valdés, Guillermo Pérez Villalta, Juan de Echevarría, José Moreno Villa, Pancho Cossío, Manuel Ángeles Ortiz, Francisco Bores, Joaquín Peinado, Matías Álvarez Ajuria, José Gurvich, Esperanza Parada, Claudio Bravo y Cristóbal Toral.

"He querido rendir un homenaje a los inicios con los bodegones flamencos, y también he querido rendir homenaje a los pintores cubistas como los grandes recuperadores del bodegón en el siglo XX", detalla la comisaria, que hace que dialoguen entre sí "artistas que no tienen nada que ver unos con otros, desde Camprobín a Solana, con muchas diferencias de siglos y estilos, hasta Botero y Manuel Ángeles Ortiz", mezclas "que al principio suenan casi imposibles".

Estructura

El objetivo era "mostrar un género que ha ido cambiando a lo largo del tiempo con los distintos movimientos artísticos, pero siempre ha tenido un gran atractivo para los grandes creadores de todos los tiempos. No se trata solo de una muestra de su virtuosismo como artista, también muchas veces sirve para mandar mensajes ocultos enseñar cómo se vive en cada época. Eso es lo que hace que el bodegón tenga tantas lecturas interesantes y tan subjetivas", comenta sobre una exposición que ha dividido en tres secciones: los alimentos, las flores, y los objetos inanimados.

Procedencia

Todas las obras proceden de colecciones privadas —entre ellas las colecciones Azcona, Gerstenmaier-Fernández Vallejo, López Quintanilla, López Parada, y las galerías Fernando Pradilla y Guillermo de Osma, así como el estudio de Antonio López— y muchas de ellas son inéditas para el público.

El origen del bodegón

Estamos ante una práctica que se remonta al antiguo Egipto, cuando ya se dibujaban en los interiores de los sarcófagos y de las tumbas alimentos. En esa cultura se creía que los objetos relacionados con la comida y lo cotidiano se convertirían en reales al llegar el fallecido en la otra vida. Igualmente, en la antigua Grecia se representaban objetos de la vida común y animales de manera habitual.

También para los romanos estas representaciones eran algo recurrente, como puede apreciarse, por ejemplo, en los frescos que aún permanecen en Pompeya.

Ya en la Edad Media, los bodegones empiezan a intuirse, con algo más de presencia, dentro de las pinturas religiosas o en los retratos, aunque siempre aparecían en un segundo plano, estando así subordinados a otros géneros pictóricos.

En realidad, el bodegón como tal no empieza a cobrar importancia como una temática nueva e independiente hasta el siglo XVII en los Países Bajos. La tendencia anterior se rompe por fin cuando la poderosa burguesía del norte de Europa reclama creaciones de carácter decorativo, aptas para ornamentar los salones y las estancias de sus hogares. Desde entonces existe un fuerte desarrollo del bodegón barroco y crece el número de pintores que se afanan en representar una múltiple variedad de frutas, alimentos, flores y objetos cotidianos pintados con gran naturalismo, sin dejar de pintar bronces, vidrios y objetos de platería que complementaban la composición.

En rueda de prensa, han presentado la exposición la presidenta de CajaGranada Fundación, María Elena Martín-Vivaldi Caballero; el director comercial de CaixaBank en Granada y Jaén, Amador Carmona Acedo; y la comisaria de la exposición, María Toral.

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