Juarma: "Destruí muchas de mis obras. Hice auténticas escabechinas"

El escritor deifontero presenta en la Biblioteca Provincial de la capital ‘Poética de la autodestrucción’, su tercer libro que él mismo define como “de la poesía y de la obra”

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El autor posa para la entrevista en el interior del bar Bienbebida, haciendo honor al nombre.
El autor posa para la entrevista en el interior del bar Bienbebida, haciendo honor al nombre. / Antonio L. Juárez / PicWild

Juarma está cansando. El de Deifontes lleva varios días de gira por España para presentar Poética de la autodestrucción, el tercer libro, todos publicados con Blackie Books, de su particular Universo Villa de la Fuente. Una de sus últimas paradas fue en Granada, en la Biblioteca Provincial, donde le recibió una sala abarrotada, una respuesta que agradece enormemente el autor:“Estoy muy agradecido de todos los sitios que voy de conocer a la gente, de hablar con ellos, intento disfrutarlo porque no sé hasta cuando voy a durar escribiendo”.

Pregunta.¿Qué tal volver a Granada? Supongo que habrá aprovechado para regresar al pueblo

Respuesta.Un poco ajetreado, pero bien. Me encanta volver a mi pueblo, porque para mí, y siempre lo digo, es el sitio donde más me gusta ir porque tengo a mi familia y a mis amigos allí, me siento muy a gusto.

P.Imagino que está al tanto de lo que ocurrió con el Picasso ‘robado’. Durante unos días, la gente supo ubicar a Deifontes en el mapa.

R.Pero realmente allí no pasó nada (risas). Si el cuadro no llegó siquiera a salir de Madrid. Pero bueno, es algo que le ha dado vidilla al pueblo y dentro de las noticias que sucesos que normalmente ocurren normalmente esta ha sido muy divertida.

P.¿Lo ve con potencial para un a una novela?

R.No, hombre, no. Tengo mucho respeto por la gente, aunque bueno, quizá alguna cosilla...

P.Centrándonos en el libro, llama la atención que está escrito en estilo muy coloquial.

R.Este libro tiene más diálogo y cuando lo escribo me sale más natural hacerlo así, usando el lenguaje de mi pueblo. De todas formas no creo que sea fundamental para entender la trama, para mí sí resulta más natural para escribir las historias de Villa de la Fuente, otras cosas las escribo de otra manera, pero la respuesta de mucha gente, sea de Galicia, de Asturias o del País Vasco, es que le gusta, lo entienden, porque entienden que el pueblo del que estoy hablando es un pueblo como el que ellos tienen, todos hemos vivido historias un poco parecidas y al final el lenguaje es secundario.

P.El protagonista, Miguel, escribe, aunque a veces se refugia en un alter ego. ¿Cuánto hay de Juan Manuel en Miguel o de Juarma?

R.Siempre cojo a mis personajes y les doy cosas que hago, por ejemplo en Punki, a Álex lo hice dibujante y a este lo he hecho escritor, pero a partir de ahí les dejo que se las apañen. Realmente el yo cuando escribe es un poco estorbo y habrá gente que a lo mejor le pueda resultar más familiar a este personaje u otro, pero realmente me da igual si se parece a mí o a mi primo (risas).

P.Igual que el protagonista, ¿usted ha destruido obras propias?

R.Sí, muchísimas. Hice auténticas escabechinas.

P.También como Miguel, ha trabajado en la obra y en la vendimia. ¿Cómo te curte trabajar desde tan joven?

R.Aprendes, aparte de desenvolverte en cualquier cosa que te echen, a relacionarte con la gente, a socializar, y aprendes mucho de todo el mundo. Si alguien como Miguel, que se va con 21 años a trabajar a la obra, se encuentra con que todo el mundo le está enseñando, eso te aporta una forma de ver, de escuchar y de entender las cosas, porque comprendes que si una persona que lleva 30 años haciéndolo así, te dice que se hace de cierta manera, pues lo mejor que puedes hacer es escuchar y aprender.

P.Al protagonista, además, trabajar le sirve como terapia de sus problemas. ¿Se cumple esa máxima de “el trabajo os hará libres”?

R.En general creo que no, porque el trabajo nos tiene como nos tiene, pero en este caso concreto a él es lo mejor que le ha pasado en la vida. A él le dan un pepito y es su amor de verano. Me interesaba meter una historia así. Siempre me he referido a este libro como el de la poesía y la obra.

P.Sus problemas no son poca cosa, llega incluso a intentar suicidarse. ¿Cómo es tratar estos temas?

R.Siempre intento tratarlo con respeto y que no sea una cosa morbosa. El libro se llama Poética de la autodestrucción porque Miguel es como es, pero creo que se habla mucho de sanación a través de la poesía, de la obra, de las amistades. Busco que si hay una persona que tiene pensamientos negativos, que acuda a un médico en busca de ayuda, pero también hay muchas cosas que funcionan como asideros ante esos pensamientos.

P.El libro habla también de una época donde abundaban los SMS, la construcción, incluso gente sacando libros de bibliotecas. Todo eso es cosa ya del pasado, pero la droga sigue vigente.

R.Siempre que me preguntan sobre este tema respondo lo mismo, que basta con que te metas en la sección de sucesos de cualquier medio y veas lo que pasa, lo que ocurre. Yo no me invento nada, no son cosas imaginadas por mí, sino que están ahí y no puedo quitarlo de mis novelas.

P.Para acabar, una pregunta que hace uno de tus personajes: “¿pa’qué pollas sirve la poesía?”

R.Pues esa frase no está puesta ahí por poner, está ahí para explicar el libro. ¿Para qué sirve la poesía?, pues para escribir esta historia y contarla, y que esté en un libro que lo lea mucha gente.

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