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La historia de Granada a través de sus nombres

  • El abogado Luis Alberto Pozo publica en Amazon una guía de los gentilicios de la provincia que es un inventario de curiosidades sobre la historia y sociología

El autor, Luis Alberto Pozo.

El autor, Luis Alberto Pozo. / G. H.

Un gentilicio es “un adjetivo (a menudo usado como sustantivo) que expresa nacionalidad o lugar de origen” según la definición de la Real Academia de la Lengua. Pero no sólo se puede denotar la relación con un lugar geográfico de la entidad de país o continente, hay gentilicios de lugares cada vez más específicos, desde una comunidad o región, a una provincia, un municipio, una localidad, una pedanía o incluso un barrio.

Es ahí, en esos gentilicios de lugares de menor envergadura geográfica, donde residen el principal problema y donde el campo de estudio suele estar menos trabajado. Así al menos lo señala Luis Alberto Pozo, un abogado amante de la historia que no encontraba un inventario completo de los términos para designar a los naturales de localidades, pedanías y barrios granadinos hasta que decidió elaborar el suyo propio.

“En el año 2008 o 2009 realicé el primer borrador del libro, que es una guía de los principales gentilicios de la provincia con un breve estudio crítico. Lo hice para uso personal pero no encontraba ninguno y hace unos meses decidí retomar el estudio y publicarlo”, cuenta el autor.

Además de criterios lingüísticos hay que tener en cuenta el uso, la historia y la tradición

El abogado explica que la única guía oficial que él encontró es el libro de estilo de Canal Sur y no recoge los términos con suficiente detalle. “Se centra en los municipios y descubrí que tenía muchos errores. También hay una guía para concejales de la Junta de Andalucía pero ocurre lo mismo”.

Ante ese descubrimiento, el abogado se lanzó a la gesta sin una formación específica en lexicografía o dialectología y se puso a actualizar el borrador que tenía llamando a Ayuntamientos y a todo tipo de entidades civiles, desde asociaciones culturales a bandas de música. “Me sorprendió lo fácil que hubiese sido para los autores de estos libros”, cuenta el autor sobre el trabajo de campo que le llevó un par de meses.

Fue así como el mismo 31 de diciembre auto editó en Amazon el libro Gentilicios de la provincia de Granada con un precio de venta al púbico de 4,27 euros. “No lo hago con la intención de ganar dinero, lo entiendo como un servicio a la sociedad civil. Yo creo que es importante que también partan de ella este tipo de iniciativas, no sólo de instituciones públicas como puede ser la Universidad”, comenta Pozo.

Aunque los gentilicios en español se forman con una variedad de sufijos y sus correspondientes variantes femeninas (por ejemplo, de Granada, granadino), también se reconocen un gran número de gentilicios particulares. No hay que olvidar que, además de los criterios lingüísticos, son también válidos aquellos fundamentos relacionados con la cultura, el uso, la historia y la tradición.

A todo eso hay que sumar los nombres hipocorísticos: aquellos apelativos cariñosos, familiares o eufemísticos usados para suplantar a un nombre real. En algunos casos, para referirse a los nacidos en un lugar, se usa un hipocorístico —una designación cariñosa— que no sustituye al gentilicio pero se suma a él.

Un ejemplo claro es el gentilicio de “greñúos” para referirse a los habitantes del barrio granadino del Realejo. Sobre el término, Pozo señala que su origen es incierto porque no se sabe si el apelativo de una ve las vírgenes del barrio ha denominado a los residentes o a la inversa. “Hay testimonios de su uso desde finales del XIX porque Ganivet lo emplea en sus textos”.

En algunos casos, los gentilicios so son derivados de un antiguo topónimo o etnónimo. Hay numerosos ejemplos de gentilicios que no siguen el nombre actual sino el antiguo. En este caso, Pozo cita para el mismo topónimo de Granada el gentilicio iliberritano; para Baza, bastetano; para Almuñécar, sexitano y para Guadix, accitano.

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