Novedades literarias | Se publican dos libros de Carmen de Burgos y Rosa Chacel

Las escritoras españolas del futuro

  • Cuadernos del Vigía presenta dos joyas de la Generación del 27, 'El último contrabandista' de Carmen de Burgos y 'Estación. Ida y vuelta' de Rosa Chacel, en la Semana de los Libros

El investigador literario Jairo García Jaramillo, la escritora Rosa Berbel y la librera Marian Recuerda, en el Cuarto Real

El investigador literario Jairo García Jaramillo, la escritora Rosa Berbel y la librera Marian Recuerda, en el Cuarto Real / Antonio L. Juárez / PhotographersSports

Fueron unas adelantadas a su tiempo por la manera de hacer literatura y por las ideas de modernidad que abanderaban en cada una de sus obras. "Ellas escribían como una conciencia clara de perdurabilidad. Ellas escribían para el futuro, para ser leídas más adelante, para ser leídas siempre. Ellas nos estaban hablando a nosotras. Muy poca gente de su generación, de principios del siglo XX, podía comprender el estilo de Rosa Chacel o las cosas por las que peleaba Carmen de Burgos", defendió ayer Marian Recuerda, dueña de Ubú Libros, antes de la presentación de Estación. Ida y vuelta de Rosa Chacel y El último contrabandista de Carmen de Burgos con motivo de la Semana de los Libros. La editorial Cuadernos del Vigía acaba de publicar estas dos joyas literarias del 27 dentro de su colección La mitad ignorada

La editorial granadina inauguró esta colección, encargada de recuperar a las escritoras olvidas y silenciadas del 27, con la autora almeriense porque es "la figura intelectual más grande o una de las más grandes del siglo XX; por todo su activismo y por su obra enorme, que empezamos a descubrir ahora, tanto como periodistas, pedagoga y novelista", explicó Jairo García Jaramillo, investigador literario y coordinador de la colección. Concepción Nuñez Rey, la biógrafa de Carmen de Burgos, les propuso publicar lo que ella llama la trilogía de Rodalquilar (formada por Los inadaptados, El último contrabandista y Puñal de claveles, la que cierra esta saga que esta ambientado en ese espacio mítico). "Literariamente son un prodigio. Se trata de novelas casi de aventuras con un trasfondo muy interesante y simbólico", recalcó Jaramillo.

Portada del libro de Rosa Chacel Portada del libro de Rosa Chacel

Portada del libro de Rosa Chacel / G. H.

Cuadernos del Vigía tampoco dudó en publicar libros de Rosa Chacel. En este caso la novela Estación. Ida y vuelta, que llevaba descatalogada muchísimo tiempo. "La queríamos en el catálogo y luchamos por conseguirlo. Hay mucha gente intentando publicar estas obras. Conseguimos finalmente los derechos", relató el investigador literario que define esta obra como "una de las grandes cimas de la novelística del 27". "Una de las cimas de la prosa de la Edad de Plata, que estaba más inclinada hacia la poesía. La prosa del 27 no sería la misma sin esta obra pionera y muy fría por el vanguardismo europeo", sostuvo. La autora vallisoletana escribe la novela durante su estancia en Roma. "Ella se marchó de España a raíz de una beca que le habían dado a su marido, el pintor Timoteo Pérez Rubio. Vivieron cinco años fuera de España. Habla de una obra con cierto sentido de un primer o inicial exilio de los otros que tuvo luego. Allí lee a Joyce, a Freud. Le influyen más las corrientes europeas que Ortega", defendió.

En Estación. Ida y vuelta la trama se ve reducida a su mínima expresión y el monólogo interior de la autora se convierte en protagonista. "No sucede nada en el libro y ni siquiera en ese monólogo está perfilado el personaje que habla o el personaje al que se refiere. No sabes lo que pasa y tampoco importa. De lo que trata esta novela es de la duda, del conflicto, de la situación de la nada desde la que siente ese personaje y desde el que se expresa", resumió Recuerda antes de participar en un coloquio sobre los dos libros junto a Jaramillo y la escritora Rosa Berbel.

Para la dueña de Ubú Libros, esta novela de Chacel es "un libro muy incómodo que cuesta trabajo leer". "Está escrito a base de fragmentos cortos que hay que seguir, planos que se superponen como escamas. Parece a veces que la novela te está echando. Parece que quiere que dejes de leerla. Eso entra dentro del espíritu de Rosa Chacel, que era existencialista", aseguró Recuerda. A Berbel le parece una novela "sorprendente, experimental, contemporánea, radical y muy distinta a lo que se estaba haciendo en la primera mitad del siglo XX", ya que la autora "rechaza la novela realista del siglo XIX, el modelo de la novela galdosiana". "Está mucho más cerca de lo que se hacía a comienzos del siglo XX en la novela modernista anglosajona, en la novela de ideas, novelas que son antinarrativas y tienen una forma distinta de entender la realidad", señaló.

En El último contrabandista, la célebre periodista almeriense conserva las referencias culturales míticas que se observan en el ciclo novelesco de Rodalquilar, pero girando sobre todo en torno a sus dos líneas temáticas y argumentales: la heroica de las hazañas del contrabando, y la telúrica de las pasiones desgarradas. "Lo que me gusta de Carmen es la cosa del drama rural, de como utiliza el lenguaje del pueblo para expresar ideas súper modernas. Valle Inclán estaba haciendo lo mismo", destacó Recuerda.

Portada del libro de Carmen de Burgos Portada del libro de Carmen de Burgos

Portada del libro de Carmen de Burgos / G. H.

A la poeta sevillana afincada en Granada le parece una novela "muy interesante, aparte de por todo la labor feminista de Carmen de Burgos incuestionable, porque en lugar de darle protagonista único a las figuras masculinas ella propone una estructura de la novela que es casi coral: todos los personajes tienen su lugar". "Hay una finalidad política muy clara: arrebatarle la voz a los hombres que son el centro de la vida económica, laboral, social y dársela al resto de personas a instancias del pueblo", señaló la autora de Las niñas siempre dicen las verdad, que opina que la escritora trata de "dignificar ese paisaje (el de Rodalquilar) por vía de las pasiones, los símbolos y los mitos".

Ambas, subraya Recuerda, "no tenían ningún complejo sobre su inteligencia y erudición". "Escribían como tenían que hacerlo y luchaban por estar en el sitio donde tenían que estar. Cada una a su manera: una feminista con más empatía hacia las demás y Chacel renegando de todo", zanjó. Una propuesta "fascinante de recreación de una cosmología como la almeriense" en el caso de Carmen de Burgos y "una rareza extraordinaria y muy estimulante dentro del panorama editorial español de principios del siglo XX" como Chacel, en palabras de Berbel, dignas de ser leídas ahora y en el futuro.

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