La familia de Manuel Cano quiere abrir un museo en Granada

José Manuel Cano Robles, hijo del guitarrista español y primer catedrático de guitarra flamenca en España, intenta que legado de su padre, Manuel Cano, tenga un museo en su cuidad natal, Granada.

La familia tiene los documentos firmados por el Ayuntamiento de Granada, que acepta el legado de Manuel Cano como parte del patrimonio histórico de la ciudad. Piensa en algo parecido al Museo de la Guitarra Española Antonio de Torres, en Almería, o al Museo de la Guitarra de Andrés Segovia, en Linares.

Hace tres años se cedieron al Ayuntamiento de Granada las pertenencias personales del músico por parte de la familia, incluida una vitrina de palo rosa para colocar diez guitarras. No obstante, la vuida del maestro prefería que el citado mueble francés perteneciera a la familia.

También la familia ha donado todos los objetos que Manuel Cano recibió como regalos, incluida una amplia colección de instrumentos de Marruecos, Rusia y América del Sur, así como varios instrumentos antiguos. "Todos sus premios y discos, su discografía y todos sus libros del flamenco", dijo José Manuel Cano.

Fue una decisión colectiva, que la familia tomó junta. "Gasté siete meses en organizar todas sus cosas, que estaban en la casa de mi madre. Conozco la historia de mi padre de primera mano. Cuando tenía ocho años, lo acompañaba en sus conciertos", dijo José Manuel Cano.

Actualmente el legado del músico está guardado en la Huerta del Rasillo, cerca de Hipercor, en la sede de la Policía Local de Granada. "Hace tres años que no sabemos nada del legado. No lo hemos visto y tengo mi preocupación por el estado del mismo, sobre todo por las guitarras. Son cuatro. Los carteles, los premios o los libros no se van a estropear, pero las guitarras sí", comentó José Manuel.

Entre las guitarras hay un instrumento del padre de Manuel Cano de 1890, una guitarra de Martínez de Milán, la primera guitarra regalada por el Conde de Colombi para el hijo del músico "y una guitarra de 1990 de Juan Román Padilla, encargada especial por Manuel Cano, pero mi padre nunca no la vio porque fallecio en los principios 1990, por esto es la guitarra póstuma", subraya. El famoso músico puso el nombre El capricho para la citada guitarra, porque, según él, “tener una guitarra de caoba fue un capricho”. Por esto el maestro Padilla puso este nombre dentro de la guitarra.

En la ciudad de Ishioka, cerca de Tokio, se encuentra el Palacio de la Guitarra con la Fundación de Manuel Cano. Lleva su nombre en castellano. Fue inaugurado por la vuida y su hijo en 1992 con un concierto de 24 guitarristas de España y Japón, y una gira de los conciertos por Japón". Allí está el museo, que alberga 18 guitarras de la coleción, cada una en su vitrina individual de cristal, y una sala de conciertos. "Mi padre tenía 24 guitarras, entre ellas 18 están en Japón", comentó.

Manuel Cano fue uno de los primeros músicos que llevó el flamenco a Japón. También viajó con frecuencia a Rusia, donde contribuyó a popularizar este arte. Por esto, le considera una de las figuras clave en la proyección internacional del flamenco.

"Todo este edificio está dedicado a mi padre. Él no quería llevar allí nada más que las guitarras. Por eso quiero que todas sus cosas personales se queden en Granada. Siempre que voy a Japón, termino allí mi gira", destacó el músico.

Este edificio es muy especial, tiene la forma de boquilla de guitarra y las cuerdas están dibujadas en el suelo. Tiene una cúpula de madera con forma semicircular. Según José Manuel Cano, este Palacio de la Guitarra es “el lugar donde mejor suena el instrumento”, que él haya escuchado. Al hilo apostilla que "es un edificio único en el mundo dedicado a la guitarra”.

Este año se celebra el centenario del nacimiento de famoso músico. ”Gracias a Vicente Coves, director del Festival de la Guitarra, han hecho un homenaje a mi padre por 31 conciertos”. Además, el Ayuntamiento quiere organizar una exposición temporal mientras que le busca una ubicación definitiva.