La era mecánica

La era mecánica
M. G. González

16 de marzo 2014 - 05:00

En el próximo julio se cumplirán cien años del comienzo de la Gran Guerra. Inevitablemente, dicho centenario ha generado una copiosa bibliografía, que viene a unirse al ingente número de estudios sobre la Primera Guerra Mundial que se han venido publicando en los últimos tiempos y que ha desplazado, sólo en parte, el interés suscitado por la última conflagración mundial. Tal interés no se debe tanto a una nueva aportación de datos, como a una nueva mirada sobre aquel conflicto, cuyo carácter industrial y masivo sólo ahora se nos aparece en su verdadera magnitud. Este carácter híbrido y transicional, que desbordó por completo la ciencia militar de los ejércitos en liza, es el que se resume ejemplarmente en la figura de Manfred von Richthofen, el célebre aviador alemán que sería conocido como El Barón Rojo.

Por otra parte, la Grand Guerre fue el último conflicto que proporcionó mitos perdurables; mitos que, más allá de su carácter bélico, compendiaran cierto ideal humano o cierta idea del heroísmo, el valor y la tragedia. Tal fue el caso de Lawrence de Arabia y Mata-Hari, prototipos, respectivamente, del libertador y de la espía. Tal es el caso de Richthofen y su triplano escarlata, cuya pericia en el combate le granjeó la admiración y la honra de sus enemigos. Curiosamente, esta biografía en español se debe, no a la labor paciente de un historiador, sino al fructífero entusiasmo de un escritor fascinado por la figura de Richthofen. A pesar de ello, el resultado es un notable estudio, una obra puntual y minuciosa, en el que el biografiado viene puesto en relación con el espíritu que penetró su época. No en vano, Richthofen, que comenzó en el arma de caballería, inservible en la guerra de trincheras, acabará sus días en el novedoso ejército del aire, que cambiará para siempre la naturaleza y el alcance de futuros conflictos (un pariente suyo estuvo al mando de la Legión Cóndor).

Aun así, algo de la antigua caballerosidad decimonónica perduraría en la Gran Guerra. Cuando el ejército aliado dé sepultura al Barón Rojo, rindiéndole honores militares, escribirá en su tumba: "Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Descanse en paz". Veinte años más tarde, cuando triunfe la Blitzkrieg, este mismo epitafio será inimaginable.

J. Eduardo Caamaño. Almuzara. Córdoba, 2014. 638 páginas. 28 euros

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