Mercedes Peón: “Tenemos el poder de emocionarnos y emocionar desde lugares de abstracción, donde no medien entre nosotros y nuestras emociones”
La vanguardista artista gallega protagoniza el sábado del Parapanda Folk con uno de los conciertos más esperados
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Mercedes Peón, la vanguardista artista gallega, será la protagonista de la jornada del sábado del festival Parapanda Folk de Íllora, con uno de los conciertos más esperados de toda la edición, en el que presentará todos los universos que se dan cabida en Deixaas, su último trabajo.
Pregunta.La suya es una de esas carreras musicales tan sólidas y robustas que dan vértigo… ¿Cuál fue en su caso la chispa que incendió su pasión por la música folk y que la ha llevado a mantenerse en lo más alto durante todo este tiempo?
Respuesta.La verdad es que casi no escucho música y me cuesta decir amor por la música folk porque lo que amo es la creación colectiva y, después hacer música y producir para películas o piezas escénicas. Creo que lo que necesitaríamos sería definir bien el folk.
P.El proceso de investigación, de profundización en el folk popular para, a partir de ahí, crear, continúa a día de hoy y se nota en la progresión de sus trabajos… ¿Cuáles han sido los últimos hallazgos que más le han sorprendido? ¿Sigue habiendo cuerda para tirar y descubrir?
R.En mi caso lo que descubrí fue que las culturas de creación colectivas que estaban vivas se omitían, menospreciaban e incluso se destruían sin ningún pudor. Yo lo que hago es componer libremente desde un conocimiento profundo, saltándome lo centrado como representación nacional.
P.¿Y es eso, lo más auténtico, lo que admite más reinterpretaciones?
R.El tema que abre el disco Deixaas del mismo título versa así: “Ahora que fuisteis a recoger a las aldeas, ahora que ya lo sabéis, ¡ay! Ahora lo que haréis”. No todo es válido, hay que cuidar, no apropiarse, homenajear y ser fieles a una misma. La tradición son nuestras tocadoras con la pandereta en mano, al unísono para que la gente baile, y eso es irreductible y no se debe de manosear ni reinterpretar porque es perfecto, y si lo haces o hacemos hay que tener el pudor y la modestia de saber el regalo que nos están haciendo.
P.Su música es de las que sorprenden en una primera escucha y fascinan una vez que las interioriza. En una sociedad que consume música (y casi de todo) de una forma voraz y automática, ¿cómo pueden sobresalir unos trabajos que invitan a la reflexión, a la escucha reposada y pausada?
R.La hija de una amiga mía vino de casualidad a ver un ensayo del proyecto Ingrávida con su madre. Daniela es adolescente y escucha música convencional; yo veía cómo se levantaba a cada poco y se metía en el cuarto de baño, una y otra vez. Cuando acabó el ensayo le pregunté: Daniela, ¿te encuentras bien? Y me dijo: “Sí, estoy bien, es que me levantaba a llorar. Nunca había escuchado instrumentos tan cerca, todo me sorprendía y emocionaba, no quería que me vieras llorar”. Empezó a seguirnos por Instagram, a todas las músicas una por una, a intentar vernos en directo... Algo cambió, y eso creo que le puede pasar a la sociedad en general. Lo que hace más ruido está muy a la vista, pero tenemos el poder de emocionarnos y emocionar desde lugares de abstracción, donde no medien entre nosotros y nuestras emociones.
P.En su música el lenguaje, el idioma, toma una fuerza brutal… ¿Cómo se mueve y cómo indaga en ese equilibrio palabra / música?
R.Creo que de una forma muy orgánica, fluida y natural
P.¿Se plantea o le gustaría plantearse la perdurabilidad de su música, que forme parte del legado y la memoria cultural de otras generaciones al igual que ustedes beben de quienes les precedieron?
R.Aquí tengo que explicar algo de Galicia y de otras muchísimas partes del mundo. Cuando los lenguajes están vivos, la música de composición comercial influencia, como es mi caso, a las generaciones que vienen detrás a subirse a los escenarios. Estoy contenta por ello y me siento muy reconocida, pero otra cosa es lo que pervive como imaginario colectivo. En Galicia hubo en los 80 un movimiento que se denominó A revolución das pandeireteiras que significó poner a la luz la verdadera música de cientos de lugares de Bergantiños, Val de Soneira, Avión, etc, donde la música era transmitida y creada por las mujeres. Todas las mujeres de Galicia deberían saber tocar y muchas de nosotras podemos hacer una foliada, bailar maneos, muiñeiras punteadas, pateados, muiñeiras ribeiranas, etc y ellos también. Sabemos de la comunicación con los cuerpos, sabemos todes nosotres casi en el mismo instante lo que vas hacer y parece que pactamos el baile. Sabemos de la improvisación de la palabra y todo eso es lo que hace que las culturas permanezcan, sobrevivan y eso solo puede ser en colectividad. Paralelamente hemos creado la asociación Somos Pandeireteiras que es una asociación de pandeireteiras en su diversidad; por tanto un lugar político donde son ellas/nosotras las que creamos nuestro propio relato en frente de un patriarcado piramidal, de arriba a abajo y no de abajo a arriba como se podría pensar. Todas estas capas y muchas más harán y formarán parte del legado, pero nuestro legado somos nosotres libres, el pueblo fuera del pueblo amando lo que sabemos y se nos dio a través de la experiencia del cuerpo.
P.¿Puede llegar a peligrar la tradición en un momento como el actual en el que las identidades de los pueblos está empezando a verse más como una forma de separarnos que, precisamente, de mantenernos unidos?
R.Permítanme enmarcar el significado de tradición: creación colectiva en micro hábitats pasados y evolucionados de generación en generación. Si no se puede desarrollar la creatividad en lugares micro y todo tiene que ser desde lo macro, central y hegemónico, estaremos abocades a una vida mediatizada y muy lejos de nuestros deseos y serán sustituidos, o ya son, por lo que convenga desde unos intereses que nada tienen que ver con lo humano, lo amoroso y lo transcendente.
P.Tiene uno de los directos más personales y auténticos que se pueden ver actualmente sobre un escenario. ¿Qué puede esperar encontrarse el sábado el público del Parapanda?
R.Somos tres músicas en escena: Mónica de Nut cubriendo la linea de bajos y una voz que transgrede la formación clásica, Ana Fernández con percusión de mano y voz, y yo manejando la electrónica artesanal salida directamente de mi estudio. Son composiciones que hablan de la sororidad, de las fricciones entre la fuerza del trabajo, la formación sindical, etc. Pasamos por lo cuántico con “partículas” y todo contenido en ese Deixaas que fue producido a través de las grabaciones hechas en la construcción de un portaaviones en los astilleros de Navantia. Habla de la extrañeza de MK, protagonista de una novela de María Reimóndez, al no entender el habla de su íntima amiga de Tamil Nadú al volver a verla. Deixaas que quiere decir “dejarlas” y también “ya di alas”. Todo convive en un contenedor y no tienen porqué saber unas de las existencias de las otras como presencias en capas. Dicen que es un concierto lleno de creatividad y energía, yo os puedo decir que la intención es hacer un concierto de máxima sinceridad y con toda la intención de trascender con el público.
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