Músicos eslovacos debutan llevando el tango de Piazzolla al Festival de la Guitarra

El Festival de la Guitarra de Granada acogió el primer concierto en Granada del quinteto eslovaco Konvergencie Ensemble. El grupo se presentó en la peña La Platería con un programa dedicado al compositor argentino Astor Piazzolla, en un evento patrocinado por el Gobierno de Eslovaquia.

Aunque era su primera actuación juntos en Granada, los cinco músicos —Peter Biely (violín), Martin Krajčo y Ondrej Veselý (guitarras), Jozef Lupták (violonchelo) y Boris Lenko (bandoneón)— se conocen desde los once años. Comparten una larga trayectoria de colaboraciones en Bratislava (Eslovaquia), tanto en el ámbito clásico y contemporáneo como en proyectos con músicos gitanos. Su repertorio es variado y ecléctico. Les interesa "cruzar estilos, explorar conexiones y tender puentes entre lenguajes musicales que, a primera vista, pueden parecer lejanos, pero que esconden vínculos significativos".

Un granadino entre eslovacos

El único miembro que reside en la ciudad andaluza es el violinista Peter Biely, integrante de la Orquesta Ciudad de Granada, que vive en Granada desde hace más de 30 años. Aunque viven en países distintos, su colaboración artística sigue tan activa como siempre. Participan en proyectos musicales en Eslovaquia con frecuencia. "Granada es mi casa ya. A pesar de estar lejos de Bratislava, mantengo un vínculo musical muy fuerte con mis colegas eslovacos. Viajamos a menudo para colaborar en proyectos conjuntos. Este concierto ha sido una especie de reencuentro. Con algunos llevo tocando desde que éramos niños. Es un privilegio poder compartir este escenario ahora, después de tantos años y caminos recorridos", explicó Biely.

La presencia del bandoneón, instrumento central en la obra de Piazzolla, marcó la diferencia en una programación del Festival de la Guitarra donde normalmente la guitarra es protagonista. En este caso, el bandoneón —instrumento central en el universo musical de Piazzolla— tuvo un papel destacado, aportando una sonoridad distinta y poco frecuente en el certamen. El propio Festival incluye una línea llamada Convergencias, que busca abrirse a propuestas híbridas, desde lo clásico hasta alternativo, incluyendo jazz y músicas del mundo. En ese marco, la propuesta del quinteto encajó perfectamente.

El bandoneón toma el protagonismo

"Piazzolla es una figura central en nuestra trayectoria musical. No existe una conexión geográfica directa, pero sí una profunda admiración artística. Hemos tocado sus obras en muchas ocasiones y sentimos una conexión emocional con su música. No nos consideramos especialistas en el sentido estricto, pero sí lo interpretamos con respeto y conocimiento", dijo Peter Biely.

Boris Lenko comenzó a tocar el bandoneón de niño, influenciado por sus padres, que también eran músicos. "Me enviaron a la escuela de música y desde entonces el instrumento forma parte de mi vida. No diría que es típico de Eslovaquia, pero sí que es un instrumento con mucha versatilidad y valor cultural. Yo toco el bandoneón, el mismo instrumento que tocaba Piazzolla. Para él era esencial, y también lo es para mí. Aunque el Festival gira en torno a la guitarra, aquí el bandoneón es el eje sonoro de nuestra propuesta", destacó Boris Lenko.

Este concierto no fue fruto del azar. El conjunto llevaba un año en conversaciones con la dirección del Festival, buscando la oportunidad de actuar en Granada y compartir su visión de la música de Piazzolla. Finalmente, este anhelo se materializó, y el quinteto se presentó por primera vez ante el público granadino.

El programa

El recital, de una hora de duración, incluyó obras emblemáticas como Libertango, Oblivion, Milonga del ángel y Adiós Nonino. La interpretación estuvo cargada de emoción, dramaturgia, precisión técnica y una profundidad expresiva que capturó por completo la atención del auditorio. Algunas piezas fueron adaptadas especialmente por el guitarrista Ondrej Veselý, a partir de arreglos del brasileño Sérgio Assad, quien trabajó directamente sobre obras de Piazzolla.

"Elegimos estas composiciones porque ya las hemos interpretado en varias ocasiones y sentimos que nos representan. Tocar este repertorio es para nosotros un placer y un reto a la vez. Piazzolla transformó el tango. Lo llevó a otro nivel, mezclando emoción, sofisticación y estructura. No es solo música popular: hay mucho arte y mucha profundidad en lo que hizo. Aunque en Eslovaquia también tenemos tradiciones de tango, es algo muy diferente, más reciente y con otra sonoridad", explicó Boris Lenko.

Desde los primeros compases quedó clara la compenetración del grupo, con una interpretación de gran riqueza expresiva, precisión técnica y equilibrio sonoro. Tras el programa oficial, el público respondió con una ovación entusiasta, y los músicos regresaron al escenario para ofrecer un bis. El concierto fue una muestra del espíritu internacional del Festival de la Guitarra de Granada, capaz de abrir sus puertas a propuestas que amplían los límites del género y lo enriquecen con nuevos matices.