Una noche de cine de verano de lo más distinguido en pleno Generalife

• Festival de Granada: Ópera & Cine: Georges Bizet
• Programa: Orquesta Ciudad de Granada; Timothy Brock director
• Carmen (1915), Película de Cecil B. DeMille, Música de Hugo Riesenfeld y Samuel L. Rothafel (a partir de Carmen de G. Bizet)
• A burlesque on Carmen (1916), Película de Charles Chaplin, Música de Timothy Brock
• Lugar y fecha: Teatro del Generalife, 1 de julio de julio de 2025
• Clasificación: 4 estrellas

El espectáculo de la velada de ayer, 1 de julio, era realmente un cine de verano pero de lo más distinguido. El lugar era el simpar Teatro del Generalife, que siempre es un actor más de cada espectáculo, aportando toda su magia en una franja horaria con una temperatura siempre de lo más agradable, que también influye. Luego estaban lo intérpretes, pues el foso lo ocupaba la OCG y Timothy Brock, con una común unión perfecta que habla las bondades de nuestra orquesta y cómo se crece ante cualquier desafío. Este era de lo más complejo, pues las películas tienen su metraje exacto y hacerlas coincidir con la música hecha en directo es tarea complicada. Ayer encajó todo a la perfección. En ambas películas había momentos en que algo debía sonar pues alguien tropezaba, y todo ese tipo de sonidos se iban reproduciendo a la perfección en una labor realmente maravillosa. Finalmente, por seguir con la argumentación, estaban las películas que se proyectaron, la primera “Carmen” una joya del cine mudo de 1915 que obtuvo en su día un éxito tan notable que provocó que el propio Charles Chaplin crease un año después su “adaptación” de esa película. La titula “A burlesque on Carmen” y la rueda en los mismos decorados y con los mismos personajes pero claro, todo cambia.

El resultado es una agradabilísima velada, distinta, pues la imagen se lleva la mayor parte de la atención, pero diferente, y eso, seguro que es bueno. Ayer por ejemplo, se pudo disfrutar de esa época única que fue el cine mudo en este espacio escénico con la mejor selección de Carmen de Bizet, que es uno de los monumentos de la música en el caso del primer film. Con todos los grandes ingredientes de estas películas, la gestualidad, la mímica, la exageración, las cartelas con texto en las que se “explica” qué está pasando, los planos fijos o la corta duración, en este caso 59 y 29 minutos cada una.

La primera película dibuja una Carmen protagonista llena de vida, de sexualidad y generadora de un turbulenta admiración que lleva a escenas de violencia y de drama realmente llamativas, que ya en su época llamaron la atención. Pues en la época, otra película más sobre Carmen fue rodada por el célebre Raoul Walsh y de la que apenas quedan unas imágenes. Es una Carmen que transita por escenas llenas de pasión, de peleas entre cigarreras, de tauromaquia y de seducción. Siempre profundizando en cada una de ellas sin filtros, eran otros tiempos. El final con Carmen apuñalada por Don José, que a su vez se quita igualmente la vida, sobrecoge.

El segundo film, tras una breve pausa en el Generalife prometía otra visión, es lo que tiene la firma de Chaplin. Y así fue, siempre desde la sonrisa, a veces carcajada pero más bien lo sutil, Chaplin plantea otra Carmen. El personaje más importante esta vez es Don José, y las escenas se suceden de manera deliciosa, creando un ambiente de disfrute del mejor cine clásico en el mejor de los escenarios. La película toda se enfoca desde el humor y lo burlesco, hasta el final, donde el cuchillo con el que “asesina” a Carmen, el propio Don José, mirando a Carmen le hace ver que era de broma, pues la hoja era retráctil y por tanto no podía hacer daño a nadie. Pero la música, llena de momentos complejos en este segundo metraje, “gracias” a la cantidad de tropiezos, golpes y demás ingeniosidades de Don José se tornó realmente llamativa. El maestro Timothy Brock, además de dirigir a la OCG con soltura y maestría ha compuesto una partitura llena de momentos de referencia a Bizet pero llena de momentos inspiradísimos en los que recrea cada escena de manera que estas engrandecen con la música. La labor ha debido ser minuciosa pero el resultado es una inspiradísima partitura que engrandece nada menos que el film de Chaplin. Lo dicho, una velada de cine de verano pero muy distinguida.