"La novela negra mediterránea tiene menos muertos pero mucho lío"
No tiene nada que ver con Stieg Larsson. Tampoco sigue la senda de Lorenzo Silva y su serie sobre Bevilacqua y Chamorro. Pedregosa seguirá escribiendo novela negra pero con protagonistas diferentes
Alejandro Pedregosa visitó una vez Pamplona con la idea de disfrutar de un San Fermín. Lo que más le llamó la atención fue que nueve días son capaces de igualar a todo el mundo en una ciudad que vive entre ideologías tan extremas como la del Opus Dei o Herri Batasuna. Así surgió Un extraño lugar para morir, un libro en el que cambia la poesía por el género negro.
-En el subtítulo de la novela avisa al lector de que "nada es lo que parece". ¿Cómo se le ocurrió situar los hechos en unos 'san fermines'?
-Creo que es una fiesta muy entrañable porque, de alguna manera, todo el mundo viste igual y parece llevarse bien... pensé en darle la vuelta y plantear cómo sería si no fuera así. Encontrar al 'malo' es más difícil cuando todo el mundo va de blanco y con el pañuelo rojo. Así surgió un muerto. Para escribir estas novelas sólo te hace falta un muerto y alguien que lo haya matado, esos son los dos polos de la cuerda. Luego ya sólo tienes que ponerte a hacer nudos.
-¿Está estructurada en los días que dura la fiesta?
-Arranca con el chupinazo el día 6: ese mismo día muere un escritor bastante excéntrico que alquila todos los años la habitación que ocupaba Hemingway. A lo largo de nueve días el caso se irá resolviendo.
-El comisario Uriza y la inspectora Bea son los encargados de la investigación. A los autores de este género (como ocurre con los famosos Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva) os suelen gustar la pareja formada por hombre y mujer.
-No ha sido algo muy premeditado sino que simplemente surgieron. Me interesaba describirlos como dos personas opuestas. Uriza es un policía mayorcete con una vida muy común, casi anodina. Ella es el contrapunto.
-Hay una nota al comienzo donde pide disculpas a los amantes de la pura y estricta realidad por 'sacar' a la calle a un comisario.
-El policía típico español que se haría cargo de este tipo de casos sería un inspector o un subinspector. El comisario ocupa un cargo más formal, haciendo labores a medio camino entre lo político, lo funcional y lo burocrático en su despacho, pero a mí me gustaba más que fuera protagonista el comisario por respeto a otros polis detectives que me han gustado mucho de la literatura.
-¿Volverá a escribir más novelas negras con ellos como protagonistas?
-La idea es seguir haciendo novelas negras pero con personajes diferentes. Mientras me divierta sí. Pero me aburriría un poco volver a sentarme otra vez a escribir sabiendo cómo son Uriza y Bea, sin tener que crearlos de nuevo. Me apetece más inventarme a otro tipo de personajes.
-Uriza es un tipo "acostumbrado a los tranquilos y pequeños placeres de la vida", con esa descripción sabemos que su novela no tiene nada que ver con otras del género.
-Yo distingo tres tipos de novela negra. La americana y su típico detective. La escandinava que está pegando fuerte ahora y la mediterránea, donde estarían Francia, Italia, Grecia y España. Ésta va más en ese tono.
-¿Cuáles son sus diferencias?
-La mediterránea parte del día a día de la sociedad europea, donde hay violencia pero no tanta como en la americana, sometida a las armas y donde todo el mundo puede tener una pistola. En una novela negra americana te pones a contar muertos y salen muchos más de lo que te esperas. El tipo en el que yo incluiría la mía tiene reminiscencias muy renovadas del XIX, que ahora podemos ver en autores como Fred Vargas o Andrea Camilleri en cuyas novelas los muertos son menos y sólo se trata de enredarlo... Dos muertos pueden montar mucho lío.
-La escandinava está de moda.
-Todo lo que a la gente le entretenga me parece bien pero creo que esa novela negra tiene intriga tipo muñeca rusa y, personalmente, pienso que tiene menos calidad literaria.
-La americana es la que más se ha llevado al cine. ¿Por qué?
-Está pensada muchas veces para guión cinematográfico. En Europa el género negro tiene una vertiente más literaria con gente como Agatha Christie, Conan Doyle o Edgar Allan Poe. Aun así, hay novela negra americana de autores como Dashiell Hammett o Raymond Chandler, y ambos que han sido dos pilares principales del género trabajaron en Hollywood.
-Afortunadamente ahora hay más escritores españoles que os atrevéis con este género.
-Ha estado un poco desprestigiada porque era como hacer un género menor pero es una reflexión muy mala de la literatura, por lo menos muy antigua, verla como un basamento de la alta cultura. Hay muchos escritores de novela negra que han demostrado ser grandes.
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