Osvaldo Jiménez desde un recuerdo reciente

Acaba de morir Oswaldo Jiménez, argentino, nacido en la ciudad de Rosario. En su página web podemos leer: "Cantante, guitarrista y compositor, participó en casi todos los grandes festivales de Tango de España: Granada, Almería, Sevilla, Marbella, Jerez de la Frontera, Lanjarón, Guadix, Albacete, así como en Viena (Austria). Tiene dos CD, titulados Tango a tres y Gardelianas. Actuó en el Teatro Isabel la Católica con la Banda Municipal de Música de Granada en la presentación de 25 Festival Internacional del Tango, interpretando el tango 'Volver' y 'El día que me quieras'. De igual forma ha participado con la Banda Municipal en el auditorio Manuel de Falla y el día de la Hispanidad en dicho teatro Isabel la Católica. Ha musicalizado versos de Antonio Machado, García Lorca, Ángeles Mora y Luis García Montero. Era integrante del grupo Laúdes del Albaicín que acompañó a Estrella Morente en numerosos conciertos, el último en la bienal de flamenco en el teatro La Maestranza de Sevilla y también integrante del grupo musical El laurel. Participó en el Festival Internacional de Poesía, homenaje a Rubén Darío en la Fundación Rodríguez Acosta; 'Tango en los Barrios', Teatro del Zaidín, mirador de San Nicolás, y Facultad de Filosofía y Letras; 'Tango en la Provincia', Monte frio Peligros, Monachil, Guadix, etc".

Realmente era una persona con un don para el Tango, y una grandeza y una humanidad únicas, la última vez que estuve con él fue el pasado jueves 11 de diciembre, donde cantó Por una cabeza en la presentación en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada de la Cumbre Mundial del Tango que comenzará el próximo 12 de marzo en Granada y en la que íbamos a compartir escenario y repertorio. Por eso, cuando me desperté esta mañana con esa noticia, hablé con su gran amigo Horacio Rebora y le pedí unas palabras para esta reseña sobre esta persona tan admirada y querida. A ello me respondió Rebora así: “Conocí a Osvaldo recién llegado a Granada, fue en La Tertulia. En esa misma noche cantó un tango y enseguida percibí que estaba frente a un cantante excepcional. Participó en los festivales de Granada, y en todos los otros eventos de tango que yo organizaba, donde fue creciendo una amistad fraternal. En todos los festivales y actuaciones, destacaba por su calidad, era el mejor del Tango en su estilo Gardeliano viajamos juntos a Buenos Aires y cantó en la Academia del Tango, los académicos aplaudieron de pie con un aplauso interminable. En ese momento Osvaldo Jiménez se incorporó a la historia de las voces del tango. En La Tertulia, actuaba cada 15 días y el escenario llevaba su nombre va a ser muy difícil aceptar su muerte porque muchos teníamos la sensación que Osvaldo sería eterno. Con él hablábamos de todo y de todos, mis últimas conversaciones estaban inundadas por un pesimismo sobre el destino del mundo que se refugiaba en el amor a su mujer Jorgelina, su familia y sus amigos. Será muy difícil para mí aceptar no ver a Osvaldo, formaba parte de mi calidad de vida”

Espero que sirvan estas sentidas palabras de consuelo para tantos de sus seres queridos y admiradores. Se nos va un grande de la música y mejor persona. Que descanse en paz.