La exposición de la Alhambra que cuenta su propia evolución
El Patronato organiza de la mano de Pedro Salmerón, arquitecto conservador, una muestra que se prolonga hasta el día 11 de enero de 2026 en el Palacio de Carlos V
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El Patronato de la Alhambra y Generalice ha organizado una exposición en la que se puede hacer un recorrido por la evolución de la Alhambra, desde su primer acto planificador en el 1238 a través de la dinastía nazarí, hasta la actualidad. Se contempla a través del punto de vista de la planificación, atendiendo a los distintos personajes que han hecho posible esta producción de planificar, conservar y crear. Esta exposición está disponible al público desde el día 9 de octubre de 2025 hasta el día 11 de enero de 2026 en la capilla, cripta y sala de la Emperatriz del Palacio de Carlos V. Se puede consultar toda la información, así como la posibilidad de realizar reservar con visitas guiadas, a través de Alhambra planificada: Exposición temporal.
Las secciones de la exposición
La exposición está compuesta por las siguientes secciones: La Alhambra creada y recreada; Desde la revalorización de la arquitectura hispanomusulmana por la academia hasta la mirada creativa del romanticismo; Del sitio real a monumento; El triunfo de la planificación; La continuidad de la conservación; La Alhambra planificada. Logros y retos; El patio de los leones; La Alhambra, un valor de contemporaneidad; La alhambra del futuro.
La exposición
El arquitecto que ha participado en la organización de esta exposición, Pedro Salmerón Escobar, cuenta con multitud de trabajos premiados como el Plan Director de la Alhambra (2004 - 2007) en la categoría de Estudios de los Premios Europa Nostra en 2010, y Proyectos de Restauración del Circuito Hidráulico y Pavimentación del Patio de los Leones, así como diversos galardones destacando el Premio Centro Albaicín de Granada a la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural en 2007. Salmerón ha explicado:
"Esta exposición de la Alhambra nace a partir de la donación de mi archivo. A partir de ahí el actual director de la Alhambra, Rodrigo Ruíz-Jiménez me propone hacer una exposición y le planteé que no tiene sentido hacerla de mis archivos, podía formar parte, pero lo importante era un poco ver cómo se había planificado la Alhambra, dado que esa era una de mis actividades principales y las de otra mucha gente que ha trabajado en este momento y el resultado de esa decisión es la exposición que hay ahora", comenta el arquitecto.
La exposición lo que trata es de reflejar la evolución de la Alhambra gracias a las decisiones que se han ido tomando. Eso es de alguna manera planificar, pero no se planifica de la misma manera en una época que en otra. Planificar es también decidir dónde se invierte, qué se hace, por ejemplo, la propia creación de la Alhambra, es un acto de planificación. Salmerón explica que se elige un lugar, se elige traer el agua, las dos cosas se hacen al mismo tiempo porque en el mundo islámico no se concibe pensar en una ciudad sin que el agua esté presente, esas dos cosas son el arranque de la exposición.
Luego llegan los Reyes Católicos en 1492 y demuestran una cosa que se valora mucho en esta exposición, que es la voluntad de conservar, es decir, que ellos cuando llegan aquí, ya la Alhambra tiene un cierto deterioro porque ante el asedio de las tropas cristianas, se había debilitado. Se encuentra que tiene problemas y lo primero que hacen en el primer año es invertir una cantidad importante en conservación de los Palacios e inhabilitación de espacios. Eso hace que la Alambra reviva.
En ese mismo año se hace una inversión importantísima de la nuevas fortificaciones, que era una idea distinta de las defensas. Todos los baluartes redondeados, se añaden como una especie de perímetro supletorio a la muralla. La Alhambra en ese momento tuvo ese impulso y luego no decae porque Carlos V decide hacer un gran palacio. Ese momento es el de la afirmación de la Alhambra porque no construye un palacio cualquiera, sino el palacio renacentista más importante del mundo. La escala de esta arquitectura que introduce Carlos V es de carácter universal como la propia Alhambra.
Se trata de una visión de ese momento, una visión contemporánea de cómo construir y hacer arquitectura en un lugar que ya existe. "Eso es lo que le podemos llamar crear en lo creado, que es otro de los grandes emblemas de esta exposición. Esa voluntad de conservar por un lado, la creación, y por otro, la recreación, porque para crear en lo creado hace falta tener una gran habilidad y en este caso yo creo que el Palacio de Carlos V es una muestra de ese buen hacer arquitectónico. Yo creo que es un acierto a todos los niveles y para mí es lo que ya después de esa voluntad de conservar a los reyes cristianos, el hecho de construir ese gran palacio es lo que ya hace que la Alhambra se afirme porque también podía haber sido destruída como otros tantos sitios. En cambio, gracias a ese mestizaje, la Alhambra va haciendo otro camino muy diferente", detalla.
En la exposición se aprecia que, cuando pasa el tiempo, la Alhambra no puede mantener ese esplendor, además, hay que tener en cuenta que Granada iba a ser la ciudad del imperio porque la idea que tenían Carlos V era convertir a Granada en ciudad única y su enterramiento estaba previsto en la catedral de Granada, ya eso con Felipe II cambia y Granada pasa a un nivel diferente dentro del papel que juegan las ciudades y los territorios en aquel momento en lo que era España. La cuestión es que la Alhambra empieza a tener periodos de menor brillantez, incluso periodo de decaimiento. ¿Qué tiene de bueno esta exposición? que no rehuye de eso. Entonces cuando la Alhambra empieza a decaer, hay un fiscal que reclama años después que por qué no se aplican las órdenes que dio la reina Juana la Loca, puesto que tuvo una serie de preceptos destinados a su conservación declarando que "hay que invertir para conservar". Por tanto, ese interés por los documentos va apareciendo.
Cuando llega los Borbones hay un momento que es un decaimiento de los Austrias Menores, pero hay un momento brillante en el cual la Academia de Bellas Artes de San Fernando viene a Granada para hacer un levantamiento y consignar toda su riqueza. Es un momento de esperanza porque quiere decir que alguien hace una especie de retrato muy fiel de lo que es la Alhambra y eso ya es un documento que sirve para explorar como la Alhambra ha evolucionado, porque ellos hacen un reflejo, planimétrico muy importante.
Eso a su vez coincide con una época en que viajeros preromántico y románticos también interesesados por la Alhambra y difunden los valores de la misma. Entonces la Alhambra llega a ser una especie de emblema del oriente cercano y se emplean muchos de sus motivos como motivo decorativo, etc. y en eso tiene que haber mucho Gwen Jones y otra serie de personajes que estudian la Alhambra en ese momento y la difunden. Pero eso está ocurriendo en el momento en el que el Alhambra tiene contradicciones por el abandono. Ahí también se habla ya de los franceses que llegan por muy poco tiempo, pero introducen a unas modificaciones y sobre todo que en la salida destruyen algunas torres, entre otras la torre del agua, que era el que tenía el artefacto, un poco de paso que la acequia real hacia la palatina.
A esto se le suma que anteriormente, a principios del siglo XIX se retira el pavimento que ya era de cerámica y luego pasados los franceses años después. Es decir, evoluciona desde esa retirada del pavimento hasta unos años después, sucedió una serie de cosas negativas porque al llegar el agua a los Palacios Nazaríes perjudica enormemente y las humedades son ya una parte más de las afecciones que tiene la Alhambra.
Ese es el momento crítico, mientras la Alhambra tiene ese proceso destructivo al lado, por otro lado tiene a unos arquitectos que son los adornistas, está representado sobre todo por Rafael Contreras, que está más preocupados de esa forma de hacer la Alhambra tipo decorativo, pintoresquista, de vocación romántica, que hace que la Alhambra cambie, pero la conservación a veces brilla por su ausencia cuando eran personas que sabían del tema y sabían que había que conservar, pero ahí está esa contradicción que de alguna manera también señalan la exposición. El emblema máximo de ese momento es el pabellón del Patio de los Leones, que se pone con una cúpula de escamas de colores que están ahí como testimonio, tanto en la maqueta, que ha venido de la escuela de arquitectura de Madrid, como las tejas o escamas del templete que están en el museo.
Esa etapa concluye con un hecho dramático, el incendio de 1890, por eso hay una pieza quemada de gran tamaño que está en el museo. "Ahí es donde también hemos querido señalar esas contradicciones de la forma de actuar en la Alhambra , ya que pudo ser el fin de los Palacios Nazaríes", comenta Salmerón.
Ricardo Velázquez y Leopoldo Torres Balbás
Esa preocupación ya por la Alhambra, además con el cambio de la Corona al Estado que se produce tras la revolución de 1868, ya en 1870 la administración pasa a ser del Estado, y ahí se empiezan a tomar decisiones que acaban en un momento bastante positivo para la Alhambra, con la figura de Ricardo Velázquez Bosco y Leopoldo Torres Balbás, dos arquitectos que actúan en tandem, pero es sobre todo Torres Balbás desde 1923 hasta 1936, que hace que las actuaciones vayan por la vía de la decoración científica. Ese es de pronto un cambio de timón que hace llegar a un puerto mucho más seguro. Francisco Pietro-Moreno es un arquitecto que sigue la senda de la conservación de Torres Balbás y por otro lado, innova en temas que tiene que ver con el turismo. Por eso se hace lo que se llama el puente de turistas, para conectar el Generalife con ciudad palatina. Luego también se hace el anfiteatro con los jardines alto, se cubre el Palacio de Carlos V, que es una operación muy interesante porque al poner una cubierta al palacio, el palacio se deteriora menos y además puede ser usado.
Etapa final
Eso lleva ya a la etapa final, que es la que representa qué se hace hoy en la Alhambra, todos los trabajos de conservación y de restauración, los trabajos de difusión, documentación, archivos, etcétera. Todo esto está presente en una especie de mural con fotografías, apareciendo otro mensaje importante de esta exposición, y es que en este momento y desde miles de años atrás, los países que tienen atractivo de tipo cultural, patrimonial, son objeto del deseo para visitas turísticas y se está empezando a ver que sus ciudades están transformándose a partir de la presión turística haciendo que el monumento tenga que emplear medidas ante esta situación de estrés.
Volviendo a la Alhambra, esta exposición da unos toques al respecto. Cuando llega la Junta de Andalucía a partir de 1975 con la construcción de lo que iba a ser una urbanización de lujo cerca del cementerio. En ese momento el modelo de gestión cambia y es la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Cultura, la que tiene un patronato renovado que dirige la Alhambra desde esa fecha hasta la actualidad. Aparece la figura del plan director en 2007 con una serie de planes. También se realiza un estudio de capacidad de acogida del monumento, por lo que a finales del siglo pasado se establece un límite de 300 visitantes cada media hora. Eso hace que se puedan gestionar la visita. La propuesta tiene mucha oposición al principio, pero luego hace que también la gente se organicen los viajes y empieza a hacer favorable el que haya esa limitación porque de esa manera la gente hace su reserva y planifica el viaje. Aún así, como la visita permite disfrutar de ella de forma libre, se acumulan los visitantes en determinado espacios y hace que siga teniendo un problema de presión turística que se tiene que abordar. Ya tenía un plan en marcha y ahora tiene que reestudiar cómo hacer que la visita turística sea lo más compatible y lo más sostenible posible. De eso también habla esta exposición.
Patio de los Leones
La próxima sala es el Patio de los Leones visto a través del tiempo, lo que permite apreciar cómo ha evolucionado a través de las hipótesis históricas que se han hecho. Finalmente hay un filme de un creador que plantea la Alhambra del futuro con una especie de visión poética de lo que está pasando hoy, de sus problemas y lo que puede ser la salida.
Salmeron concluye que, de alguna manera, lo que tiene la Alhambra detrás es mucha gente preocupada por la conservación, esa es su gran esperanza, y esta exposición demuestra que hay un camino que ha permitido que hoy se pueda disfrutar de la ella, pero esa manera de planificar tiene que ser renovada. "Parece que la idea es que haya un nuevo plan director poniéndose en marcha el próximo año", adelanta.
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