Creación

‘Las perlas en el gris’, de Kantipian Due

  • Noviembre traerá el acceso desde varias plataformas al trabajo de este dúo formado por el sopranista Antonio Molina y el pianista Juan María Matas

‘Las perlas en el gris’,  de Kantipian Due

‘Las perlas en el gris’, de Kantipian Due

El próximo mes de noviembre traerá el acceso, desde varias plataformas, al trabajo de este dúo formado por el sopranista Antonio Molina y el pianista Juan María Matas: Perlas en el gris, con unas maravillosa y original selección de obras del venezolano afincado en Francia Reynaldo Hahn, el francés Poulenc y el ruso, Rachmaninov.

Kantipian es le nombre escogido por este dúo de intérpretes. El disco que publican y el directo que prometen es realmente original y conmovedor, pues a la química entre ambos hay que unir la selección tan original de piezas y la interpretación de las mismas, que aporta frescura a un repertorio del siglo pasado, pero que en manos de este dúo, consigue conmover por su intimismo a veces, exuberancia otras, y siempre la belleza.

Conversamos con ellos sobre todo este proceso en una céntrica cafetería granadina. Juan Matas con confiesa: “Ha sido una experiencia fantástica ya que no sólo comparto ideas musicales con Antonio sino que somos buenos amigos y nos conocemos muy bien tanto fuera como dentro del escenario. Esto ha ayudado a que hubiese mucha complicidad y que por tanto la grabación fuese tan positiva. Todo eran risas en el estudio”.

En este sentido, y sobre esta misma cuestión de su conexión y la valoración de su primer trabajo juntos, el cantante Antonio Molina se muestra igual de entusiasta. “La verdad que para ser la primera vez que me enfrento al hecho de grabar un disco, la experiencia ha sido plenamente satisfactoria. Juanmi y yo nos entendemos musicalmente a al perfección, y cuando das con un gran profesional como es él, todo va sobre ruedas. Además, nuestra relación va más allá de lo profesional, y Juanmi es un verdadero y gran amigo. Sí es cierto que hay una preocupación por que todo esté lo más correcto posible en todo momento que quizá ni se aprecia en las grabaciones, ya que requiere una concentración óptima y el hecho de estar con los cinco sentidos en inmortalizar el mensaje que quieres plasmar con la música puede desgastar mucho; pero luego el resultado creo que habla por sí solo, y donde hay un trabajo sólido y bien hecho, no hay nada que lo pueda tumbar”

La idea de grabar juntos, nos cuenta Juan Matas, surge de la primera vez que coincidieron, ahí ya entendieron que debían dar un paso adelante y avanzar en la elección y el trabajo de un repertorio compartido, luego estuvo la labor de derechos de autor, y toda la gestión de la elección de obras de autores consagrados. Una vez todo en orden, se dispusieron a avanzar en la grabación del disco. Así nos lo contaba Antonio Molina. “¡Fue cuestión de un flechazo musical! Juanmi me estrenó a principios de mis estudios de composición unas cuantas obras, y la complementariedad ya estaba desde el primer ensayo. Entendemos la música de la misma forma y tenemos muchos objetivos musicales comunes, y eso ha ayudado a que en cuestión de unos meses ya estuviéramos fantaseando con la idea de ¿y sí tú y yo algún día lográramos grabar un disco? Antes lo veía algo lejano y exagerado; hoy, es una realidad”.

Respecto a los proyectos en torno a la difusión y el rodaje en conciertos del disco, Juan Matas señala que internet ha ayudado a su difusión. “Hemos creado redes sociales, lo presentaremos en conciertos en Granada y Málaga. Y, si todo va bien, esperamos consolidar una larga relación musical”.

Sobre esta trayectoria, Molina añade: “También queremos ampliar nuestro repertorio para no acotarnos solo a la música académica y probar con otros géneros, como el fado, el jazz o a la música de bandas sonoras de anime japonés”. Siempre la versatilidad es síntoma de hacer buena música.

Juan Matas es pianista y arreglista. Por eso motivo preguntamos por el porcentaje de trabajo de cada una de estas “artes” en el disco: “Me ha aportado muchísimo trabajo de musicalidad, trabajar los distintos timbres que dar en cada momento para conseguir hacer música con la increíble voz de Antonio. No taparle, tampoco estar en segundo plano y no regirme por ser un simple acompañante sino por hacer verdadera música de cámara con su voz, su actitud, su esencia... Ha sido todo un reto durante este proyecto”.

En todo este proceso, lo que más ha sorprendido a Antonio Molina, como nos dice es “la eficacia y el pragmatismo para realizar este primer disco”. “Juanmi nunca ha titubeado a la hora de tomar decisiones, y siempre ambos mirábamos hacia el mismo punto de mira. Hoy en día puedo garantizar que eso no es fácil de conseguir.Nos es fácil para un cantante escucharse o para un intérprete tocar, se generan dudas, inseguridades, etc. Y más si está al principio de una carrera como la que le intuimos a este dúo.

Al respecto nos responde Antonio Molina señala: “Cuando te escuchas a ti mismo en un formato de audio en el que nunca antes te habías escuchado, sufres mucho porque parece que todo tiene muchas imperfecciones, que nunca está impecable y siempre se puede mejorar. Luego, a partir de la segunda escucha, te das cuenta que esas posibles imperfecciones hacen que tu voz sea realmente humana y diferente a otros intérpretes, y ahí es cuando realmente te sientes satisfecho de tu trabajo: de ver todo lo que has logrado y todo lo que te queda por hacer. Mejor dicho: de todo lo que nos queda juntos. Me encuentro plenamente agradecido por esta oportunidad que ha brindado la música a nuestras vidas”.

Nos despedimos de este dúo, deseándoles toda la suerte del mundo y sobre todo esperando fechas para poder disfrutar de su original y cuidada propuesta musical. Les deseamos toda la suerte del mundo.

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