Raquel Paiz publica ‘Piel muda’, una exploración de la propia identidad
Para la autora, “el folio en blanco se ha convertido en un lugar seguro, un refugio" un espacio en el que desnudarse "sin miedo”
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La granadina periodista de formación y comunicadora de vocación, Raquel Paiz, combina su actividad profesional como consultora de comunicación y sostenibilidad, con el liderazgo consciente, el entrenamiento de la atención plena y la creación literaria. Tras su debut literario en 2022 con Conversaciones en la azotea, Paiz vuelve ahora a la escena literaria con Piel muda, un libro publicado por Olé Libros, en el que también participan el periodista y escritor Juan Vellido, autor del prólogo; Carmen Viejo Heredero, periodista autora del epílogo; y Chema Lajarín, responsable de la imagen de portada y las ilustraciones que acompañan el poemario.
El poemario
Raquel Paiz vuelve a la poesía con Piel muda, cuyo último verso fue escrito el 10 de marzo de 2025, coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de su hermana. Esta obra es el pretexto que la autora necesitaba para poner voz a mucho de lo que ha vivido, a mucho de lo que ha sobrevivido, a lo mucho de lo que en algún momento asfixió su voz y su aliento y a todo aquello que la hizo enmudecer, hasta mudar la piel y reencontrarse con la vida. Un acto egoísta en el que la autora se reescribe a sí misma y se desnuda ante la silenciosa y generosa presencia de sus lectores.
Con Piel muda, Paiz se sumerge en un tiempo fractal, en busca de la belleza que habita entre “lo vivido y lo sobrevivido”. La autora profundiza en un territorio creativo que ya señalaba en Conversaciones en la azotea, pero ahora desde una voz más madura y consciente. Este nuevo poemario supone un paso adelante en su exploración poética de la memoria, el silencio y la propia identidad, con una propuesta literaria que le permite adentrarse en los recodos de la mente y explorar lugares cada vez más vulnerables a la par que luminosos. "El folio en blanco se ha convertido en un lugar seguro. Un refugio. Un espacio donde puedo desnudarme sin miedo”, cuenta la autora.
Mirar por esa rendija del tiempo y el hallazgo de un espacio consciente entre el silencio y la palabra, entre la vida y la muerte y entre el dolor y la belleza, explica la autora, le ha permitido “mudar la piel y darse un buen baño de vida”. Paiz se pregunta qué habría sido de ella si no hubiera emprendido ese proceso que la ha llevado a convertirse en la persona que hoy habla sin miedo sobre experiencias traumáticas, temores y anhelos y sobre todo aquello de lo que pasó "toda una vida huyendo".
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