Razones granadinas para los Goya
Varios nominaciones juegan en casa el próximo 8 de febrero, con 'Segundo premio' como una de las grandes favoritas para dejar una estatuilla en la capital
Granada, huérfana de Goyas

Granada/Desde 2018, Madrid no acoge una gala de los Goya, fue la 32 edición la última que la capital de España albergó la entrega de los mayores premios del cine patrio. Desde entonces, los cabezones han viajado por el resto del país, principalmente Andalucía, y este año llegan por fin a Granada, donde la Academia podría dejarse más de una decena de estatuillas, en el mejor de los casos.
Segundo premio, la (no) película de Los Planetas, es la gran apuesta granadina para esta edición. La cinta de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, rodada en varios puntos de la capital, cuenta con once nominaciones para esta gala, entre las que se encuentran premios gordos como Mejor película, Mejor director o Mejor actor revelación para Cristalino o Daniel Ibáñez, que (no) interpretan a Jota y Florent en la gran pantalla.
La película llegará al Palacio de Congresos tras ser una de las grandes ganadoras del último Festival de Málaga, donde se llevó la Biznaga de Oro a Mejor película, además de reconocimientos para Lacuesta y Rodríguez y Javi Frutos, como Mejor montaje. En el camino podría llevarse también alguna estatuilla en los Premios Carmen, que se fallan el 1 de febrero, y en la que Segundo premio suma nueve nominaciones, entre las que destaca esta vez Fernando Navarro, a Mejor guión.
En el tal vez se queda el Oscar a Mejor película internacional. La película fue candidata española a entrar en esta lista, siguiendo el camino de La sociedad de la nieve, también rodada en la provinica. Sin embargo, finalmente la historia de este grupo indie de la Granada de finales de siglo pareció no gustar a los académicos, que la dejaron fuera en uno de los últimos cortes.
Segundo premio es la granadina con más papeletas para recoger un Goya, pero no la única. En un segundo escalón se encuentra Mayte Cabrera (Granada, 1986), dos veces nominada en la categoría de Mejor Sonido, con La infiltrada (Arantxa Echevarria) y La estrella azul (Javier Macipe). En un campo similar está el compositor granadino Sergio de la Puente, que competirá en la categoría de Mejor música original por Travesía, compuesta para Verano en diciembre (Carolina África).
De la Puente sabe además lo que es ganar uno de esos cabezones, pues ya ganó en 2020 con Nana de las dos lunas, para la película La noche de las dos lunas y, también, es otro de los granadinos candidatos a un Premio Carmen, también por la película de África. Hace unos días, en una entrevista a este periódico, De la Puente quitaba hierro a la nominación, asegurando que "los premios son secundarios" y lo que importante es " trabajar y que se vea tu trabajo".
Esas son las nominadas más claras, pero Granada podría también llevarse un pellizco en el campo de la animación con el corto Lola, Lolita, Lola, coproducido por la granadina Grupo Secuoya y que está presente en las categoría de Mejor corto de animación; en el campo de los cortos de ficción, Cuarentena cuenta con la participación de Celia de Molina, hermana de Natalia (encargada este año de anunciar los nominados y a la se le escapó una lágrima al leer el nombre de su hermana) y también con orígenes granadinos.
Un cambio de tendencia
Con estas cartas, Granada llegará a la 39º edición de los Goya, un certamen en el que ha cosechado pocos -o nulos- reconocimientos. En concreto, hasta la fecha la ciudad de la Alhambra se ha hecho con ocho cabezones desde que en 1987 se celebrara la primera edición de estos premios.
Hubo que esperar más de una década hasta que Granada se quedó con una estatuilla de Francisco de Goya, y fue compartido. Fue en 1999 cuando el maquillador de cine Gregorio Ros y el peluquero Antonio Panizza se alzaron con el premio a Mejor maquillaje y peluquería gracias a sus trabajo en La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998), protagonizada por Penélope Cruz. Cuatro años después, Ros ganó su segundo, y último, Goya a Mejor maquillaje por su labor en El embrujo de Shanghái (2002), de nuevo junto a Fernando Trueba. Considerado uno de los maquilladores más importantes de este país, Ros también es conocido por sus trabajos en Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) de Pedro Almodóvar, con quien también trabajó en Kika y Tacones lejanos, y Lucía y el sexo (2001) de Julio Medem. Por sus manos han pasado los rostros de Carmen Maura, Melanie Griffith, Jacqueline Bisset, Faye Dunaway, Antonio Banderas y Paz Vega, entre otros.
La ciudad de la Alhambra también ha destacado en las categorías de animación. Kandor Graphics, un santuario granadino de la animación desaparecido hoy, se llevó en 2009 el Goya a Mejor película de animación por El lince perdido, premiando un trabajo de tres años y un equipo de 40 personas trabajó durante tres años para hacer realidad este largometraje en 3D con 136.800 fotogramas. La cinta con un mensaje ecologista está protagonizada por un grupo de animales, que trata de escapar de las redes de un cazador sin escrúpulos. Félix, el protagonista, es un lince que cree que su mala suerte es la causa de que su especie esté en peligro de extinción. Un año después, el dibujante granadino Javier Recio triunfó con La dama y la muerte, Goya a mejor cortometraje de animación y que llegó a estar nominado también para los Oscar.
Otro nombre propio es el de Natalia de Molina, jienense de nacimiento, pero granadina de adopción, consiguió situar a la ciudad en el mapa en seis años. La artista ganó en 2014 el Goya a Mejor actriz revelación por su interpretación en Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2013) y dos años después volvió a llevarse otro premio de la Academia, esta vez el de Mejor actriz protagonista por su papel en Techo y comida (Juan Miguel del Castillo, 2015).
Tras ella, fue Sergio de la Puente el último granadino en levantar una estatuilla. Ahora, el 8 de febrero, la situación podría cambiar y colocar a Granada, ciudad y provincia, en el mapa cinematográfico.
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