La antigua casa familiar del pintor José Guerrero se convertirá en una sala de creación para artistas emergentes. Tras su compra en 2007 por parte del Ayuntamiento, fue restaurada y rehabilitada como sala de exposición, taller artístico y residencia para nuevos creadores.

El nombre escogido para abrir esta tradición ha sido el del granadino Andrés Monteagudo, artista con una larga carrera profesional tanto en el interior del país como fuera de éste. Las obras de Monteagudo han sido expuestas en salas de Madrid, Estados Unidos, Portugal, Venezuela o Méjico. Los responsables del comisariado de la residencia, Francisco Baena y Belén Mazuecos, quisieron destacar el importante conocimiento de la obra del José Guerrero por parte de Monteagudo, que en la actualidad se encuentra inmerso dentro de un proyecto sobre la producción del pintor de arte abstracto.

Según declaraciones de Francisco Baena, director del Centro José Guerrero, la familia se encuentra muy ilusionada con el proyecto. Por su parte el Ayuntamiento de Lecrín quiso reconocer la importancia de esta iniciativa para situar a su pueblo en el mapa artístico contemporáneo, destacando la importancia sentimental que tuvo este lugar dentro de la vida y obra del pintor.

Esta idea se debe a la profesora de Ciencias de Ciencias de la Educación, Pilar Manuela Soto, y de la instructora de Bellas Artes, Ana García López Soto. Según las docentes, el germen de la idea del proyecto se sitúa en la creación de un espacio artístico dentro del pueblo que permitiera unificar la acción de su anterior propietario con las obras de los artistas actuales más destacados del panorama granadino.