El rumor del agua vuelve al Albaicín

Patrimonio Rutas culturales por la ciudad

La Fundación Emasagra crea una ruta cultural para conocer los aljibes y los monumentos históricos del barrio granadino en un ciclo de paseos gratuitos

El Aljibe del Rey, sede de la Fundación Emasagra y comienzo del recorrido de las rutas por el Albaicín.
Jesús Arias / Granada

31 de marzo 2009 - 05:00

En Granada, la hermosura y la historia están tan presente que los transeúntes apenas se percatan de ello. La Fundación de Emasagra quiere ponerle remedio a eso y, a partir del próximo sábado, todas las semanas pondrá en marcha su ciclo Por los senderos el agua: el agua en el Albaicín, en el que se establecerán diferentes rutas para conocer todos los aljibes hispano-musulmanes del barrio y aquellos monumentos que sean de interés cultural y turístico. El "agua oculta que llora" de la que hablaba Antonio Machado podrá mostrarse alegre.

Emasagra, la empresa municipal de aguas, quiere que los granadinos y los que acuden a visitar la ciudad la vean desde otra perspectiva, con una nueva mirada. "Queremos despertar la curiosidad de la gente" comenta Luis González Vigil, gerente de la Fundación Emasagra, responsable, junto a la Fundación Albaicín, de este ciclo de rutas por el barrio. "Pretendemos ofrecer un recorrido educativo, cultural, sobre un patrimonio muy interesante que tenemos y del que muchos no se percatan".

Todos los sábados, de modo gratuito, y a partir de las 10.00 horas, diferentes guías, coordinados por Gaspar Villanueva partirán del Aljibe del Rey, sede de la fundación, para recorrer el Albaicín en sentido descendente e ir visitando aljibes y enclaves históricos en dirección hacia el río Darro, que culminará un recorrido de dos horas. Los visitantes pasarán por el Aljibe del Polo, la iglesia de El Salvador, el Aljibe de las Tomasas, el Aljibe del trillo, el Alminar de San Juan de los Reyes, los restos de la Puerta de los Adufes, el Bañuelo de Granada y, finalmente, el río Darro.

"Nuestra intención", señala González Vigil, "es mezclar la visita a los aljibes con determinados elementos históricos del Albaicín, tanto musulmanes como cristianos y pasear por el barrio de una forma distinta. No se trata de ver sólo aljibes, sino de mezclarlos con la estética y la belleza".

El público podrá así contemplar el interior del Aljibe del Rey, la mayor de este tipo de construcciones que existen en Granada y que tenía una capacidad de más de 300 metros cúbicos, o el Aljibe de las Tomasas, una intervención del siglo XII que muestra los conocimientos de ingeniería que tenían los arquitectos nazaríes y su auténtica devoción por el agua.

El proyecto fue presentado en la última edición de Fitur. "Desgraciadamente, las condiciones meteorológicas no han hecho posible en estos meses que llevásemos a cabo el ciclo", indica Luis González, que prevé que las rutas estén en funcionamiento hasta el próximo mes de julio.

Una de las cosas que harán los guías será tratar de evitar repetir rutas. "Aunque todas tengan su inicio en el Aljibe del Río y su conclusión en el río Darro, siempre se buscarán monumentos nuevos, rincones alternativos", comenta.

Los granadinos o visitantes interesados en participar en este ciclo, que es totalmente gratuito, sólo tienen que ponerse en contacto con la Fundación Albaicín para obtener una plaza en los recorridos. Las ocho construcciones hidráulicas de época nazarí sorprenderán por el ingenio con que fueron construidas y por el buen gusto arquitectónico de la época.

Uno de los puntos que mayor interés pueden despertar es El Bañuelo, a orillas del río Darro, que aún conserva su vieja estructura original y que muestra cómo era la vida social de Granada en la cultura hispano-musulmana. Los baños árabes, en los que se utilizaban tres tipos distintos de agua -fría, templada y muy caliente- tenían recintos separados para hombres y mujeres o también establecían determinados días de la semana para ser utilizados por los hombres o por las mujeres.

En ellos, aparte de masajes relajantes y el baño en sí, se comentaban todos los cotilleos de la ciudad, se concertaban matrimonios, se cerraban negocios o, en determinados momentos convulsos, se iniciaban conspiraciones. El tema de los baños ha vuelto a ser recuperado en Granada recientemente por algunas empresas privadas de hostelería. "De lo que se trata es de despertar la curiosidad de la gente", insiste Luis González Vigil, "y poner en valor determinados elementos que están ahí, por los que pasamos todos los días casi sin darnos cuenta, y que encierran auténticas maravillas en su interior sin que apenas nos demos cuenta".

Las dos horas de duración de trayecto por el Albaicín servirán para que la ciudad se mire con unos ojos distintos. Uno de los lugares que menos despiertan la atención de los granadinos y, sin embargo, atraen inmediatamente a los visitantes es la Puerta de los Adulfes, el puente semidestruido que hay sobre el río Darro. Los guías de Por los senderos del agua: el agua en el Albaicín explicarán a los integrantes del grupo la historia de ese puente, sus curiosidades, su pasado.

"Queremos jugar sobre todo con lo artístico y con lo histórico", dice Luis González. "No es una ruta sólo para ver aljibes. Queremos hacer una recreación histórica en la que intervienen diferentes elementos".

Será también una oportunidad para conocer cómo funcionaba el sistema hidráulico del Albaicín: cómo se abastecía de agua a todo el barrio y cómo unos lugares estaban conectados con otros, atraídos por un tesoro precioso que hoy vuelve a valorarse.

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