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"No vamos a curar a nadie pero sí responderemos preguntas"

  • El científico ha descubierto un exoplaneta en la constelación de Leo a 30 años luz de la tierra. Según los modelos científicos actuales sería de tipo rocoso y con una masa de cinco tierras

Hay pocas probabilidades de que alguien pueda contar entre sus hazañas que ha descubierto un planeta. El científico del CSIC Ignasi Ribas lo ha hecho. No tuvo nada que ver el típico ¡eureka! que mucha gente asocia a los hallazgos científicos pero sí el aburrimiento de un viaje en avión que fue el desencadenante de su interés por lo que ahora se llama GJ436c, "un nombre muy poco encantador" -dice- para un planeta tan especial. Entre sus particularidades está que se trata del planeta extrasolar más pequeño y, de este modo, el más parecido en dimensiones a la Tierra -cinco veces mayor-.

-¿Cuándo comenzó todo?

-Estaba volviendo de Berlín a Barcelona para asistir a la lectura de un trabajo de DEA de un estudiante. Estaba leyendo artículos bastante aburrido y se me grabaron dos donde hizo clic la idea. Sabíamos que en 2004 se conocía otro planeta, más parecido a Neptuno, con unas 25 masas terrestres, que tenía un par de cosas peculiares. Su órbita era bastante elíptica cuando en general tienden a ser circulares. El otro artículo comentaba que en el 2007 se encontraron tránsitos de ese planeta, lo que significa que visto desde la tierra, al cruzar por delante del disco de la estrella, hace que disminuya el brillo.

-Y uniendo esas dos piezas del puzle...

-Pensé que podría explicarse por medio de una perturbación de otro planeta. Nos pusimos manos a la obra para intentar reproducir lo que veíamos mediante estas simulaciones y lo que vimos fue que había una región en cuestión de separación de la estrella y de su masa... Un planeta pequeñito podría afectar lo bastante a ese otro. Analizamos unos datos que estaban disponibles y como sabíamos lo que teníamos que buscar dimos con que el motivo era el planeta.

-¿Qué se sabe de GJ436c?

-Lo único que hemos podido medir es su masa, su peso es cinco veces mayor a la tierra; y que se trataría de un planeta rocoso. Los que están entre una y diez veces masas de la tierra son conocidos como supertierras, y según nos dicen los modelos van a ser rocosos, con una superficie donde se podría estar de pie y con atmósfera. En contraposición a los planetas gaseosos como Júpiter o Neptuno, donde no hay superficie rocosa. Ahí está la gracia, si uno tiene que buscar planetas habitables tiene que ser un planeta rocoso, porque en los otros no puede haber agua líquida.

-Sería entonces un principio, pero, ¿hay vida en su planeta?

-Habitable?? No hay posibilidades y no se parece en nada a la tierra... aunque es el más parecido de los que conocemos… vamos por el camino correcto pero todavía es muy distinto a la tierra. Es bastante más grande y se encuentra muy cerquita de su estrella, le influye mucho y la temperatura de su superficie es bastante elevada, unos 200 o 300 grados. Como esto está por encima del punto de ebullición del agua, que son cien grados, seguro que no hay agua líquida y tampoco vida.

-Se tienen que dar determinadas condiciones...

-Lo que hacemos como científicos es no ponernos demasiadas trabas y no estrechar las miras. Tal y como definimos un planeta habitable es un planeta que está dentro de la zona habitable de la estrella, que es el rango de distancia que permite que en la superficie del planeta pueda haber agua en forma líquida. La única condición que de momento ponemos para que un planeta sea habitable es que pueda existir agua líquida, sin ella es imposible explicar que haya vida.

-¿Qué viene después de descubrir un planeta?

-Seguimos buscando perturbaciones y tratamos de caracterizarlo cada vez más. Los planetas nos lo encontramos de manera indirecta, de momento no los vemos y éste no es una excepción. Lo que hemos visto es que hay una serie de cuestiones que se explican con la existencia de un planeta. Si me preguntan si tenemos cien por cien la certeza de que está ahí, digo que no. Como científico yo tengo que tener mis dudas. Trabajamos para hacer más verídico cada vez el trabajo que hemos hecho. No vemos el planeta pero sí su sombra, y eso es casi como verlo.

-Ante un hallazgo de tal magnitud supongo que todo son preguntas.

-No vamos a curar a nadie ni solucionar los problemas del cambio climático buscando planetas a corto plazo -a largo plazo quién sabe- pero la cuestión es responder preguntas. Hacer investigaciones de otros planetas nos permite crecer como sociedad, comprender nuestro entorno y responder a esas preguntas, averiguar al menos si somos los únicos.

-El Universo deja a veces señales que hay que interpretar...

-Fue un trabajo de ir poniendo piezas del puzle e ir dándole sentido. Explicar cosas dentro de un esquema global. No hay un día que te levantas de la bañera y dices eureka. Cada día tienes una pequeña victoria porque lo que crees que es va funcionando y explicando las cosas. Durante un mes más o menos, fue cobrando fuerza y animándose.

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