La vuelta a los orígenes de Sexy Zebras
Sexy Zebras nos proponen en su último disco que volvamos a la selva. Para este trío madrileño las únicas soluciones válidas son las radicales. Por eso en sus orígenes vendían las entradas para sus actuaciones acudiendo directamente al domicilio de sus seguidores a vendérselas. Y por eso ante la actual situación no proponen ni cambiar de trabajo, ni emigrar a otro país más próspero, ni reinventarse como emprendedor, no, a pesar de que ellos lo han hecho.
Sugieren la vuelta a la selva. Y lo hacen desde la autogestión, pues este nuevo trabajo, el que estarán presentando esta noche a partir de las nueve y media junto a los locales Vigilando a Julia en Polaroid Club, ha sido editado sin la intermediación de ninguna compañía discográfica. La intención, una vez más, es la de agarrar con firmeza las riendas de sus vidas y de su carrera. Y no soltarlas. Para estos chicos las únicas soluciones válidas, queda dicho, son las radicales. Como la música que les motivó a colgarse unas guitarras y coger unas baquetas, la de grupos como Led Zeppelin o Red Hot Chili Peppers, "porque como referencias solo nos interesan los más grandes". A partir de ahí han profesado la religión de la música alternativa más contundente y se han abierto a otras influencias hasta conseguir un sonido propio. Propio y más maduro que el de su debut, aquel ya lejano Nada más lejos de la realidad, en el que se dejaron aconsejar por los sabios de la industria. El punk pop de entonces emanaba frescura. Ahora han decidido sustituirla por la contundencia en su huída hacia delante, en su sugerencia de que volvamos a la selva.
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