Jornada de significativos descensos en los índices de renta variable tras las caídas del miércoles de los índices norteamericanos. La publicación de unos débiles datos de ventas minoristas y producción industrial en EEUU volvieron a reavivar los temores a una recesión haciendo caer a los índices, que mostraron de nuevo su incapacidad para superar la media de 200 sesiones, un indicador técnico muy seguido para determinar la tendencia del mercado.

En Europa los diferentes miembros del BCE mantienen una estrategia similar. El miércoles, el gobernador del Banco Central de Francia, Francois Villeroy de Galhau, señaló que la fortaleza y resiliencia de la economía europea ante la crisis energética permite esperar que pueda absorber los efectos que las necesarias subidas de tipos tendrían sobre la actividad económica.

En este sentido, toda la atención se centró en la comparecencia de Christine Lagarde, presidenta del BCE, en el Foro de Davos (Suiza), donde ha asegurado que continuará la lucha contra los elevados precios en la Eurozona. En efecto, el objetivo del BCE continúa siendo mantener la inflación de vuelta al entorno del 2%, así como anclar las expectativas a largo plazo.

Esto, unido a unas referencias macroeconómicas algo más débiles en EEUU y unos resultados empresariales que por el momento no ayudan, está impactando negativamente en los activos de riesgo, que han iniciado una corrección tras el inicio de año excelente, especialmente en el caso de Europa.

En Europa, el Eurostoxx 50 retrocedió un 1,92%. En España, el Íbex 35 cerró por debajo de 8.800 puntos tras caer un 1,57%.

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