Cancionero para una crisis

Nuevo día

La célebre canción de Lole y Manuel dibuja de inmediato en nuestras mentes un amanecer limpio de primavera por las campiñas sevillanas

Portada del disco 'Nuevo día - El origen de una leyenda' de Lole y Manuel.

Portada del disco 'Nuevo día - El origen de una leyenda' de Lole y Manuel. / G. H.

Nuevo día, nuevo mes, nueva fase... Estamos en fase dos y como la rutina de la desescalada, aunque lenta y perezosamente, va avanzando hacia la ¿normalidad?, tengo para mí que esta etapa en la que hoy entramos ha suscitado un pálpito menor al del anterior paso adelante, desde la cero a la uno, que en este cancionero analítico saludábamos con aquel vibrante, optimista Good morning, Starshine y ahora elegimos como expresión inaugural este Nuevo día de Lole y Manuel, una canción visual desde sus primeros compases.

Porque la potente voz femenina del dúo sevillano se acompasa al "sol, joven y fuerte" que "ha 'vencío' a la luna, / que se aleja impotente / del campo de batalla" de una manera tan gráfica y descriptiva que de inmediato dibuja en nuestras mentes un amanecer limpio de primavera por las campiñas sevillanas que inspiran esta canción con la que Lole y Manuel se dieron a conocer y dieron a conocer un estilo que ha pasado a los manuales de la música como el nuevo flamenco.

Si, además de cerrar los ojos mientras escuchamos los acordes de guitarra que toca Manuel y el personalísimo timbre de Lole, alguien recuerda la película Manuela, estrenada en 1976, el año de grabación de Nuevo día, en su retina aparecerá esa misma estampa de una amanecida en la que "la luz / vence tinieblas por campiñas lejanas, / el aire huele a pan nuevo, / el pueblo se despereza: / ha 'llegao' la mañana". 

Lole y Manuel triunfaron con esta composición e interpretación de Nuevo día. En los albores de la transición, cuando el andalucismo como concepto abarcaba mucho más que el proceso político que en breve plazo dilapidarían nuestros heraldos de la blanquiverde, la pareja musical se abrió paso en el mercado nacional con una fórmula que hacía atractivo el flamenco hasta para quienes desconocieran o simplemente no gustasen de sus acordes. A Nuevo día sucedieron otros éxitos que tuvieron gran éxito de ventas y difusión en la radio del momento, en particular Al alba con alegría, un recorrido modernizador por diferentes cantes del flamenco. Como pareja musical, Lole y Manuel duraron lo que duró el matrimonio, aunque la colaboración artística se mantuvo en momentos puntuales con posterioridad a la separación.

Esta canción que ilustra nuestro cancionero es fruto de los primeros tiempos de armonía, los que darían a Alba Molina, cantante, como hija de la entonces feliz unión y heredera de la tradición flamenca que tanto Lole como Manuel atesoraban en sus respectivas familias. Por eso, en el 'nuevo día' de buena avenencia que describe la canción, "al amanecer, / con un beso blanco yo te desperté". Y no sabemos lo que sucedió a continuación en las muchas horas de luz que vinieron a continuación, aunque cualquiera puede imaginarlo porque la letra de la canción salta sin red hasta que "la noche llegó / porque la montaña se ha 'tragao' al sol". 

La noche se apodera del paisaje musical, "donde el viento ha 'quebrao' / un junco que ya estaba 'florecío'" y "como se ha 'escondío' el Sol, / se 'quea' muda de pronto / la flauta del gorrión". De todas formas, el mundo gira y a la noche le sucederá un 'nuevo día', por lo que la canción advierte: "Saca la red, / hermano, saca la red, / que ya ha 'salío' la luna, / no la vayas a coger", porque "cuando amaneció / una mariposa blanca de un lirio se enamoró". Una letra de lirismo imaginativo que finaliza con el resquemor y la inquietud de los amantes debutantes: "Que sí, que sí, / que no, que no. / Que tú a mí no me quieres / como te quiero yo".

Con esta incertidumbre final, abordamos hoy esta fase dos en la que -si se cumplen los ciclos anteriores- permaneceremos dos semanas. Aunque la Junta pretende acelerar los plazos y lograr que Granada y Málaga, las dos provincias descolgadas, entren en la tres al unísono con las otras seis, con el fin de facilitar al completo los desplazamientos extraprovinciales. Nuestras playas, entretanto, aceleran los preparativos para acoger a los muchos bañistas ávidos de dispersión tras el confinamiento y las restricciones que desde mediados de marzo han acompañados nuestras vidas. Decía este domingo nuestra Noelia que tendremos un espacio de cuatro metros cuadrados para cada uno de nosotros. Vuelta y vuelta tumbados al sol, bajo la atenta mirada de los 'vigilantes de la playa', porque si en el pase del 'bocarriba' al 'bocabajo' y viceversa nos desviamos medio metro o bien todos los de la fila se tienen que mover en idéntica medida o aparece alguno de estos émulos-as de la popular serie televisiva de los 90 y libreta en mano nos encasqueta una multa. 

Todo, en un panorama de desplome del turismo internacional, que los últimos y negativos pronósticos calcula en una caída entre el 60 y el 75 por ciento de los índices habituales en veranos anteriores. Algo hay que hacer: 'veranee en pesetas', eslogan de 1980 que en el tercer decenio del siglo XXI apela al turismo interior. Será cuando los encuentros en la tercera fase. 

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