Tomates y calabazas

Lourdes Chaparro

lchaparro@eldiadecordoba.com

Calor en Londres

Lo del aire acondicionado a gusto de todos sigue sin solucionarse: algunos pasamos frío y otros calor

Mi jefe nos ha dado libre ayer y hoy por el caloret, cómo os quedáis?" Es el mensaje que nos envió Rut al chat que mantenemos las cinco amigas de la carrera de Salamanca vía whatsapp. Rut vive en Londres desde hace más de una década y la respuesta llegó cuando le preguntamos cómo llevaban por tierras británicas esta ola de calor que por allí está fundiendo hasta el asfalto y las vías del tren. En su respuesta, Rut dijo literalmente que los ingleses "se flipan" con esto de ver que el termómetro llega a temperaturas inimaginables para ellos, mientras que para nosotros, pues oye, parece que estamos un poco más acostumbrados.

Bien es cierto que en Londres y en media Europa nos estamos achicharrando, pero resulta que no aprendemos. Ahora que incluso nos van a obligar a cumplir unos mínimos y unos máximos de temperatura cuando encendamos el aire acondicionado o la calefacción - si es que el invierno llega, porque ahora parece imposible-, lo cierto es que, yo al menos, sigo teniendo frío en espacios como un supermercado cuando en la calle estamos por encima de los 40 grados. Hace unos días fui a un establecimiento comercial de la zona centro para hacer la compra y nada más poner un pie se me heló el cuerpo, literal, pero aún más cuando vi a una de las trabajadoras reponiendo los yogures con un chaquetón de invierno. Debe ser en cumplimiento de la normas de trabajo y de riesgos labores, porque de otro modo no lo entiendo. La diferencia de temperatura entre el exterior y el interior de este tipo de espacios es abismal y en menos de un par de segundos pasas de 42 grados a la sombra a 15. Así, en un abrir y cerrar de ojos y, eso, supongo que bueno para la salud no debe ser.

Y es que, con todo lo que nos está cayendo, el ahorro energético que nos marcan ya y la enésima ola de calor, lo del aire acondicionado a gusto de todos sigue sin solucionarse por mucho que se intente. Hay estudios que prueban que las mujeres pasan más frío e incluso una diputada de Podemos llegó a decir que el aire acondicionado es machista; sí es cierto, lo dijo el 31 de julio de 2020 en sesión plenaria en el Ayuntamiento de Alicante. Pues desde entonces poco o nada se ha hecho, porque hay quien sigue pasando frío, también los hombres, cuando nos pasamos de la raya bajando la temperatura del aire. Por eso, no estaría de más llegar a un acuerdo para que todos estuviéramos bien y unos no pasaran frío y otros calor. Más que nada por corresponsabilidad.

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