DIRECTO Pedro Sánchez anuncia que seguirá como presidente

Chatarra

La ministra de Defensa ya ha tenido que ponerse unas cuantas veces colorada para excusar a quien la nombró

No quisiera sentar un precedente pero, casi por primera vez, estoy de acuerdo con la postura que defienden los nostálgicos del comunismo de Stalin, quiero decir la izquierda libertaria de Podemos y otras plataformas afines, que en absoluto son extrema izquierda, cuyas voces liberadoras claman contra la entrega de armas a la Ucrania de Zelenski. Lo que clama el pueblo, según esta izquierda representante genuina del alma pacífica española, son otras cosas.

Podemos (perdón por la reiteración) poner varios ejemplos del deseo íntimo del pueblo pacífico que habla por la voz plural y múltiple de Podemos (otra vez me repito). Por ejemplo, que se nacionalizaran todos los bancos y todas las empresas eléctricas, de transportes y de múltiples servicios y así viviríamos en la prosperidad que caracterizaba a la Unión Soviética hasta su desmembración en 1991, o a la Venezuela y Cuba actuales , por poner ejemplos más recientes, que tampoco hay que irse tan atrás en los tiempos. Gran felicidad tendrían todos los funcionarios y comisarios estatales que se colocarían de por vida en todas esas empresas y cooperativas populares.

A todos los facinerosos que nos podríamos oponer a tales medidas, entre los que pueden incluirme, creo que nos preocupan otras cuestiones, y entre ellas sí que hay una razón por la que no me parece bien que entreguemos armas a Ucrania. Quiero decir armas como las de unos tanques que al parecer han estado años metidos en un hangar y que puede que nos cueste un potosí poner en condiciones mínimas de combate. La ministra de Defensa ya ha tenido que ponerse unas cuantas veces colorada para excusar o respaldar a quien la nombró, pero ahora parece que pasa de puntillas por el hecho de que tengamos unos tanques, al parecer lo más de lo más por lo que nos piden los ucranios, sin un mínimo de mantenimiento. ¿Y para qué los queremos entonces? ¿Cómo estaban arrumbados bajo la lluvia y el polvo? ¿Les vamos a mandar chatarra? ¿Y si nos piden aviones, tendremos que empujarles para que despeguen?

Puede que en el fondo este y otros gobiernos, de todos los colores, siempre hayan pensado que las amenazas del este nos pillaban muy lejos y que por el flanco sur tampoco habría nunca ningún peligro. Ya sabemos que Marruecos es un país amigo, cumplidor de su palabra, respetuoso con los derechos de todos y todas, y que con una llamada telefónica todo está arreglado. Vale.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios