El Ayuntamiento de Granada presentó hace unos días un informe que pretende que sirva de base para luchar frente al botellón. Se basa en una batería de datos recogidos a lo largo de siete meses del año, que tiene como objetivo ser guía para actuar al respecto. Lo único claro es que la Policía Local de la capital ha impuesto en ese periodo 2.431 sanciones por beber en la calle. También quedó claro que los barrios Albaicín y Centro son los puntos negros del botellón en la ciudad y entre los dos copan el 51% de las concentraciones para 'pegarse unos tragos'. Difícil tarea para regular... y para vigilar.