La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Dejó de latir el corazón de los Rolling

Fue el corazón rítmico de los Rolling y, a la vez, mucho más que eso. Parte de la mejor historia musical del siglo XX

Con la muerte de Charlie Watts desaparece uno de los tres miembros, junto a Jagger y Richards, de la formación original de los Rolling, el único grupo de rock que ha vivido ininterrumpidamente 60 años conservando tres de sus fundadores. Los coetáneos de su nacimiento y primeros éxitos son octogenarios. Mi primer recuerdo de los Rolling es el single de Paint it black en su edición española, con una portada de dibujos digamos arábigos y muy infantiles en la que un genio salía de una lámpara mientras cuatro presuntos árabes lo contemplaban quizás evocando (sin ningún parecido) al grupo: dos llevaban guitarras, uno una especie de mandolina y el cuarto -¿en alusión a Watts?- un tambor.

Para entonces, 1966, los Rolling eran internacionalmente famosos tras el éxito de (I Can't Get No) Satisfaction. Compañeros de tantas generaciones a lo largo de sus seis décadas de vida artística, los Rolling emergieron cuando los del 52 éramos casi niños. Teníamos 10 años cuando el grupo nació, 12 cuando publicó su primer LP,13 cuando triunfó y andábamos por los 14 cuando Paint it black se editó en España. Nuestros primeros recuerdos de música moderna son Elvis, Paul Anka, Everly Brothers o The Platters. La inglesa, hasta que llegaron The Shadows con Apache y The Animals con The House of Rising Sun, no existía. Eran los últimos años 50 y primeros 60 del Discomanía de Raúl Matas. No debe ser casual que el primer single de los Beatles que tuve sea Paperback Writer y Rain, editado el mismo año que Paint it black. Mi generación se hizo musicalmente mayor viendo Help en el Coliseo España, con Rubber Soul, Revolver y Sgt Peppers de los Beatles, y Their Satanic Majesties Request y Beggars Banquet de los Rolling. Lógico: cuando se editaron andábamos entre los 15 y los 16 años.

Les decía hace un par de días que el jazz y la canción popular en todas sus variantes son el legado musical más representativo del siglo XX. Entre sus nombres mayores está Charlie Watts, el batería formado en el jazz y el rhythm & blues justamente considerado el corazón rítmico de los Rolling. Aunque fue mucho más. Y él lo sabía. Es famoso el puñetazo que este hombre discreto, elegante y de vida asombrosamente estable pese a navegar en el huracán Rolling le dio a Jagger cuando le llamó "mi batería". "Jamás vuelvas a llamarme tu batería -le dijo-. Tú eres mi cantante"

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