Elogio de la memoria

No entiendo por qué se refieren en términos peyorativos a utilizar la memoria en el aprendizaje

En estos tiempos parece que saber cosas de memoria está desprestigiado. Y no digamos decirle a un alumno que ciertos datos o cuestiones tiene que saberlos de memoria. En los cursos de artes escénicas que imparto les indico a los alumnos, el primer día, que no saber el nombre completo del autor del Teatro Olímpico de Vicenza, uno de los genios de la arquitectura de todos los tiempos, Andrea Palladio, no es admisible. Ellos, por su parte, comprueban si los nombres y datos que ofrezco a lo largo de la tarde son ciertos, consultándolos en internet. Toma y daca, con los datos como pelota de ping-pong. Al final del curso les pido que expliquen oralmente, en diez minutos, un tema de su libre elección. ¿Saben lo largo que son diez minutos si no se conocen de memoria los datos necesarios para exponer un breve tema?

Por eso no entiendo por qué se refieren en términos peyorativos a utilizar la memoria en el aprendizaje, memorístico le llaman, como algo anticuado y poco apropiado. Tanto en las evaluaciones en general como en las pruebas de acceso a la Universidad. ¿Cómo se puede aprender sin el uso de la memoria? ¿Cómo se pueden expresar conocimientos o aptitudes sin memoria? Durante años se ha mantenido la prueba de ingreso en algunas Escuelas de Bellas Artes. Me dirán, es que si una persona no sabe dibujar no debe estar en Bellas Artes. Sin afán de polemizar en esto último, me fijaré en lo primero: saber dibujar. Todos los que nos hemos enfrentado a aprender a dibujar, porque a dibujar se aprende, sabemos que la memoria es esencial para mirar y retener las formas de las cosas. Para poner en funcionamiento las potencialidades del cerebro, la herramienta es la memoria. "Porque no hay otro aprendizaje que el del cerebro, es decir de la memoria", afirma Inger Enkvist, pedagoga e investigadora sueca.

La memoria es clave en el aprendizaje y en la vida profesional, pero ¿qué me dicen de la memoria en la vejez? En una sociedad como la española, con una alta esperanza de vida, cada vez es más importante alcanzar las últimas edades en las mejores condiciones. Y eso pasa por mantener la memoria. Ayuda la actividad intelectual continuada, ejercicio para el cerebro y un ligero ejercicio físico. Ver el deterioro y pérdida de memoria en un ser querido es contemplar como la persona desaparece delante de nosotros. Y aún dicen que se puede prescindir de la memoria, no lo crean, conservarla es la garantía de la plena posesión de uno mismo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios